MADRID. El capital privado como sector y clase de activos sigue creciendo rápidamente. Según el informe anual sobre mercados privados de 2022 de Mckinsey, es la alternativa más común para invertir entre los inversores institucionales donde el 60% de los cuales declara tener una asignación a fondos de capital privado (incluidos los fondos de fondos).
De los inversores institucionales encuestados por Preqin, un gestor de datos e investigación de mercados alternativos, más del 50% declararon su intención de aumentar su asignación a la renta variable privada a largo plazo, frente a sólo el 5% que tiene intención de reducirla. No es de extrañar pues que el capital de crecimiento y el capital riesgo hayan alcanzado niveles récord de captación de fondos en 2021, mientras que el AUM (ativos bajo administración) de capital privado alcanzó un récord.
Esperamos un retroceso en la captación de fondos a corto plazo, ya que muchas captaciones de capital se adelantaron a 2020-2021 por el entorno favorable del mercado. Los fondos están tardando más en captar fondos, especialmente los patrocinadores menos consolidados o los que han tenido problemas de rendimiento en los últimos años.
La actividad de las operaciones sigue siendo igualmente elevada en 2022, pero podría estar por debajo del ritmo récord de los últimos años, ya que los patrocinadores reevalúan el ritmo de despliegue y reajustan la disciplina de precios en previsión de unos trimestres más volátiles. La disponibilidad de apalancamiento también puede limitar la realización de operaciones, ya que se requieren mayores cantidades de capital para completar cada transacción.
El crecimiento y el capital riesgo alcanzan niveles récord de captación de fondos en 2021 a través de la captación de fondos de capital riesgo mundial por subclase de activos, en miles de millones de dólares.
Jaime Raga es senior CRM de UBS AM Iberia