Restos del proyecto del templo ecuménico. Foto: J.R. GARCÍA BERTOLÍNVALÈNCIA. Hace más de dos décadas nació un proyecto que pretendía construir en Oliva un centro religioso ecuménico; un templo que conseguiría reunir a distintas ramas del cristianismo en un mismo lugar. De esta idea ━que llegó a conocer hasta el ya fallecido Juan Pablo II━ hoy solo queda la cimentación y una sentencia judicial que puede decidir su futuro.
A finales del siglo pasado, el Ayuntamiento de Oliva cedió gratuitamente parte del terreno municipal al Arzobispado de Valencia. El objetivo: construir un templo religioso que consiguiera unificar distintas ramas del cristianismo y que hoy en día se ubicaría junto al complejo hotelero y campo de golf Oliva-Nova. En 1998, la Archidiócesis se comprometió a tener el edificio finalizado en tres años desde la concesión de la licencia de obras. Pero de esta estructura solo se llegaron a colocar los cimientos de una base circular de cien metros de diámetro.
Han sido varias los litigios judiciales que han resuelto durante los últimos años las controversias entre el consistorio olivense y el Arzobispado de Valencia. Una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) ya revirtió al municipio la superficie cedida años atrás. Pero, aunque vuelven a ser propiedad del municipio, el Ayuntamiento de Oliva exigía, desde hace 3 años, 2,3 millones de euros por el detrimento causado en la parcela por la archidiócesis valenciana.
"Las obras inacabadas resultan inservibles y han de ser objeto de demolición por la cantidad de 2.344.146,86 €". El 29 de diciembre de 2020, el Pleno del Ayuntamiento de Oliva acordó, tras un estudio realizado, que esta era la cantidad de dinero que debían reclamar al Arzobispado para poder llevar a cabo el derrumbe de los cimientos de lo que podría haber sido uno de los centros religiosos de la comunidad cristiana más importantes.
Por su parte, la archidiócesis argumentaba: "El informe municipal no tuvo en consideración las emisiones de dióxido de carbono que se generarían con la demolición de la losa de cimentación, que pesa 28.000 toneladas". Según añadía, a partir de un informe presentado, la demolición con medios más favorables para el medio ambiente requería un importe de 1.070.305 euros.
Una vez estudiados los distintos alegatos, la última sentencia del Juzgado de lo Contencioso Administrativo nº4 de Valencia ha fallado a favor del Arzobispado. El dictamen contempla un recurso de apelación y, según ha podido saber Valencia Plaza a través de la vicealcaldesa de Oliva, Ana Morell, el consistorio está valorando si recurrir o no. Por el momento, la controversia continúa con el objetivo puesto ahora sobre los cimientos del fallido templo ecuménico en Oliva.
