Bodas de oro y diamante en el ICAV: homenaje a los abogados más veteranos de València

VALÈNCIA. El Ilustre Colegio de Abogados de València (ICAV) acogió este viernes uno de sus actos más entrañables, las bodas de oro y diamante de los colegiados más veteranos de la institución. La celebración tuvo lugar en el salón de actos del ICAV, donde se dieron cita multitud de familiares y amigos que quisieron estar al lado de los homenajeados.

La decana del ICAV, Auxiliadora Borja, acompañada por los diputados de la Junta de Gobierno, recibió a los letrados y letradas que cumplían 50 y 60 años en el ejercicio de colegiación, para hacerles un merecido reconocimiento a sus trayectorias profesionales. Borja señaló que a quienes se homenajeaba era sin duda, "a los compañeros con más sabiduría". "Para mi, como decana, este es uno de los actos más entrañables del Colegio", afirmó

Tras el discurso de bienvenida, se procedió a realizar la entrega de las placas y las insignias correspondientes a cada uno de los homenajeados. Los primeros en recibirlas fueron los abogados que cumplían 50 años en la profesión. El letrado Luis Miguel Romero Villafranca, quien también fue decano de la corporación, pronunció unas palabras en representación de esta esta generación, en las que afirmó que tanto él, como sus compañeros, "hemos sido enormemente afortunados con nuestra profesión". "Qué alegría dedicar nuestro trabajo a alcanzar la justicia", exclamó Romero.

A continuación, la decana hizo entrega de los reconocimientos a los homenajeados que cumplían 60 años, y fue el abogado Miguel Guillot el encargado de hablar en nombre de los letrados y letradas más veteranos, entre los que se encontraba la única letrada presente en el homenaje, Mª Concepción Bonillo. Guillot recordó el acto de jura o promesa en el que participó junto a sus compañeros, en el año 1958, tras lo cual hizo una descripción de la atmósfera y la forma de trabajar de aquellos años de sus promociones, cuando no existían herramientas como los medios electrónicos de hoy.

El acto finalizó con la entrega por parte de la decana del ICAV de una placa conmemorativa al letrado Ernesto Sirera, el colegiado ejerciente más antiguo del ICAV, en reconocimiento a su trabajo y labor profesional. Borja hizo un repaso por su larga trayectoria, para a continuación dar la palabra a Sirera, quien visiblemente emocionado agradeció a la Junta de Gobierno el sentido homenaje.

Ernesto Sirera Boígues nació en Valencia en 1928, se licenció en Derecho en 1952 y tres años más tarde fundó su despacho con un componente pionero en aquel entonces, porque ya incorporó como asociado al economista Vicente Rodríguez Burgos, complementando la actividad de la abogacía con otros servicios necesarios para la empresa y que ahora son tan habituales en los despachos mercantilistas. Ya desde aquellos primeros años empezó una actividad muy especializada en el ámbito del derecho concursal, en el que indiscutiblemente fue pionero y muy relevante en València.