VALÈNCIA (EP). La consellera de Justicia e Interior, Gabriela Bravo, ha llamado a la unidad de "todas y todos" en el Día de la Mujer y a abandonar el "ruido" político con la ley del 'solo sí es sí', ya que ha advertido que "es muy peligroso trasladar mensajes de confusión a las víctimas" respecto al concepto del consentimiento.
"La causa de la prueba (en una agresión) no se puede inventar aunque lo diga una ministra. El que acusa tiene que probar", ha manifestado en rueda de prensa al ser preguntada por la reforma de la ley de garantía integral de la libertad sexual registrada por el PSOE y con la que discrepa Unidas Podemos como socio minoritario del Gobierno.
Bravo, que corresponde a la cuota socialista de la Generalitat, ha defendido que este 8 de Marzo hay que hacer una llamada a la unidad para seguir luchando por los derechos de las mujeres y combatir entre todos el "terrorismo machista". "No perdamos en ningún momento la perspectiva", ha recalcado, y ha recordado que el feminismo "no debe tener color político".
A partir de ahí, ante la reforma del 'solo sí es sí' que se debate este martes en el Congreso, ha pedido no olvidar que el objetivo principal de la ley debe ser proteger a las víctimas de agresiones sexuales.
Aunque ha reconocido que la norma impulsada por el Ministerio de Igualdad "tiene una parte interesante" al garantizar esa protección, ha defendido que no hay que "confundir a las víctimas", en alusión al debate generado en torno al concepto del consentimiento. "No está ayudando en nada, las está confundiendo", ha alertado, para reivindicar que "las víctimas merecen que se acabe el ruido".
Bravo, también jurista, ha mostrado así su preocupación de que "con el consentimiento libramos a las víctimas de tener que probar nada", cuando ha recordado que en todo proceso judicial se debe demostrar el delito. "Es muy peligroso trasladar mensajes de confusión, lleva a las víctimas al descontento", ha insistido.
Además, ha lamentado que la rebaja de condenas a agresores mediante la aplicación de la ley puede tener un "efecto disuasorio" y llevar a las víctimas a no denunciar, por lo que ha puesto en valor la reforma registrada por el PSOE para evitarlo.