VALÈNCIA. Banco Sabadell (SAB) protagonizó ayer la sexta subida de manera consecutiva en el parqué, que en esta ocasión fue del 5,99% para liderar los avances de todo el Ibex 35 durante la sesión. Y no solo eso sino que tras Squirrel, la antigua Vértice 360º, que se disparó un 7,14%, fue la mayor revalorización del Mercado Continuo.
Todo ello con otro fuerte volumen de contratación, tal y como viene siendo habitual en las últimas sesiones. El intercambio de acciones en la primera sesión de febrero alcanzó los 62,75 millones de 'sabadeles' frente a una media diaria anual de 32 millones, según datos de Infobolsa. Prueba evidente de que hay ganas de comprar títulos.
Pero la cosa no queda ahí porque el banco dirigido por César González-Bueno ha empezado el ejercicio tomando impulso -y mucho- en bolsa. De hecho ayer cerró en máximos de los primeros días de marzo de 2020; mientras que solo Técnicas Reunidas (+32,38%) presenta un mayor avance anual entre las 130 cotizadas que dan vida al principal mercado español de renta variable. El SAB se revaloriza un 23,12%, es decir, casi un tercio de lo que subió a lo largo de 2021. De este modo ha elevado su capitalización hasta los 4.100 millones, situándose así entre Laboratorios Rovi (3.734 millones) e Inmobiliaria Colonial (4.212 millones).
'Banco Sabadell despierta el interés inversor'. Así titulaba este diario hace justo una semana el análisis de Miguel Momobela de XTB, un día antes de que el banco domiciliado en Alicante rindiera cuentas al mercado. "A nivel técnico, el precio ha rebotado por tercera vez consecutiva en el nivel 38,2% del retroceso de Fibonacci iniciado en el último máximo del pasado 29 de septiembre; mientras las anteriores se registraron en la segunda quincena de noviembre de 2021, y en la primera semana de 2022. El siguiente objetivo de precios (0,64 euros), coincide con el siguiente nivel del retroceso, es decir, el 50%", apuntaba el experto. Y en dicha sesión -26 de enero-, la cotización cerró en los 0,653 euros.
Al día siguiente, la entidad presidida por Josep Oliu presentó sus cuentas correspondientes al pasado ejercicio, que arrojaron un beneficio de 530 millones frente a los 2 millones cosechados en 2020, cuando provisionó 2.275 millones por el 'efecto coronavirus'. Sin tener en cuenta TSB, el beneficio neto atribuido se situó en 412 millones a cierre de año, un 85,7% superior al logrado en el año precedente, ya que la filial británica del grupo catalán cerró 2021 con una contribución de 118 millones, frente a las pérdidas de 220 millones de 2020.
El SAB destacó que ha anticipado un año el objetivo de rentabilidad su plan, tras cerrar con un ROTE del 5%. O lo que es lo mismo el 'return on tangible equity', que mide la rentabilidad de una empresa. En este sentido prevé que para el presente ejercicio se sitúe por encima del 6%. Por su parte, los diferentes márgenes presentaron crecimientos interanuales.
Unos buenos resultados que sumados al positivo aspecto técnico que presenta, unos tipos de interés que más pronto que tarde subirán -algo beneficioso para todo el sector bancario- y al hecho de no tener a día de hoy ningún bajista con nombre y apellidos -así lo ha constatado este diario de la base de datos pública de la CNMV- alimentan la subida en el parqué del SAB. Una mejora que está viniendo acompañada de elevados volúmenes de negociación, lo cual es síntoma evidente de que hay apetito comprador por los 'sabadeles'.