VALÈNCIA (EFE). El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, ha invitado este sábado "al socialismo moderado, a la izquierda patriótica, sensata", a unirse al PP en la construcción de la alternativa a la reforma educativa, sobre la que ha dicho: "ganarán en esta ley, pero no convencerán".
Casado, que ha participado en València en un acto del PP con representantes del sector educativo, ha aseverado que el PSOE "ya no es el Partido Socialista, es el Partido Sanchista", y ha asegurado que ya no reconoce en él a la izquierda que contribuyó a la historia de España, a la educación, a la sanidad o a la Transición.
Además, ha acusado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de ser "como el perro del hortelano, ni come ni deja comer" en las competencias de las autonomías para gestionar la pandemia, bajar impuesto o "mejorar" la calidad educativa, y de entrar "como elefante en cacharrería" en las cuestiones que funcionan bien en ese margen competencial.
"Vamos a seguir trabajando, nada está perdido", ha aseverado Casado, quien ha afirmado que podrán hacer una ley educativa "por la mínima", con ocho partidos, "todos minoritarios menos el que está en el Gobierno, todos radicales", incluido el que está en el Gobierno, pero no "convencerán".
El líder del PP se ha preguntado "qué ha sido del PSOE", pues ha recordado que la educación concertada la incluyeron en la ley "don Felipe González y don Javier Solana", y ha apelado al socialismo "moderado" a colocarse "en el lado correcto de la historia" y sumarse a la alternativa a la ley Celaá que plantean los populares.
A su juicio, en apenas dos años se ha "embarrado" todo el "esfuerzo nacional" que se había logrado en educación, atención social a discapacitados, creación de empleo o política económica, y ha asegurado que hay "necesidad de ensanchar un espacio de centro, de moderación" en torno a la educación, con independencia de lo que se haya votado o del color "azul o el rojo".
Asimismo, Casado ha recordado que España es un Estado autonómico, pues ha considerado que el PP "se ha quedado como el único" que lo defiende, ya que "algunos se han hecho federalistas, otros se han hecho confederalistas y otros se han hecho jacobinos centralistas, otros son independentistas".
Ha aseverado que, en este asunto, Pedro Sánchez es "como el perro del hortelano", ya que "no come porque no cumple su obligación frente a la pandemia, deja la gestión a las autonomías y "solo visita hospitales ocho meses después para decir que va a acabar con el virus con una vacuna que no se sabe cuándo va a llegar", mientras hay "cientos de muertos todos los días".
"No come tampoco porque no cumple su responsabilidad de mejorar la financiación autonómica, que está pendiente hace años", ha agregado Casado, quien ha lamentado que Sánchez "no dejar comer" en las competencias que tienen las autonomías para bajar impuestos y e intenta que donde se bajan ahora se tengan que armonizar.
El líder popular ha asegurado que esa armonización "va contra la ley, que permite que haya autonomías que puedan modificar el margen del IRPF y modifiquen los impuestos de Donaciones, Sucesiones y Patrimonio, y va "contra la Constitución", que "respeta regímenes fiscales especiales", como el canario, o el concierto vasco o el convenio navarro.
"Tan confederalistas que son, también quieren atacar ese margen que consagra la ley y la Constitución", ha lamentado Casado, quien también ha lamentado que Sánchez "no deja comer" a las autonomías en su capacidad de mejorar la calidad educativa, ante una reforma que no les "gusta".
Según el líder popular, la "buena noticia" es que en cuanto entre en vigor esa "injusta" ley la recurrirán al Constitucional y en Europa, y en las autonomías donde gobiernan harán normativa para combatir los "efectos perversos" de esa reforma, mientras que cuando sea presidente del Gobierno, la derogará.
Casado ha afirmado además que la Comunitat Valenciana tiene una "riqueza enorme" como para que alguien la ponga de "anexo" o "apéndice de algo irreal e imposible" como los Països Catalans, algo que no van a "permitir".
El líder del PP ha destacado que Bonig se está haciendo "una experta" en educación, pues su partido ha ganado 42 sentencias "en defensa de la libertad y la calidad educativa" en la Comunitat Valenciana, y ha asegurado que a su partido le gusta la España plural y diversa, pero unida.
Casado ha lanzado un "mensaje de optimismo", porque ha considerado que la reforma de la educativa "no le va a salir bien" al Gobierno, al que ha acusado de plantear una ley "inadecuada" y sin consenso, y ha detallado el modelo en el que creen, basado en la libertad de las familias para elegir la educación de sus hijos, la igualdad de oportunidades o un "bilingüismo cordial".
En su opinión, la lengua no debe ser un "obstáculo", sino una "autopista de conocimiento, de unión", por lo que no se puede entender que el español no sea lengua vehicular, y ha defendido incluso un "trilinguismo cordial" y sin "trampas", como la de que quien quiera estudiar inglés se tenga que escolarizar en valenciano.
Una evaluación pública de conocimientos del alumnado, reforzar la inspección educativa, la colaboración público privada en la enseñanza de 0 a 3 años, la digitalización o materias troncales a nivel nacional que saquen el "adoctrinamiento" de las aulas son otras de sus propuestas.
Por su parte, Bonig ha reivindicado la "batalla por la libertad" educativa que este partido libra desde hace cinco años, con sentencias que sentado doctrina tras ser ratificadas por el Tribunal Supremo, y ha asegurado que la sociedad pide "a gritos" un acuerdo educativo de todos.
Ha lamentado que la Comunitat sea un "banco de pruebas de la izquierda" y ha cuestionado la "imposición del valenciano" en esta tierra, ahora también en la función pública, que a su juicio al final lo que hace es "emprobrecer" este territorio en lugar de "engrandecerlo".
Bonig ha asegurado que no tienen una visión "elitista" de la concertada, sino que lo que hacen es defender la "libertad", y ha indicado que ante la "política e ideológica" ley Celaá, asumen el "reto" del pacto educativo que Casado ha ofrecido a Pedro Sánchez y se lo plantean también a Puig.
La presidenta del PP de la ciudad de València, María José Catalá, ha lamentado que se haya vuelto "40 años atrás en el debate educativo", con debates que ya se habían superado, y ha opinado que "el gran problema" de la ley Celaá es su "falta de ambición y de metas".
En el acto han intervenido también la presidenta de la Asociación de inspectores una nueva Educación, Susana Sorribes, quien ha criticado que la ley Celaá abra la puerta a que pueda haber "17 proceso distintos" de selección de inspectores, y la presidenta de CSIF, Alicia Torres, para quien esta ley "de parte" creará "caos".
El presidente de la patronal de la educación privada y concertada de Valencia, Alberto Villanueva, ha criticado que esta ley "invente un derecho a la educación pública" y elimine "la demanda social", y la presidenta de la Confederación Valenciana de Padres y Alumnos COVAPA, Sonia Terrero, ha lamentado que se cuente con las familias y la "imposición" del valenciano.
La visita de Pablo Casado este sábado a València incluye también una comida con dirigentes de la patronal CEV y la inauguración de la sede del PP de la ciudad.
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