VALÈNCIA. El sentimiento de pertenencia a los barrios se impone en un mundo global y así lo creen los fundadores de B.locals, compañía valenciana que ha decidido llevar cachitos de la Comunitat Valenciana a todas las partes del mundo con sus gorras dedicadas a barrios y lugares icónicos de la autonomía, sobre todo de València. Russafa, Campanar, El Perelló, La Malvarrosa o La Pérgola ya lucen en parches que renuevan de forma constante en busca de diseños limitados, en una idea que nació en la cabeza de Javier Cortés.
Este valenciano, afincado en San Francisco, predica sobre Valencia en Silicon Valley, la cuna de las startups, donde lleva residiendo más de una década. Licenciado en la primera promoción de Administración de Empresas de la Universitat Politècnica de València, ha pasado por compañías como Instacart o Flexiport. Ahora, es COO en Lang.ai, una actividad a la que ha sumado B.locals de la mano de Samir Elzein, Nacho Catalá y Manolo Claramunt.
"Llevo 14 años fuera de España y siempre he estado muy vinculado con València, la tecnología e intentando apoyar la ciudad. Paseando por San Francisco, vi unas gorras que tenían un vínculo parecido a lo que yo quería hacer. Allí se estaban poniendo de moda, y siempre he pensado que todas las modas que se llevan en Estados Unidos acaban llegando aquí de alguna manera", explica Cortés. Fue el pasado verano cuando, tras hablar con su amigo de toda la vida decidieron lanzar el proyecto.
"Somos muy de viajar, de sentimiento local y me apetecía hacer algo con Javi y un par de amigos más. Siempre he llevado tema comercial con empresas, conozco bien la Comunitat Valenciana, la idiosincrasia de los lugares, los sentimientos de los pueblos y las raíces y en eso estamos, intentando crecer con un montón de ideas en la cabeza", señala Elzein. El diseño de cada gorra está pensado para cada barrio o municipio de la mano de Catalá, desde la iglesia de Campanar al tomate de El Perelló, la gamba de Dénia o la puerta del Portitxol de Xàbia.
Desde B.locals, planean ir más al detalle en Alicante y Castellón, donde han realizado sus primeras incursiones, al igual que fuera de la Comunitat, donde tienen modelos de Tarifa y Zarauz, en un camino en el que también miran a Barcelona y Madrid. A día de hoy, su colección cuenta con 35 modelos de gorras. "La gente quiere cosas muy concretas, pide municipios a través de la web, entonces estamos haciendo caso al sentimiento de la gente y crecemos con ellos", explica Elzein, quien señala que toda la fabricación la hacen en la Comunitat Valenciana. "Pensamos que al ser el proyecto tan local, el sentido que cobraba que las gorras estuvieran hechas en la Comunitat Valenciana era muy importante".
Aunque ahora fabrican en Elche, se abren a trabajar en toda España, con unas tiradas en las que hacen de 25 a 50 modelos como máximo. Una confección en la que particularmente destacan los parches, "hechos a mano con mucho trabajo, elaboración y detalle". "Vamos cambiando los diseños antes de volver a sacarlos para que no haya muchas gorras parecidas", explican de sus diseños, cuyo identificativo son las cuatro rayas.
"Nos sentimos muy atraídos por nuestras raíces. La gente está muy identificada con la gastronomía de la localidad, con las fiestas, con el idioma, con el lenguaje, con cómo se viste... De alguna manera, hemos empezado por las gorras y evolucionaremos a otros productos", explica Cortés, quien apunta al sentimiento que genera llevar un complemento de tu sitio local cuando estás fuera. Actualmente, venden en su web y en espacios físicos como Gnomo, The Espanista o Zona de Catas. También han tenido un gran éxito con sus creaciones en los encuentros de conciertos en La Pérgola.