LONDRES (EFE). La petrolera BP, compañía propietaria de la refinería de Castelló, ha comunicado a su personal que planea la supresión de 10.000 empleos para finales de año, por el impacto de la pandemia del coronavirus, informaron este lunes los medios británicos.
BP, con una fuerza laboral global estimada en 70.000 personas, unas 870 en España, ya había comunicado en abril su intención de reducir los gastos este año un 25%, después de que la crisis de la covid-19 provocase un desplome de la demanda de petróleo en todo el mundo.
Estos recortes forman también parte del objetivo del consejero delegado, Bernard Looney, de llevar a la compañía hacia el sector de los renovables.
En un correo electrónico al personal y divulgado por los medios locales, Looney señaló que la empresa empezará un "proceso que verá cerca de 10.000 personas marcharse de BP, la mayoría a finales de este año".
"La mayoría de las personas afectadas tienen trabajos basados en la oficina. Estamos protegiendo a la primera línea de la compañía y, como siempre, damos prioridad a las operaciones seguras", añadió.
Desde que estalló la crisis del coronavirus en Europa el pasado marzo, los precios del crudo se hundieron después de que las compañías aéreas tuvieran que suspender los vuelos por el virus.
En los últimos días, los precios mejoraron y el crudo Brent, para entrega en marzo, cotizaba hoy a unos 42,86 dólares, después de que la OPEP y sus aliados confirmasen la extensión del recorte de su oferta hasta el próximo 31 de julio.