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instalaciones a construir en el muelle 11 del puerto

Así será la piscifactoría en tierra de Aquaculture en Alicante: 5,8 millones para cuatro tanques de cría

17/10/2022 - 

ALICANTE. El proyecto promovido por la empresa Alicante Aquaculture para instalar una piscifactoría en tierra en el Puerto de Alicante comprenderá la construcción de un edificio en forma rectangular de 81,40 metros de longitud por otros 61,98 de anchura provisto de cuatro tanques para la cría y engorde de seriola, además de un quinto depósito para su sacrificio. Al margen de ello, el edificio contará con un laboratorio para el control y supervisión del funcionamiento de la planta, un almacén para el depósito del alimento y una zona de refrigeración en la que se conservarán los ejemplares una vez preparados para su distribución.

Esas son las principales características de las instalaciones que quedarían posicionadas en el muelle 11 del Puerto de Alicante para las que se calcula una inversión definitiva de 5,87 millones (en lugar de los 1,96 millones previstos inicialmente), según queda reflejado en la propuesta que ahora vuelve a exponerse al público, tras incorporar el estudio de impacto ambiental, en la última fase del trámite de concesión de suelo portuario, ya preconcertado.

De acuerdo con el proyecto constructivo presentado por Alicante Aquaculture (una empresa asentada en Alicante que contaría con inversores extranjeros), se plantea un edificio distribuido en planta baja y entreplanta de 5.353,73 metros cuadrados de superficie construida. Sus instalaciones incorporarán un sistema de producción en circuito cerrado, basado en la tecnología de Recirculación en Acuicultura (RAS por sus siglas en inglés), que captará agua en el mismo Puerto para someterla a entre 45 y 50 filtrajes por hora con el fin de conseguir una calidad óptima para la cría de los peces y para depurar los efluentes finalmente vertidos en el mar, con lo que -según la empresa- se conseguiría minimizar el residuo y evitar la contaminación, al generar una huella ambiental baja.

Fases de engorde

Ese sistema filtrará el agua en los cuatro tanques previstos para el engorde de los alevines de seriola: una especie que se utiliza principalmente para la preparación de sushi y sashimi en Japón -donde, de hecho, se prevé exportar la mayor parte de la producción-, así como para consumo en fresco en Europa. En esos cuatro tanques, se organizará la dispensación de alimento de manera automatizada y se procurará la transferencia de los peces de un tanque al siguiente en función de su fase de crecimiento, sin realizar ninguna manipulación, lo que evitará el estrés para los peces y mejorará la calidad de la cosecha, según el proyecto.

De este modo, el primer tanque está concebido para el desarrollo de la etapa de preengorde, destinada al crecimiento de los alevines de 15 a 300 gramos en un periodo de 3 meses, cuando se prevé completar una producción de 15 toneladas. Los ejemplares pasarán, después, al segundo tanque, donde se desarrollará la segunda etapa de preengorde. Los peces pasarán de 300 a 800 gramos en otro periodo de 3 meses, en el que se alcanzará una producción de 40 toneladas.

En el tercer tanque, destinado a la primera etapa de engorde, los peces crecerán desde los 800 a los 1.500 gramos en otro periodo de 3 meses, hasta conseguir una producción de 75 toneladas. Y en el cuarto tanque, que tendrá el mayor volumen de agua de los cuatro (3.246 metros cúbicos), tendrá lugar la fase de engorde final, de modo que se conseguirá que los peces pasen de 1,5 a 3 kilogramos en tres meses, con una producción de 150 toneladas al término de ese periodo.

Por último, tras culminar el proceso de crecimiento controlado, los peces cosechados se llevarán hasta un quinto depósito en el que serán sacrificados, desangrados y enfriados antes de envasarlos en hielo, para mantener la calidad del producto. Así, la capacidad de producción de la piscifactoría será de 150 toneladas de seriola de 3 kg cada 3 meses, lo que supone una producción anual de 600 toneladas, según el proyecto.

Además, al margen de los tanques dedicados a la cría, el edificio de la piscifactoría se completará con un laboratorio, en una sala ubicada junto a la unidad de producción, en la que se procederá al control y estudio de los ejemplares y se realizarán análisis físicos "de distintos parámetros fisicoquímicos mediante kits de análisis específicos para agua marina". Además, la planta dispondrá de un almacén, situado en la planta baja, para el depósito del alimento de la cosecha; y con otra sala de almacenamiento refrigerada, equipada con una máquina de producción de hielo en escamas para preservar la mejor calidad del producto final.

Respecto al sistema de depuración del agua y su tratamiento, el proyecto apunta que "los efluentes de la instalación se hacen pasar por dos decantadores situados en la fachada oeste de la nave" y que los residuos decantados generados por la actividad, "serán retirados por una empresa de gestión de residuos autorizada", antes de que se produzca el vertido del caudal tratado al mar. En este sentido, el proyecto apunta que el agua será desaguada mediante la arqueta de vertido "que operará, además, como arqueta de toma de muestras para realizar los análisis periódicos de la calidad del agua de vertido". Y se añade que "el caudal de  vertido será aproximadamente de 300 m3/día, similar al de captación", después de haber superado "los procesos de filtración, desinfección, aireación y oxigenación" que procurarán "una alta calidad del agua, libre de contaminantes y agentes infecciosos".

Estudio de precios de comercialización

El proyecto precisa, además, las condiciones de comercialización esperadas para la cosecha. Así, se subraya que la seriola es un pescado valioso con buena salida en los mercados tradicionales que se puede vender en diferentes tamaños (enteros o en rodajas) según el país, a diferentes precios. En concreto, se detalla que en Malta, los tamaños pequeños alcanzan los 13-18 € por kg, mientras que los peces más grandes obtienen precios de mercado más bajos: normalmente de 10 a 14 € por kg, "porque los peces grandes solo son adecuados para filetes".

Sin embargo, según el proyecto, "los precios en Italia y España del pescado más grande son similares o incluso más altos que los peces más pequeños en Malta". Además, se detalla que los precios de la seriola cultivada en Hong Kong "son ligeramente más bajos que para la seriola salvaje, pero varían de 15 a 18 € por kg, mientras que en Japón el precio es más alto (18–26 € por kg) que otras especies de seriola cultivadas debido a la mejor textura de su carne, que es más firme y menos mantecosa. Por ello, se apunta que, en ocasiones, su precio puede alcanzar los 43 € por kg". En cualquier caso, el propósito de Aquaculture es orientar la venta de la producción hacia Japón y la Unión Europea, con la expectativa de alcanzar precios de entre 15 y 20 euros por kilogramo.

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