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precampaña electoral / 20D

Así llegan los favoritos a la primera gran batalla por Valencia

Rajoy y Rivera celebran este sábado un duelo en el Cap i Casal, donde C's aspira a dar un golpe de mano el 20D. En este primer envite de precampaña, Compromís-Podemos presenta a sus candidatos y el socialista Ximo Puig convoca a sus alcaldes en Alicante, aunque sin la presencia de Iglesias y Sánchez respectivamente

28/11/2015 - 

VALENCIA. Los partidos políticos de referencia engrasan la artillería para la campaña electoral que dará comienzo la próxima semana. El primer campo de batalla donde se producirán las primeras escaramuzas es, precisamente, la Comunitat Valenciana. Este sábado, Mariano Rajoy acude a la capital del Turia a presentar el programa electoral del PP en el Hemisfèric. Simultáneamente, el candidato de Ciudadanos (C's), Albert Rivera, ofrece un mitin en la céntrica Plaza del Patriarca, mientras la coalición Compromís-Podemos presenta a sus candidatos en el Palau de la Música. El PSPV-PSOE, por su parte, se concentrará en Alicante junto a su líder, Ximo Puig, que ha convocado un acto con alcaldes.

Sin duda, no es baladí ni casual que tanto Rajoy como Rivera hayan elegido Valencia en estas fechas, a la cual retornarán en apenas 15 días para celebrar sus respectivos actos centrales de campaña en la Comunitat. Los sondeos indican que el reparto de diputados, especialmente en la provincia, se está apretando. Si el PP lograba nueve escaños en Valencia -20 en total- en 2011, algunos sondeos ya apuntan a una reducción para los populares que propiciará un acercamiento del resto de formaciones: Ciudadanos, rival directo en el electorado, es una de ellas. Así, las cuentas de los distintos partidos apuntan a un reparto que podría resumirse en cinco escaños para la formación más votada de la provincia, a priori el PP, cuatro diputados para la segunda, y tres para las otras dos fuerzas.

El presidente del Gobierno y candidato popular, Mariano Rajoy, llega a Valencia en mejores circunstancias que en otras ocasiones. El partido está pacificado en la Comunitat y, en el ámbito nacional, el líder ha tirado de perfil institucional ante una agenda marcada por los atentados terroristas internacionales y el proceso catalán. Unas circunstancias que, según diversos analistas, benefician al perfil del presidente del Gobierno. En el capítulo de debilidades, la sempiterna sombra de la corrupción sobre cargos populares, los problemas de la marca en determinadas regiones o el carácter huidizo de Rajoy -ausencia en los debates-, son puntos flacos a explotar por la oposición.

En cuanto a la formación popular en la Comunitat, si bien todavía se halla en fase de recuperación tras la debacle electoral, ha encontrado en su nueva presidenta, Isabel Bonig, así como en los barones provinciales del partido, Vicente Betoret, José Císcar y Javier Moliner, unos puntos de apoyo para, al menos, tratar de agitar a las bases de cara a la cita electoral, para la cual han confeccionado unas candidaturas con amplio margen de maniobra que, en general, han contado con la aprobación de la militancia.

Ahora bien, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, es el que llega en estado de gracia. Diversos medios le señalan como ganador en sus 'cara a cara' con Pablo Iglesias, candidato de Podemos: las encuestas señalan una proyección ascendente de C's, si bien tienen complicado rebasar a los dos grandes partidos por su menor implantación en todo el territorio nacional. Sin duda, el potencial de Rivera, elevado al nivel de estrella mediática y televisiva, es uno de los mayores valores de esta formación, que sin embargo tiene todavía agujeros importantes en la organización territorial -incluso en regeneración democrática- pese a que la marca llega aparentemente impoluta al 20D. En cuanto a la Comunitat Valenciana, el número dos al Congreso por Valencia es el actor Toni Cantó, ex UPyD, que suele aprovechar con solvencia su tirón mediático. Por otro lado, y al margen de la eventual unidad que pueda producirse en campaña, el partido sufre ya en la Comunitat ciertas fisuras internas que deberán ser atendidas tras el 20D. 

Por otro lado, la alianza Compromís-Podemos-És el moment presenta este sábado oficialmente a sus candidatos en el Palau de la Música, un acto al que no acudirá Pablo Iglesias, si bien ha confirmado su presencia en el mitin central en Valencia del día 18, último día de campaña. El líder de la formación morada, atraviesa junto a su partido una fase de estancamiento en las encuestas tras haber descendido desde niveles equiparables a los de PSOE y PP. Además del traspiés sufrido en las elecciones catalanas, decisiones como el desmarque del pacto antiterrorista no parecen haber aumentado -al menos de momento- la confianza del electorado. Por otro lado, en la Comunitat Valenciana, tras las dificultades para alcanzar el pacto para concurrir conjuntamente con Compromís, el camino para dibujar el programa electoral en clave valenciana también está siendo arduo. Las diferencias en el seno de Compromís, especialmente del Bloc, se han apagado en los últimos días, si bien retornarán tras el 20D. En cuanto a Podemos, el resultado de las elecciones generales será clave para observar la dirección que toma el partido.

Mientras, los socialistas, tratarán de contrarrestar este fin de semana con sendos actos con alcaldes en Alicante y Valencia el sábado y domingo. De esta manera, el presidente de la Generalitat y secretario general del PSPV, Ximo Puig, entra en la campaña aunque lo hará en solitario... de momento. El acto central de campaña en Valencia junto a Pedro Sánchez será el próximo 13 de diciembre en la Fonteta. El líder socialista, según los sondeos, ha perdido cierta comba respecto a Rajoy en los últimos meses: para determinados analistas, el candidato del PSOE se ve demasiado "encajonado" entre Ciudadanos y Podemos, además de verse obligado a hacer 'seguidismo' de las políticas de Estado de Rajoy en asuntos como el terrorismo internacional o la oposición al proceso independentista catalán. En cuanto a los socialistas valencianos, el partido ha pasado a un discreto segundo plano desde la llegada de Puig a la Presidencia de la Generalitat. No obstante, un mal resultado, además de que podría complicar la gobernabilidad ante un hipotético auge de Compromís, haría aflorar probablemente críticas internas. El único clavo al que agarrarse en este sentido sería que, una victoria de Rajoy, permitiría a Puig llevar una actitud beligerante hacia Madrid, emulando la estrategia victimista que el PPCV llevó a cabo con Rodríguez Zapatero.


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