VALÈNCIA. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig (PSPV), y el presidente de Les Corts, Enric Morera (Compromís), mantuvieron este miércoles una comida en el Palau junto a dos de sus personas de su máxima confianza: el secretario autonómico de Presidencia, Andreu Ferrer, y el jefe de Gabinete de Les Corts, Lluís Miquel Campos.
Una cita de viejos compañeros de la política valenciana que se produce a las puertas de un año crucial: el que decidirá, con la cita en las urnas prevista para el mes de mayo, si el Botànic consigue mantenerse una tercera legislatura o cede ante el bloque conservador.
Aunque el contenido del encuentro no trascendió, puede intuirse que, con los actores en liza presentes, se hablaría de las distintas situaciones que atraviesan las formaciones que integran el Botànic: PSPV, Compromís y Unides Podem; de las últimas encuestas, de primarias, de posibles alianzas o de la línea de oposición marcada por el PP.
De la misma manera, resulta difícil no suponer que en esta reunión no se trataran asuntos de gestión como la rebaja de impuestos planteada por Puig; los avances en relación a la implantación de la gigafactoría de Volkswagen; los atascos en las inversiones para las plantas de energías renovables o el diseño de los próximos presupuestos.
Ahora bien, cualquiera que disponga de un mínimo conocimiento de los presentes en la comida, sabe que indiscutiblemente uno de los temas sobre la mesa sería el fútbol; ya fuera a cuenta del Valencia CF -estadio incluido- o en general sobre la marcha de las distintas competiciones.
Una reunión que llega precisamente en un momento en el que el presidente de Les Corts, Enric Morera, tiene ante sí un futuro más incierto que el del jefe del Consell. El otrora máximo referente del Bloc y de Compromís, que había amagado con cambiar de aires en dirección al Ayuntamiento de València, tiene que enfrentarse ahora al proceso de primarias de la coalición valencianista para continuar en Les Corts y, quién sabe si de nuevo en la Presidencia. A buen seguro, tendrá el apoyo moral de Puig en sus retos, dado que les une una buena relación tras tantos años de carrera política en paralelo.