VALÈNCIA (EP). El presidente de Confecomerç y de la Confederación Española de Comercio (CEC), Rafael Torres, ha subrayado que el sector es el "primer interesado en el ahorro de energía", pero ha reclamado que se debe "respetar la libertad de empresa" en las medidas de ahorro energético aprobadas por el Gobierno, al tiempo que ha sostenido que los topes de energía no le parecen "la mejor solución".
Por su parte, el portavoz de la Asociación Nacional de Grandes de Empresas de Distribución (ANGED), Jesús Cerveró, considera "razonable" el contenido de buena parte de las medidas, aunque expresa "dudas" sobre limitar el aire acondicionado de los establecimientos a 27 grados, porque "aparentemente contradice" las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo que fija la ley, una cuestión que están analizando los servicios jurídicos de la asociación.
Así lo han manifestado después de que el Boletín Oficial del Estado (BOE) haya publicado este martes el real-decreto de medidas de ahorro y eficiencia energética aprobado por el Gobierno, que recoge la obligatoriedad en edificios públicos, espacios comerciales y grandes almacenes, entre otros, de limitar a 27 grados el uso del aire acondicionado en verano y a 19 grados la calefacción en invierno. También obligará a apagar las luces de escaparates y edificios públicos que estén desocupados a partir de las 22.00 horas.
Por un lado, el presidente de Confecomerç, en declaraciones facilitadas a Europa Press, ha subrayado que los comerciantes saben "cuándo aplicar medidas de ahorro energético" y ha criticado que en el plan del Gobierno central "no se ha tenido en cuenta el tipo de establecimiento", su tamaño, el producto que vende -"no es lo mismo alimentación que ropa"- y la zona geográfica en la que se encuentran, "por poner algunos ejemplos".
Torres ha remarcado que "los comercios son los primeros interesados en el ahorro de energía, pero hay que respetar la libertad de empresa y las decisiones de los empresarios".
Además, ha incidido en que "el consumo de luz ya ha bajado a niveles de 2004" y "se ha reducido un 5% con respecto al año pasado, por lo que si la obligación es del 7% estamos a dos puntos". También ha advertido que "España es un país eminentemente turístico y las previsiones para este mes de agosto eran muy favorables, pero flaco favor se le hace si mermamos su atractivo, si los clientes no están cómodos en las tiendas por el calor, y si las calles carecen de luz y de seguridad por el apagón de los escaparates".
Por su parte, Jesús Cerveró ha explicado que ve "complicado" limitar el aire acondicionado de los establecimientos a 27 grados porque "aparentemente contradice" las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo que fija la ley, una cuestión que están analizando sus servicios jurídicos y esperan poder "aclarar".
En declaraciones a Europa Press, ha indicado que el sector lleva "desde hace bastante meses" tomando medidas de ahorro energético "en la línea" de lo fijado por el Ejecutivo central, en parte por el incremento de costes, y ha valorado que es "lógico y recomendable" que el Gobierno proponga medidas carácter general.
No obstante, ha señalado que le genera "bastantes dudas" establecer un límite de 27 grados para el aire acondicionado de las superficies, por un lado porque "no es una temperatura confortable" para los clientes, pero, "sobre todo", por lo que concierne a los trabajadores, ya que "las tiendas son lugares de trabajo", ha recalcado.
En ese sentido, ha hecho hincapié en que el real-decreto publicado este martes dispone una "salvedad": la de que "los umbrales de temperatura indicados deberán ajustarse para cumplir con lo previsto en el Real Decreto 486/1997, de 14 de abril, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo", de acuerdo con el BOE.
Esta norma, explica Cerveró, "establece que los locales donde de realizan trabajos ligeros, como es el caso de un dependiente o reponedor, tendrán una temperatura de entre 14 y 25 grados". Por ello, cree que el nuevo decreto "aparentemente contradice" la norma.
"Estamos intentando aclararlo y averiguarlo con los servicios jurídicos", ha añadido, porque entiende que "con esta salvedad, no debería superarse los 25 grados en la zona donde hay gente trabajando", y que la limitación de los 27 grados se limitaría a espacios no abiertos al públicos en los que no haya dependientes o reponedores.
El portavoz de Anged "espera" que "no haya que llegar a los 27 grados" y, de ser así, cree que además de las condiciones de los trabajadores, la restricción hará que para los clientes "no resulte muy cómodo" estar en los comercios, en probadores, y que esto "no va a favorecer" las ventas, si bien confía en que el cliente sea "tremendamente comprensivo" con la situación, trate de "adaptarse" y sea "solidario" con los locales que deben implantar estas restricciones.
En cuanto al resto de medidas, ha asegurado que algunas de ellas ya están en marcha en los establecimientos o "se acercan a ello". Por ejemplo, es el caso del cierre automático de puertas de acceso para impedir que se queden abiertas permanentemente, que está "en marcha prácticamente en todas" las tiendas asociadas, según Cerveró, "como medida de ahorro y confort".
También ha apuntado que en el alumbrado de escaparates ya han hecho "todos" una "reducción" y ahora simplemente deberán ajustarse a que debe ser a partir de las 22.00 cuando se apaguen.
Así, salvo la limitación del aire acondicionado, Anged cree que es "totalmente razonable" el plan de ahorro energético y "en la línea de concienciación" de las propias empresas. Explica que el mayor gasto energético es el de la climatización y frío industrial de las zonas de alimentación, pero que aun así las empresas han estado implementado otras iniciativas como la sustitución de luminarias por otras de bajo consumo que contribuyan a no calentar tanto el ambiente.