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Carlos Mazón: «Bajar los impuestos es una obligación moral y el tripartito no ha tenido los bemoles de hacerlo»

DANIEL DUART

Evita caer en un exceso de optimismo, pero se le nota que sabe que sopla viento de cola y que la posibilidad de recuperar la Generalitat —aunque sea en un Botànic de las derechas con Ciudadanos y Vox— es muy real. A diferencia de lo que ocurre en Madrid, en el PP valenciano no hay 'solistas', otro punto a su favor. Tras veinticinco años en política, este es su gran momento

| 27/12/2021 | 15 min, 2 seg

VALÈNCIA.- Carlos Mazón (Alicante, 1974) ha sido el gran protagonista de los vertiginosos cambios que se han sucedido en el PPCV a lo largo de 2021. Tras ser ungido por Génova, arrasó a José Vicente Anaya en las primarias y, en julio, fue proclamado presidente en el Congreso Regional. Formado su equipo de confianza, tras el verano inició una especie de campaña electoral permanente, con hitos como el mitin en la Plaza de Toros de València en octubre, donde congregó a toda la dirección nacional del partido.

—¿Qué ha sido lo mejor y lo peor de este año?

—Subirme a un atril y ver una Plaza de Toros llena clamando por el cambio en la Comunitat Valenciana fue una sensación muy bonita. Lo peor ha sido todo lo relacionado con la covid-19. La pérdida de algún ser querido y la angustia de muchas personas.

—La convención nacional del PP, la colocación de vallas publicitarias, ser rey mago en Alicante, la foto con Inés Arrimadas… ¿está en una campaña exprés para lograr visibilidad?

—No. Esto ni va en clave personal ni en clave de popularidad. Va de no tener complejos después de siete años de tripartito nacionalista y de decir que toca un cambio. Tenemos un proyecto muy potente y queremos contarlo, también con vías convencionales para recuperar el contacto con la gente.

—Lo que sí le está costando es reunirse con Ximo Puig.

—Sí. Los líderes de los dos principales partidos deberían hablar de forma habitual pública y privadamente. Y no ocurre ninguna de las dos. En un mes y medio, en el que he solicitado varias veces la entrevista, el único momento en el que se me ofreció fecha fue para un día en el que se sabía que yo tenía pleno de la Diputación.

—¿Cómo cree que el Consell está preparando la Navidad en relación con la pandemia?

—Les ha costado muchísimo entender que las medidas restrictivas y la economía eran compatibles. Ahora abogan por el pasaporte covid, que nosotros ya defendimos hace meses ante la alternativa de cerrar. Creo que llegan tarde.

—¿Ya se ha convencido de que Puig no va a adelantar elecciones o todavía insiste en ello? ¿Qué fecha preferiría para celebrarlas?

—Estamos preparados para arreglar desde el minuto uno este desaguisado. Si yo fuera Puig, convocaría lo antes posible, porque creo que el deterioro va a ser inevitable.

—¿Tienen sondeos internos de València ciudad?

—Sí. 

—¿Hacia dónde apuntan?

—Hacia un claro cambio. El empate entre bloques ya marca una tendencia que daría un gobierno más consolidado al PP. Nuestros datos nos dicen que ahora mismo seríamos el primer partido de la Comunitat y con más claridad en València.

—¿Cree que serían necesarias encuestas internas sobre el grado de conocimiento de posibles candidatos en València como hizo Génova en 2019?

—Cualquier encuesta, dato y reflexión que se haya podido hacer ya se ha hecho. Nuestra convicción personal es que la próxima alcaldesa de València se llama María José Catalá. No hay plan B. 

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—Tiene un año para convencer a los valencianos de que el Botànic no les conviene y que la Generalitat estará en mejores manos con el PP, Ciudadanos, si entra, y Vox. ¿Cómo lo va a hacer?

—Con cuatro ejes: revolución fiscal, plan de choque por el empleo juvenil, reivindicación real de lo nuestro tanto en inversiones como en señas de identidad y acabar con la brecha social. 

—Con cuatro ejes: revolución fiscal, plan de choque por el empleo juvenil, reivindicación real de lo nuestro tanto en inversiones como en señas de identidad y acabar con la brecha social. 

