Hoy es 13 de octubre
VALÈNCIA (EFE). La Comunitat Valenciana cerró 2022 con un superávit comercial de 323 millones de euros, con aumentos superiores al 20 % en exportaciones y al 30 % en importaciones, según los datos publicados este jueves por el Ministerio de Industria.
Ese superávit, no obstante, es muy inferior al registrado en 2021, que fue de 2.567 millones, y sitúa a la Comunitat como la única con saldo comercial positivo en el conjunto del año 2022 entre las principales comunidades autónomas exportadoras.
Las exportaciones de la Comunitat supusieron 39.621,8 millones de euros en el conjunto del año, un 22,2 % superiores al ejercicio anterior, y las importaciones sumaron un volumen de 39.298,7 millones, el 31,7 % más.
Se concentraron en los sectores de alimentación, bebidas y tabaco con un 19,5 % del total y un incremento del 5 % interanual); semimanufacturas no químicas, con el 17,3 % del total y un crecimiento del 22,5 %; y el automóvil, con el 14,6 % del total y una subida del 32,6 %.
Por provincias, Valencia, con el mayor volumen económico, duplicó su déficit comercial respecto a 2021 al pasar de 1.448 millones ese año a los 2.874 millones de saldo en 2022. Las exportaciones en esta provincia alcanzaron los 21.599 millones, un 24 % más interanual, y las exportaciones llegaron a los 24.473 millones, el 29,7 % más.
Castellón mantuvo su superávit pero con algo menos de volumen (2.669 millones de saldo en 2021 y 2.083 millones en 2022), con unas ventas al exterior de 10.955 millones, el 25 % más, y unas importaciones de 8.871 millones, el 45,4 % más.
Por su parte, Alicante registró un saldo similar que el año pasado se situó en 1.114 millones, con unas exportaciones de 7.068 millones, el 13,7 % más, y unas importaciones de 5.954 millones, un 22,2 % superiore.
El aumento de las importaciones energéticas, tanto en volumen como en precio, elevó el déficit comercial español hasta los 68.112,2 millones de euros en 2022, más del doble que un año antes (26.177,9 millones).
El fuerte aumento de los precios derivado de la guerra en Ucrania disparó a niveles récord tanto las exportaciones como las importaciones -con avances del 22,9 % y el 33,4 %, respectivamente-, lo que muestra el dinamismo del sector exterior español, según la secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez.
El factor clave que explica la evolución de la balanza comercial en 2022 es la energía, responsable de más de tres cuartas partes del déficit comercial: el déficit energético ascendió a 52.616,8 millones, lejos de los 15.495,5 millones del no energético.
El desfase energético se deriva, a su vez, del incremento de las importaciones de energía -90.879 millones, el doble que un año antes y el producto más importado, un 20 % del total-, debido principalmente al fuerte alza de los precios, aunque también a un aumento de las compras en volumen.
En 2022 se importaron más productos energéticos debido a la reactivación de la economía y el transporte -en particular por la recuperación del sector turístico tras la pandemia-, así como a la necesidad de acumular reservas en un contexto marcado por la guerra en Ucrania, ha explicado Méndez.
Con el deterioro del saldo comercial de 2022, la tasa de cobertura -porcentaje de las importaciones que puede cubrirse con las exportaciones- cayó al 85,1 %, 7,3 puntos menos que en 2021.
En 2023, las importaciones de mercancías crecieron un 33,4 %, hasta los 457.321 millones, un incremento que se explica principalmente por el fuerte alza de los precios (subieron 24,2 %), aunque también se incrementó el volumen de compra (en un 7,4 %).
El crecimiento de las importaciones se derivó principalmente de las mayores compras de productos energéticos, aunque también contribuyeron los bienes de equipo (con un aumento del 26,7 %), alimentación, bebidas y tabaco (31,2 %) y productos químicos (18,6 %).
Las mayores compras energéticas duplicaron las importaciones procedentes de Estados Unidos, aunque también crecieron con fuerza las procedentes de la Unión Europea (19,7 %), América Latina (51,9 %) o Asia (42 %).
Por lo que respecta a las exportaciones, sumaron 389.209 millones, un 22,9 % más y cerca del objetivo de alcanzar el umbral de los 400.000 millones en 2027, un avance que, al igual que en el caso de las importaciones, estuvo más relacionado con los precios (subieron un 18,3 %) que con el volumen (creció un 3,9 %).
Los sectores que más contribuyeron a este avance de las exportaciones fueron los productos químicos (vendieron un 34,6 % más en el exterior), los energéticos (un 80,1 %), semimanufacturas no químicas (20,4 %) y alimentación, bebidas y tabaco (12,8 %).
En cuanto al destino, las exportaciones a la Unión Europea, que supusieron el 62,8 % del total, crecieron un 24,9 %, un repunte que se observa en todos los principales mercados salvo China, que cayó un 7,5 % por las menores ventas de productos cárnicos.
Las tasas de crecimiento de importaciones y exportaciones se fueron moderando a partir del final del verano y, según Méndez, todo apunta a que las exportaciones continuarán creciendo en 2023, aunque de forma más moderada debido en parte a la propia normalización de los precios.
La invasión rusa de Ucrania y los sucesivos paquetes de sanciones redujeron en un 42 % las exportaciones a Rusia en 2022, aunque las importaciones aumentaron un 26,4 % debido al encarecimiento de los productos energéticos -el mes de diciembre ya muestra una contracción-.
Asimismo, también se resintieron las exportaciones a Ucrania, aunque han aumentado las de bienes energéticos y bienes de equipo y se han incrementado las importaciones de cereales.
Por lo que respecta a Argelia -que en verano congeló la domiciliación de las cuentas ligadas al comercio exterior-, las exportaciones bajaron un 45,9 % (un desplome que llegó al 93 % en diciembre), aunque las importaciones evolucionaron con normalidad.