El supervisor asegura, sin embargo, que de producirse esta normalización, se deberá realizar de forma gradual
VALÈNCIA (EP). El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha sostenido este jueves que, debido a las perspectivas de inflación para la eurozona, "no se puede descartar" que las condiciones que el Banco Central Europeo (BCE) para retirar estímulos monetarios "se cumplan antes de lo que esperábamos hace unos meses".
Como resultado de ello, "los movimientos en la política monetaria hacia la normalización parecen más probables", ha afirmado De Cos durante su intervención en la presentación de la IX edición del Anuario del Euro 2022, organizado por la Fundación de Estudios Financieros y la Fundación ICO, con la colaboración de Bruegel.
Sin embargo, en su discurso, De Cos ha insistido en la necesidad de realizar este proceso de normalización de las políticas monetarias "de manera gradual y flexible", al "no ver ninguna razón para reaccionar de forma exagerada".
En este sentido, el gobernador del Banco de España ha llamado a tener en cuenta el medio plazo en el que se mueve la orientación de las políticas monetarias del BCE. Así, ha explicado que los 'shocks' de demanda suelen tener un horizonte temporal más corto, de en torno a dos años, mientras que los de oferta suelen contar con un horizonte temporal mayor.
"En un contexto en el que las expectativas de inflación permanecen en torno al objetivo del 2% simétrico, la economía se enfrenta a un shock de precios exógeno", por lo que un "endurecimiento prematuro" de la política monetaria "solo se sumaría a las consecuencias negativas de ese choque de demanda y, por tanto, para la inflación en el medio plazo".
Además, ha justificado la flexibilidad y gradualidad de la normalización por el escenario de "alta incertidumbre", incluyendo las tensiones geopolíticas en Ucrania. Por tanto, el BCE "no debería constituir una fuente adicional de incertidumbre, sino que debería mantener un rumbo claro, gradual y predecible para su política" monetaria.
Asimismo, ha indicado que las estimaciones del tipo de interés natural de la eurozona "siguen siendo muy bajas", lo que debería de servir como guía en torno a la cual los tipos de interés de referencia del BCE "podrían estabilizarse a largo plazo".
Por último, De Cos ha defendido la flexibilidad de la política monetaria en el objetivo de "evitar la fragmentación financiera en la zona euro", teniendo en cuenta que el impacto de la pandemia de Covid-19 "ha sido y sigue siendo muy hetereogéneo entre países y sectores".
"La dirección en la que debemos encaminarnos está clara, pero no debemos sacar conclusiones prematuras en cuanto al marco temporal", ha indicado De Cos, quien también ha recordado que para implementar la primera subida de tipos de interés "se deben cumplir tres condiciones".
En concreto, los tipos de interés oficiales del BCE continuarán en sus niveles actuales, o en niveles inferiores, hasta que observe que la inflación se sitúa en el 2% bastante antes del final de su horizonte de proyección y de forma duradera en el resto de dicho horizonte, y considere que el progreso realizado de la inflación subyacente está suficientemente avanzado para ser compatible con una estabilización de la inflación en el 2% a medio plazo.
El gobernador ha explicado que estas condiciones, ligadas a las perspectivas de inflación en el medio plazo y vinculadas al IPC subyacente, buscan evitar ese "endurecimiento prematuro" ante aumentos de la inflación por encima del objetivo "cuando estos se consideran temporales o causados por algún elemento volátil o exógeno, como los precios de la energía".
Además, ha señalado la importancia de la "estrategia de salida" de las políticas monetarias acomodaticias, "mediante la cual no subiremos los tipos hasta que no se finalicen las compras netas en el marco de nuestro programa de compra de activos", es decir, el programa de compras APP.
Sobre el posible traslado de una inflación alta al mercado laboral, De Cos ha señalado que el aumento de los precios en 2022 incrementa la probabilidad de efectos secundarios, en un contexto de mejora del mercado laboral de la eurozona.
"El hecho de que la inflación se mantenga por encima del 2% durante el resto de este año (aunque en una senda de desaceleración), presionará al alza, no solo las negociaciones salariales de este año, sino también las del próximo".
Además, señala que cada vez más empresas "identifican la escasez de mano de obra como un factor limitante de su producción", lo que podría producir efectos de segunda ronda.
"Si bien los aumentos salariales excesivos generalizados en el contexto actual serían contraproducentes, los aumentos consistentes con el crecimiento de la productividad y la demanda de cada empresa individual son claramente deseables", ha explicado De Cos.
Así, considera que los aumentos salariales "equilibrados" contribuirían a conseguir el objetivo simétrico de inflación del 2%, así como a evitar la aparición de efectos de segunda ronda "no deseados".
De esta forma, Hernández de Cos ha afirmado que, en el medio plazo, la expectativa es que la inflación "se modere", mientras que señala que el crecimiento de los salarios "sigue siendo moderado", al tiempo que ha desligado la situación de la eurozona de la que experimenta Estados Unidos, donde los niveles de actividad económica "se han recuperado por completo" frente a los registrados antes de la pandemia de covid-19.