Cítrics de Nules cierra la salida de sus empleados mientras varios inversores se interesan por los activos

CASTELLÓ. Avanzan los trámites en el seno del concurso de acreedores de la cooperativa Cítrics de Nules, que finalmente ha cerrado un acuerdo con las organizaciones sindicales para el despido colectivo de su plantilla. Un pacto que llega también cuando se conoce que hay varios inversores interesados en continuar el negocio de los cítricos en las instalaciones de la firma, sitas en el municipio de La Plana Baixa.

Así, tal como han confirmado varias fuentes consultadas por Castellón Plaza, sobre la mesa se encuentran las propuestas de "varios grupos inversores fuertes" nacionales que buscan hacerse con los activos de la firma para mantener la actividad. Inversores que por el momento no han trascendido, dado que las conversaciones se llevan con sigilo y en confidencialidad para el buen curso de la operación.

Lo que sí se sabe, por el momento, es que "se trabaja con la idea de continuar con el tipo de actividad", explican las mencionadas fuentes en relación a la comercialización de cítricos, la actividad que se venía desarrollando hasta el pasado mes de septiembre, cuando la cooperativa anunció la entrada en un concurso de acreedores y un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afecta a todo el personal.

Así, el despido colectivo supondrá la pérdida del puesto de trabajo para 1.057 personas. Recientemente los representantes de la cooperativa y de los empleados cerraron un acuerdo "por parte de la mayoría de la comisión negociadora", explican fuentes conocedoras de la negociación. De manera que se ha conseguido superar el último obstáculo que existía, referente a las condiciones del despido del personal del área de almacenes.

Por ahora, se desconoce qué encaje podrían tener los afectados por el ERE en el futuro proyecto que emprendan los inversores interesados en los activos, si alguna de estas ofertas acaba cuajando. Por el momento, hay que recordar que, y como publicó este diario, se ha abierto la puerta a la posible recolocación de algunos trabajadores en otras compañías del ramo. Algunas de las que se habían ofrecido son Agronostrum, el Grupo Llusar Torres o Artanfrut, que habíían ofertado al menos 150 puestos de trabajo en total para diferentes tareas: recolección, manipulado, etcétera.

El colectivo de manipulado está conformado en un 95% por mujeres (encajadoras, triadoras o rajadoras) y el colectivo de recolección de naranja corresponde a hombres en ese mismo porcentaje. Hay que recordar que, como reclamaban los empleados, la cooperativa no había hecho el llamamiento a la plantilla para incorporarse en el inicio de campaña, por lo que ya podían ser contratados por otras empresas.

Los socios, 'liberados' pero también acreedores

Otra de las cuestiones que debía resolverse en el marco del proceso concursal era el relativo a sus 650 socios, que debían encontrar salida a su producción esta temporada. Sobre ello, hace un mes la asamblea de la cooperativa aprobó la carta de libertad que les permite disponer de su fruta para comercializarla sin tener que pasar por la cooperativa, aunque en el caso de que no puedan hacerlo, esta podrá intermediar para encontrar un comprador.

Una libertad sobre la naranja que, sin embargo, no deja de desvincularles de la cooperativa por el momento. Y es que, también en la mencionada asamblea, el administrador concursal dejó claro que los socios figurarán como acreedores de la firma, dado que la liquidación de la pasada campaña todavía no se había pagado. Por ahora, se desconoce la cuantía total a la que asciende esta deuda. Lo cierto, con todo, es que la mayoría de los 21 millones de euros de deuda estimada está en manos de entidades bancarias.