—Respecto a la revolución fiscal, sobre la que insiste mucho, ¿cree que es realista bajar los impuestos?

—Bajar los impuestos es una obligación moral, especialmente tras el segundo aumento de cuotas a los autónomos de Pedro Sánchez, la subida de la luz, el crecimiento del precio de la cesta de la compra y la dificultad para encontrar empleo. No podemos seguir con tipos impositivos en el tramo autonómico del 10% en los salarios más bajos. Queremos introducir la progresividad en el impuesto de Transmisiones: así, cualquier joven, persona que tenga familia numerosa, los que vivan en municipios con riesgo de despoblación y personas con discapacidad van a pasar de tener un tipo del 10% a uno superreducido del 3%. Esto lo proponemos nosotros, un partido liberal, pero es algo que el tripartito no ha tenido la audacia o los bemoles de hacer.

—¿Y qué hay del empleo juvenil?

—Plan de choque. Hablemos de fondos europeos: la Generalitat lleva siete años gestionando uno de los programas mejor dotados que es el fondo de garantía juvenil. Los índices de ejecución son una vergüenza. Yo he gestionado este tipo de fondos en mi actividad privada y sé cómo funcionan y cómo incentivar al empresariado para contratar.

—¿Qué quiere decir con la reivindicación de 'lo nuestro'?

—Esto es otra vergüenza. Se aplaude a todos los que quieren països catalans. Así que ya sabemos de qué iba la reunión de Ximo Puig con Pere Aragonés: existe un procés en la Comunitat Valenciana que está en marcha. Por eso, tenemos que reivindicar lo nuestro tanto en señas de identidad como en financiación e inversiones.

—¿Inversiones como cuáles?

—Por ejemplo, ya no saben qué excusa buscar para que no venga la Copa América. Por otro lado, Puig no ha querido sentarse con el PPCV para intentar mejorar vía enmiendas los Presupuestos Generales del Estado. Otro ridículo del president es la reivindicación de la transferencia del servicio de Cercanías: todos los días se cancelan veinte trenes. La gran solución de Puig es pedir la transferencia de las competencias, y a la semana siguiente ciento diez senadores socialistas, incluido Joan Lerma, votaron en contra de esto en la Cámara Alta. Respecto a la reforma del sistema de financiación… me pregunto: ¿tiene este Consell alguna capacidad de reivindicar lo que nos toca?

«Antifraude ha calificado el comportamiento de los hermanos Puig como un cártel»

—¿Y en cuanto a la brecha social?

—Tenemos un Gobierno valenciano que dice salvar personas y ha dejado sin sede al Banco de Alimentos de València. El propio Síndic de Greuges ha reconocido que la renta valenciana de inserción es sinónimo de colapso y que el ingreso mínimo vital solo llega a uno de cada cuatro solicitantes. Todo esto indica que la brecha social está aumentando en la Comunitat Valenciana.

¿Por qué ha pasado a ser Oltra el objetivo del PP, por encima de Puig?

— La vicepresidenta no es ni más ni menos objetivo que Puig.

—¿Y por qué parece que lo sea?

—Es que Oltra no puede seguir de vicepresidenta de la Generalitat. Lo más grave que ha ocurrido respecto al caso de los abusos a una menor no ha sido solo la condena al exmarido de Oltra y la denuncia de la Sindicatura de Greuges diciendo que se ha bloqueado la investigación. Lo más grave es que, a día de hoy, la protección de los menores sigue bajo su competencia. Son todos corresponsables; el primero, el presidente de la Generalitat, que mantiene un clamoroso silencio sobre este asunto.

—¿Ha desaparecido de su discurso el caso de las ayudas públicas al hermano del presidente Puig?

—Es una barbaridad que el presidente de la Generalitat haya vetado una comisión de investigación en Les Corts sobre esto. Antifraude ha calificado el comportamiento de los hermanos Puig como un cártel. Nosotros estamos revisando algunas ayudas públicas que, como mínimo, son feas. El PP seguirá ejerciendo la fiscalización y vamos a ver qué ocurre.

—¿Se ve presidente de la Generalitat en 2023?

—Veo que la gente quiere un cambio. Para mí no es una ambición personal, pero sí lo creo posible y, además, necesario.

