VALÈNCIA (EP). Consum redujo hasta 1.590 toneladas de plástico virgen durante 2020, gracias a la reducción del gramaje de sus envases de marca propia y a la sustitución por otros materiales reciclados o compostables.
El año pasado también calculó su huella plástica, una herramienta propia para determinar la cantidad de plástico presente en los envases primarios de los productos de marca propia, incluyendo el envase de los frescos. El dato de la primera medición arrojó un total de 12.492 toneladas de plástico.
Igual que la huella de carbono, que identifica dónde se producen las mayores emisiones de CO2, esta metodología detecta los envases que generan más cantidad de plástico, con el objetivo de impulsar medidas de reducción y, en base a los datos, medir los progresos alcanzados con el tiempo, explica la cooperativa valenciana.
En concreto, el cambio de las bolsas porta-compra con más del 70% de material reciclado, así como la sustitución en 2020 de las bolsas de plástico de las secciones de frescos por otras fabricadas con materiales compostables, le permitió reducir 1.293 toneladas de plástico virgen.
También apostó por el eco-diseño para los envases de su marca propia, que ahora son más reciclables, están fabricados con otros materiales y reducen la cantidad de plásticos y otros materiales vírgenes para su elaboración. En 2020 logró reducir cerca de 300 toneladas de plástico virgen en estos envases de su marca.
Entre los productos que más disminuyeron la cantidad de plástico destacan los zumos refrigerados de la marca, con una reducción de 27,6 toneladas de plástico, así como la nueva gama de lavavajillas, en formato bolsa con dosificador ('doypack') que ahorra un 70% de plástico respecto a una botella convencional. La botella de leche solar Kyrey también fue "eco-diseñada" para incluir materiales 100% reciclados y reciclables.
Actualmente, el 11% de los plásticos de marca propia ya son de origen reciclado o elaborados con bioplásticos. A diferencia del plástico virgen, el reciclado proviene de materiales usados, dándoles así una nueva vida en línea con los principios de la economía circular. Por su parte, el bioplástico proviene de fuentes renovables naturales.
La cooperativa también revisó sus materiales de comunicación para hacerlos más sostenibles, con la sustitución el plástico del envoltorio de los cheques regalo y de la revista 'Entrenosotros' que se envía a los socios-clientes por papel FSC certificado de bosques sostenibles.
En 2021 pretende seguir desarrollando el alcance de su Huella plástica para impulsar medidas que supongan una reducción significativa en el uso de este material, dentro del plan de reducción de materiales y envases y en la línea de su compromiso con el Pacto Verde Europeo.
Dentro de esta estrategia de reducción del impacto ambiental, Consum renovó el sello 'Reduzco' del Ministerio para la Transición Ecológica por la disminución acumulada total de un 86,6% de su huella de carbono desde 2015, año base para su cálculo. Fue la primera empresa de la distribución alimentaria de España en conseguir este distintivo, que se suma al sello 'Calculo' que logró hace cinco años.