MADRID (EP). El Banco de España ha resaltado la importancia de conjugar la educación financiera con la responsabilidad a la hora de que un ciudadano se endeude, con el fin de evitar los efectos potencialmente negativos del sobreendeudamiento excesivo. Así lo ha indicado el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, en un acto organizado con motivo del Día de la Educación Financiera, bajo el lema 'Finanzas Responsables, Finanzas para Todos'.
De este modo, De Cos ha explicado que el ejercicio del préstamo responsable concierne a todos, tanto a los clientes como a los propios proveedores de servicios financieros. Así, considera que los clientes han de juzgar "con prudencia, pero sin miedo", sus posibilidades de endeudamiento y ha recordado que el propio Banco de España cuenta con herramientas online que pueden ayudarles, como los simuladores de préstamo o el presupuesto familiar.
Por su parte, ha indicado que las entidades financieras deben evaluar la solvencia del potencial prestatario antes de formalizar cualquier tipo de contrato sobre la base de una información suficiente. En este sentido, el gobernador del Banco de España ha dicho que las diversas iniciativas legislativas de los últimos años han ido en la línea de reforzar el principio de análisis de la solvencia por parte de las entidades, con el fin de proteger al consumidor.
"No cabe duda de que atender a las necesidades financieras de los ciudadanos es fundamental para el sostenimiento de muchas actividades económicas, más si cabe en la situación actual", ha subrayado. Según De Cos, el objetivo del supervisor es el de garantizar que la estabilidad financiera se apoye en relaciones equilibradas entre los ciudadanos y los proveedores de servicios financieros. "Para nosotros es una labor prioritaria. Es un esfuerzo plenamente justificado", ha apostillado, añadiendo que la práctica totalidad de los españoles será cliente de un banco, ya sea porque tiene un tarjeta de crédito o porque opera con una cuenta corriente.
En el mismo acto ha intervenido la ministra de Educación, Isabel Celaá, quien ha insistido en que la educación financiera debe ser "fundamental y básica" desde la escuela, capacitando al alumnado a tomar decisiones adecuadas que garanticen su bienestar económico y social. Para Celaá, la escuela es el mejor escenario para promover estas competencias y reducir la desigualdad, al tiempo que ha abogado por reforzar las iniciativas comunes entre lo público y privado.
"Se trata de prepararles para vivir el día de mañana de una forma independiente, que comprendan el complejo contexto económico y que estén formados como para adoptar una actitud crítica y tener capacidad de análisis ante las ofertas financieras", ha indicado.