—Si no ganara, ¿qué haría?

—Seguir queriendo cambiar la Comunitat Valenciana. Mi compromiso es firme.

—Y si gana, ¿qué consellerias no le daría a Vox bajo ningún concepto?

—Ahora mismo no estoy en los sillones. Cualquiera que quiera apoyar esta gran mayoría de cambio será bienvenido.

—Si tuviera que apostar, ¿diría que Ciudadanos entrará de nuevo en Les Corts?

—Las encuestas indican más un 'no' que un 'sí'. Por mi experiencia, son gente seria con la que me veo casi todos los días y trabajamos bien. Si esto lo comparamos con la relación entre Puig y Oltra, que ya es noticia que se vean…

—¿Cree que Puig va a ser el presidente con el que se va a reformar el sistema de financiación?

—Los antecedentes son muy malos. La reforma ya tendría que haber ocurrido y no está claro que nos vayan a devolver lo que hemos perdido en este tiempo. En cualquier caso, el mayor drama es la deuda. Tenemos un presupuesto de 27.000 millones y debemos 54.000. ¿Cómo es posible que no se planteen reducir la grasa de la Administración? Yo ya me he comprometido a que tendré la mitad de asesores, de altos cargos y como máximo diez consellerias. Algunos dirán que es el chocolate del loro, pero yo lo veo un símbolo. Hemos calculado que se pueden reducir trescientos millones de euros al año de gastos innecesarios y que eviten duplicidades.

—Entonces, ¿qué opina del documento para la reforma del sistema presentado por la ministra montero?

—Es papel mojado y caduco. Llega tarde, no habla de deuda ni de compensacion. Vuelven a engañarnos con las palabras.

—Bastante de esa deuda de la Generalitat se amasó en los gobiernos del PP…

—Nunca ha crecido tanto como en esta etapa del Botànic.

—¿Qué opina de los nuevos mil millones que el Botànic ha dibujado en los presupuestos sin tener asegurada su llegada?

—Varias autonomías han reivindicado fondos covid de esta manera, cosa que no me parece mal. El problema es que la Comunitat Valenciana es posiblemente la menos creíble para hacer esto. Otras que lo han hecho como Andalucía o Castilla y León, ambas gobernadas por el PP, son autonomías que bajan los impuestos y tienen superávit. La Generalitat no los baja, tiene un infierno fiscal, año tras año da déficit y aumenta la deuda. Uno reivindica con más fuerza si hace sus deberes y, precisamente, en la Comunitat, se reivindica porque no se hacen los deberes. En cualquier caso, si es bueno para los valencianos lo apoyaré al 100%.

—Usted ha criticado los ingresos ficticios pero ahora le parecen bien…

—Son un invento y los critico. Es una irresponsabilidad inventarse los ingresos y yo no lo haría. En la Cámara de Comercio a mí me habrían despedido. Pero también digo que aquí no se han hecho los deberes, aunque si conseguimos algún tipo de compensación para la Comunitat, la voy a saludar.

—A nivel interno hay quien interpreta que su compañero Juanma Moreno ha trastocado su estrategia precisamente por esta alianza con Puig sobre la financiación y también con los ingresos ficticios. ¿Es así?

—Aplaudiré todos los apoyos que tenga la Comunitat para mejorar. De hecho, lo veo al revés: ha tenido que ser un presidente autonómico del PP el que venga a echar una mano, porque si tenía que ser Pere Aragonés…

—Hablemos del PPCV. ¿Por qué María José Catalá tiene tantos cargos? ¿Su relación con ella es de confianza ciega?

—Mi relación con ella es de extraordinaria confianza. No solo lo veo perfectamente compatible, sino que está demostrando una gran capacidad y acierto en todo.

—¿Debe ser Isabel Díaz Ayuso la presidenta del PP de la Comunidad de Madrid?, ¿sí o no?

—Debe ser lo que decidan los afiliados del partido en la Comunidad de Madrid.

—¿Pero este enfrentamiento no se debe a que Génova está poniendo impedimentos?

—Yo decidí presentarme a la presidencia del PPCV y la primera vez que hablé de mi candidatura fue después de estar convocado el Congreso. Siempre he pensado que es lo mejor y lo más respetuoso con mis compañeros. Cada uno que lo entienda como quiera.

