VALÈNCIA. La posibilidad de que se paralizaran las obras de ampliación del Puerto de Valencia, y en concreto la construcción de la terminal norte de contenedores, se situó esta semana en el centro de la agenda mediática de políticos y empresarios. Una polémica que surgió a raíz de que ERC y Junts pudieran haber incluido entre los puntos de negociación para la investidura de Pedro Sánchez poner freno a la citada ampliación del Puerto de Valencia para no agrandar la brecha que existe a día de hoy respecto al Puerto de Barcelona.
Sin embargo, poco después de estallar, representantes de ERC negaron que hubiera sido una de las exigencias que hubieran puesto sobre la mesa al futuro gobierno progresista para dar su "sí" a Sánchez. La mera posibilidad de que esto hubiera ocurrido o pudiera suceder en un futuro, no obstante, despertó todo tipo de reacciones: de un lado, una ofensiva del gobierno de Carlos Mazón, que ha anunciado una cumbre en Madrid de la mano de Isabel Díaz Ayuso, para defender la ampliación del puerto de la ciudad.
En la otra orilla, el propio gobierno central en funciones ha reclamado "no enredar" con esta cuestión porque el compromiso que existe con el desarrollo de esta infraestructura en València es "irrenunciable". Eso sí, deberá ser "efectivo" y "cumpliendo con los objetivos medioambientales", explicó la delegada del Gobierno en la Comunitat, Pilar Bernabé.
Con este mar de fondo, este jueves entró en escena Compromís para, como el resto, marcar su posicionamiento sobre esta cuestión que, si bien es la misma que ha ido defendiendo a lo lago de los años, toma especial relevancia por el momento elegido para hacer tal anuncio o defender su posicionamiento. Más aún teniendo en cuenta que desde la propia coalición defienden que este nuevo debate es "una cortina de humo" del PP.
Así, la coportavoz en el Congreso, Àgueda Micó, anunció tres cuestiones que para la coalición serán prioritarias para la ciudad de València para dar su apoyo a Pedro Sánchez en una sesión de investidura: más inversiones para el transporte metropolitano; el soterramiento de vías del tren desde la Estación del Norte, la ejecución del proyecto de Parc Central y el túnel de Serrería; y la paralización de la ampliación del Puerto de València. Una cuestión con la que, subrayó, siempre han tenido su posicionamiento claro. "Queremos una ciudad con puerto, no un puerto con ciudad", resumió la concejal en el Ayuntamiento de València, Papi Robles.
Para ambas, toda la polémica que se ha situado esta semana en las primeras planas de la prensa son "ruido mediático promovido por la derecha" con este asunto. Sin embargo, a pesar de que consideran que todo es una "fake new" lanzada por el PP, quisieron introducir esta cuestión entre sus condiciones a la negociación de una investidura de Sánchez. "No permitiremos que los intereses de unos pocos estén por encima de los intereses de la cuidad. No queremos que vuelva a ser un caso Castor, y exigiremos una nueva Declaración de Impacto Ambiental (DIA)", explicó Micó.
Fake new o no, lo cierto es que finalmente ha 'arrastrado' al resto de formaciones políticas a posicionarse. Incluida Compromís, que a pesar de que ERC desmintiera tal reivindicación, la coalición decidió este jueves ir más allá al supeditar su apoyo a un gobierno progresista con que se paralice esta obra. Algo con lo que parece complicado que vaya a comprometerse el futuro Ejecutivo central, pero con lo que la coalición ya consiguió poner de su lado a Yolanda Díaz, quien previsiblemente estaría en ese futuro gobierno progresista.
En cualquier caso, si el PSOE de Sánchez no se comprometiera en ese sentido o no pusiera negro sobre blanco, al final Compromís acabaría quedando entre la espada y la pared en la investidura. Y nada parece indicar que, finalmente, la coalición no fuera a dar su apoyo igualmente a un gobierno progresista, lo que acabaría trasladando una imagen de 'vender' sus votos a cambio de nada.
En este sentido, miembros de la coalición mostraron minutos después de la rueda de prensa su desacuerdo con la estrategia llevada a cabo por su propio partido al no haberse marcado como prioritario de cara a una negociación otro tipo de cuestiones como el Fondo de Nivelación. Una reivindicación que Compromís ha estado reclamando años en el Congreso y que serviría como medida transitoria para compensar la infrafinanciación que sufre la Comunitat Valenciana. El compromiso de Sánchez con este fondo s supondría anotarse todo un tanto para la coalición.
No será, eso sí, la única condición que ponga sobre la mesa la coalición. Entre la lista de peticiones también se encuentra aumentar las inversiones para el transporte metropolitano al nivel de Barcelona o Madrid y fijar un compromiso con las inversiones para grandes proyectos ferroviarios que están en el aire en la capital del Turia: el canal de acceso, el futuro túnel pasante y el Parque Central, y soterrar las vías de Serrería para desarrollar el PAI del Grao. "No vamos a aceptar la parálisis de estas obras, serán condición de negociación", sentenció Micó en la rueda de prensa.
Esta última infraestructura, que servirá para conectar el barrio con la Avenida Francia, lleva pendiente de acometerse desde los años 90. Y su envergadura es considerable, por lo que ningún Ejecutivo central ha puesto un compromiso negro sobre blanco en forma de inversiones en los Presupuestos Generales del Estado para que se pueda llevar a cabo. Por el momento, no hay fondos que valgan, y tampoco se tienen noticias siquiera de los análisis preliminares del proyecto: el estudio que licitó en 2019 el Ministerio de Transportes para analizar las distintas opciones del soterramiento de las vías.
El 4 de febrero de 2020 el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana que entonces gestionaba el valenciano José Luis Ábalos formalizó el contrato para la realización del 'Estudio Informativo de la prolongación sur del Túnel de Serrería, en la ciudad de València' con la empresa Geocontrol SA, con experiencia en el sector desde 1982, por un importe de 252.630 euros -IVA incluido-. La mercantil en cuestión disponía de dos años para realizar los trabajos. Un plazo que ya expirado de forma holgada: han transcurrido más de tres años desde entonces sin que se haya presentado siquiera las conclusiones de este informe.
Por lo pronto, el gobierno municipal ha advertido que está dispuesto a adelantar la financiación del proyecto. En su momento, Ribó también sopesó incluir una partida simbólica en los presupuestos municipales de 2023 a modo reivindicativo para dejar patente la necesidad de que el Gobierno central lleve a cabo esta intervención. Con todo, tanto el gobierno local liderado por María José Catalá ahora, como Compromís ahora en la oposición quieren un compromiso económico por parte del Gobierno, dado lo estratégico que resulta la infraestructura para la ciudad y para el Corredor Mediterráneo.