COCEMFE reclama un nuevo baremo de valoración del grado de discapacidad

VALÈNCIA (EFE). La Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (COCEMFE) y sus entidades en la Comunitat Valenciana han reclamado un nuevo baremo de valoración del grado de discapacidad con motivo del Día Nacional de la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad, ya que lleva más de 20 años sin sufrir modificaciones.

Desde la confederación han considerado que el actual baremo ha quedado obsoleto y los criterios utilizados para valorar la discapacidad se encuentran desfasados, ya que existen situaciones y condiciones no reconocidas y que afectan sobre todo a la discapacidad orgánica, como las personas con fatiga o dolor, los efectos de la carga del tratamiento o las enfermedades reumatológicas y que cursan con brote, que impiden a los afectados obtener la valoración del grado de discapacidad "que les debería corresponder".

El baremo del grado de discapacidad, según la asociación, es la herramienta que observa las dificultades que tiene una persona con una enfermedad o condición para desenvolverse en la sociedad en igualdad de condiciones y le permite la entrada al sistema de derechos establecidos en el territorio nacional gracias a la obtención del certificado de discapacidad.

El presidente de COCEMFE Comunitat Valenciana, Juan Mondéjar, ha destacado la necesidad de adaptar el baremo a la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, además de que se contemple la interacción "de cada persona con su entorno social y la prestación de apoyos personalizados", por lo que el nuevo baremo supondría su adaptación a la convención.

Consecuencias de la no obtención del certificado

Ha explicado que la no obtención del certificado de discapacidad se traduce en la falta de adaptación curricular en la educación, dificultades de acceso y mantenimiento del empleo, imposibilidad en el acceso a plazas específicas para personas con discapacidad en las oposiciones, dificultades para acceder a ciertas prestaciones económicas, la pérdida de amistades y relaciones por la dificultad de relacionarse con el entorno y la aparición de otro tipo de patologías por el no reconocimiento de ciertos síntomas provocados por patologías no incluidas.

Es por ello que COCEMFE ha defendido que el nuevo baremo debe dirigirse a un modelo "de derechos humanos y social", debido a que el actual está enfocado hacia el modelo "médico-rehabilitador de la discapacidad", centrado en el individuo y sus limitaciones sin considerar los efectos e interrelaciones entre el entorno social y la realidad biológica.

El documento en el que han trabajado, consensuado en el año 2017 por todas las partes que formaron parte, incorpora mejoras para el reconocimiento de situaciones vinculadas a la discapacidad orgánica y reduce las desigualdades a nivel territorial, además de haberse realizado pruebas piloto con resultados "satisfactorios en diferentes territorios".

“Las personas más vulnerables necesitamos respuestas más rápidas y ágiles de nuestras administraciones”, ha afirmado Queiruga, por lo que ha reclamado a las administraciones implicadas su aprobación definitiva y agilizar el proceso para que las personas "tengan una valoración adecuada de su discapacidad" y el acceso a aquellos derechos y beneficios "que tratan de compensar la falta de igualdad de oportunidades".