«Quien sí que tiene cargos imputados en vigor es la Generalitat, con casi una decena, y que siguen en sus puestos cuando antes exigían cabezas»

—Si tuviera que elegir a un solo aliado territorial en el PP, ya sea por afinidad personal o por estrategia política, ¿quién sería?

—Hay muchos, aunque siempre le agradeceré muchísimo a Fernando López Miras el frente común por el agua. 

—Usted dijo recientemente, tras el archivo de la última causa de la Fórmula 1, que se había sido injusto con Francisco Camps. ¿Ha pensado ya en algún puesto para él?

—No.

—Pasando al caso Taula, cuando lee las conclusiones del juez y de la Fiscalía sobre la comisión de delitos en el seno del Ayuntamiento de València por parte del PP, con un total de 48 imputados, ¿qué piensa?

—No lo he leído en profundidad. Lo único que queremos hacer es respetar las decisiones judiciales, mantener la presunción de inocencia y, cuando haya resoluciones firmes, aplicar los estatutos del partido. Lo que sí que he visto es muchas ganas de ensombrecer el legado y la historia de Rita Barberá, y ante eso me niego.

—Lo que ocurre es que las conclusiones tanto del juez como de la Fiscalía apuntan a que los responsables de todas esas operativas eran personas del círculo más estrecho de la exalcaldesa.

—Cuando haya sentencia firme, lo veremos. Hay muchos compañeros que después han sido exonerados de cualquier responsabilidad y hay que ser muy prudente con todo esto. Quien sí que tiene cargos imputados en vigor es la Generalitat, con casi una decena, y que siguen en sus puestos cuando antes exigían cabezas.

—¿Si hay culpables finalmente en los casos que quedan pendientes pedirá perdón como hizo Isabel Bonig?

—Igual que defiendo la presunción de inocencia, también sería muy duro con compañeros que se han aprovechado del PP. Si alguien ha metido la mano y ha sido condenado con sentencia firme a quien tiene que pedir perdón en primer lugar es a los ciudadanos y después al PP.  

La retratista que aprendió lo importante vendiendo seguros

VALÈNCIA.- Graduada en Bellas Artes por la Facultad de Bellas Artes de San Carlos en València, Natalia Tomás Segovia (Albacete, 1985), autora del retrato de Carlos Mazón para la portada de Plaza, empezó a despuntar al conseguir dos becas de colaboración en el departamento de Dibujo y en el Consejo Técnico Asesor Docente. Sus años de formación abarcaron intereses heterogéneos: desde el dibujo y la pintura académicas hasta la teoría del arte contemporáneo y las últimas tendencias artísticas o la producción audiovisual, compaginándolos durante un par de años con sus estudios de Filología Hispánica en la Universitat de València.

  Durante algunos años de crisis personal abandonó toda producción artística. Aunque como le gusta afirmar, comprendió «la belleza, la miseria, algunas cosas relevantes acerca de la naturaleza humana y la verdadera importancia del Arte precisamente muy lejos del mundo académico y las facultades de Bellas Artes» en los tiempos en que trabajó como agente de seguros de defunción visitando cientos de domicilios particulares en pequeños pueblos de la provincia de Valencia. 

De vuelta a la pintura, regresa a su primera vocación, el arte figurativo en la especialidad de retrato. Su obra pictórica se enmarca en el realismo contemporáneo, influenciada por los clásicos españoles del Barroco y el entresiglos. Se sirve de recursos técnicos tradicionales que pone al servicio de una perspectiva de la representación más contemporánea, donde se percibe un reflejo de lo cotidiano y una fuerte relación con la fotografía como instrumento referencial, como demuestra su retrato de Carlos Mazón.

Desde su regreso ha ganado, entre otros, el primer premio de pintura de la Casa del Alumno en la Universitat Politècnica de València, el premio Barcelona Art Academy en el Modportrait convocado por Artelibre y el Museo Europeo de Arte Moderno, además de haber participado en varias exposiciones colectivas e individuales. 

* Este artículo se publicó originalmente en el número 86 (diciembre 2021) de la revista Plaza

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