Pese a que las tensiones entre EE UU y China parecen estar aumentando de nuevo en lo que es un nuevo capítulo de su 'guerra comercial'
MADRID. Mientras que las últimas cifras económicas muestran un panorama económico sombrío, las bolsas siguen avanzando. Cada vez más países están levantando gradualmente sus medidas de confinamiento y algunas empresas ya están informando de una ligera mejora de la actividad. Sin embargo, sigue vigente el riesgo de una segunda ola de contagio. Esto se hace patente en los nuevos brotes en Corea del Sur, China y Alemania.
Además, el temor de los inversores a perderse la subida de las bolsas parece más fuerte que el temor a los daños causados por la crisis sanitaria. Sin embargo, estos últimos son cada vez más visibles en los datos económicos. Los sectores que mostraban fortaleza anteriormente siguen funcionando bien, especialmente el sector tecnológico, lo que ha llevado al índice Nasdaq de Estados Unidos a cerrar la semana pasada superando los niveles de principios de año.
De hecho, la renta variable estadounidense también está superando a los índices europeos gracias a su mayor exposición al sector. La tecnología, junto con las telecomunicaciones y los productos farmacéuticos, figuran entre los pesos pesados de los índices de Estados Unidos. De hecho, estos tres sectores son de los únicos que se espera que registren un crecimiento positivo de los beneficios en 2020.
Entre tanto, las tensiones entre Estados Unidos y China parecen estar aumentando de nuevo. El presidente Trump ha vuelto a criticar la forma en que China ha manejado la crisis e incluso ha amenazado con imponer nuevos aranceles a las importaciones chinas. Al mismo tiempo, los dos países han estado evaluando la primera fase de su acuerdo comercial, y ambas partes han acordado cumplir sus compromisos en el plazo acordado.
La semana pasada, el Tribunal Constitucional Alemán dictaminó que el Programa de Compras del Sector Público (PSPP) del BCE no se ajustaba a la constitución alemana. La controversia se remonta a 2015 y se refiere a la proporcionalidad de las compras del BCE y a si éstas contribuyen al cumplimiento de su tarea de garantizar la estabilidad de los precios. Si bien la sentencia en principio sólo se refiere a las compras del Bundesbank en el marco del PSPP, es posible que las compras de bonos que se realizan actualmente en el marco del Programa de Compras de Emergencia para Pandemias (PEPP) sean impugnadas en el futuro en los tribunales.
No obstante, es poco probable que el BCE cumpla con la petición del tribunal alemán de justificar sus compras bajo el PPSP. En primer lugar, porque el Tribunal de Justicia de la Unión Europea ya había dictaminado en 2018 que estas compras eran legales y, en segundo lugar, porque esto podría cuestionar la independencia del BCE de los intereses nacionales. El incidente no tuvo un impacto directo en el rendimiento de los bonos o en los diferenciales de la zona del euro, pero muestra que las medidas monetarias sin precedentes adoptadas por el BCE podrían ser cuestionadas a posteriori.
Equipo de Análisis de Bank Degroof Petercam