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tribuna libre / OPINIÓN

¿Cuál es la calidad de vida de la Comunidad Valenciana?

Foto: KIKE TABERNER
31/05/2022 - 

Ninguna sociedad de las que hay en el mundo es perfecta, pero algunas son mejores que otras si nos basamos en los datos estadísticos (económicos y sociales), comparándolos entre los 194 países reconocidos por la ONU. Ya decía Anaximandro que lo que no se puede medir no se puede mejorar, y en ese sentido, en las sociedades desarrolladas como la valenciana, existen desigualdades con gente que no llega a final de mes, no disponen de un habitáculo para vivir en condiciones o son susceptibles de desahucios, al tiempo que otros viven en la opulencia o con gran capacidad de rentas y en buenos pisos o mansiones. En gran parte el fenómeno “ocupa” tiene su raíz, en la mayoría de los casos, en esas condiciones, y resulta chocante que la legislación española, un país que reconoce el derecho a la propiedad privada, no afronte con mayor diligencia este fenómeno y se creen empresas privadas para disuadirlos, pagando para ello. Todo esto son obviedades, mayoritariamente reconocidas, pero no siempre las soluciones se afrontan con la determinación necesaria.

Si centramos la atención en la Comunidad Valenciana podemos analizar las condiciones de vida de sus más de cinco millones de habitantes. Esta sociedad ha sido calificada de poco asociativa por no reivindicar con fuerza cuestiones políticas que pueden ser claves para su progreso. También que se le atribuye una actitud “meninfotista”, palabra muy valenciana, referente a la indiferencia ante los problemas colectivos, a la vez que victimista. Sin embargo, en otros aspectos su capacidad de unidad para ciertas actividades está claramente reconocida. Las fiestas de moros y cristianos, las fallas, las fogueres, la tomatina, “els bous al carrer” y otras muchas, dan una idea de la sociabilidad existente. Y no digamos la capacidad musical de pueblos y ciudades con los conservatorios, las bandas y orquestas que solo podría comparase en el resto de Europa con Austria. Hay cantidad de niños y niñas de nuestra sociedad que a edad temprana aprenden a tocar un instrumento y leer una partitura. No es casual el número de ciudadanos que asistía al Palau de la Música a los conciertos que se programaban antes que tuviera los problemas arquitectónicos todavía no resueltos después de tres años, sin que la concejala, y diputada provincial, Gloria Tello, tuviera la diligencia adecuada para solucionar el tema. Y ahí sigue, viviendo de los presupuestos públicos en estado de stand by y esperando el santo advenimiento y en silencio.

En cambio, y a pesar de las deficiencias que podamos detectar, la CV tiene una estructura social y política que mantiene un equilibrio entre lo que se conoce entre izquierda y derecha que, en mi opinión, como ya he venido manifestando, son ya conceptos caducos, aunque sirven para entendernos en el lenguaje coloquial. El PP, con alianzas en algunos momentos con UV, desde la proclamación del Estatuto de Autonomía hasta ahora, ha gobernado 20 años en la Generalitat (1995-2015; 24 en la ciudad de Valencia,1991-2015) mientras que el PSSV-PSOE, también 20 años (1983-1995, 2015-2023), en este último periodo con Compromís.  No existe en las 16 autonomías restantes una situación parecida. En cada una de ellas ha predominado una organización política mayoritaria. En Andalucía más de 30 años el PSOE, en Extremadura, Castilla-La Mancha o Asturias igualmente el Partido Socialista, con algún periodo donde ha gobernado el PP, mientras que este partido ha hegemonizado los gobiernos de Castilla-León, Galicia o Murcia la mayor parte de las legislaturas.

Foto: EP

La industria valenciana, impulsada por el emprendimiento de empresarios, sin grandes apoyos financieros, despegó desde finales del siglo XIX y especialmente en los años 60 del pasado siglo, ha sufrido la crisis de la competencia global y han quedado muchas de ellas sin perspectivas. El juguete, el textil, el papel, el mueble, la química, la cerámica, las cajas para embalajes para las frutas, toneles para el vino…construyeron un entramado industrial que junto a las exportaciones de cítricos y otros productos agrícolas convirtieron a esta comunidad en la zona económica de mayor dimensión después de Cataluña y el País Vasco. Su burguesía entró de lleno en la configuración del Estado liberal español, en sus versiones conservadora o progresista (Marqués de Campos, Navarro Reverter, Noguera, Cirilo Amorós…), por lo que no tuvo la perspectiva nacionalista de catalanes y vascos. No fue un país sin políticos, sino que estos no eran nacionalistas. La crisis de finales del siglo XX hizo que se proyectara el modelo turístico y de los grandes eventos para darle una proyección internacional y continuar con el desarrollo económico. Una política que la representó el PP en sus años de gobierno.

Las circunstancias de la crisis de 2008 aceleraron las desigualdades sociales y junto a la difusión de los casos de corrupción que fue, a pesar del altavoz mediático, menor que en zonas como Cataluña o Madrid, trastocaron la dinámica de progreso social y económico. Y vino la reivindicación de la financiación criticando los modelos que se habían establecido desde Felipe González hasta Rajoy, pasando por Aznar y Zapatero, pero sin que los diputados valencianos, de uno u otro partido, en esa época, protestaran por los sistemas establecidos. Hoy no existe ninguna Autonomía que no tenga su pelotón de expertos intentando demostrar que está mal financiada. Pero ese asunto no se soluciona si no hay un acuerdo político y de gobierno entre PP y PSOE. Está por estudiar, como se hizo en otros tiempos en la Universitat, la situación de la economía valenciana actual y el papel de los empresarios valencianos. No es normal que el capital comercial sea el eje prioritario de la hegemonía empresarial, si lo comparamos con otros países desarrollados, lo mismo que el control de las Cámaras de Comercio, como ha evidenciado en distintos artículos Xavier Rivera. Y por medio está el papel del valenciano como medio de comunicación que, desde la Llei d´Us, ha venido potenciando una lengua marginada social y culturalmente y manteniendo un bilingüismo sin grandes problemas que puede verse alterado por políticas lingüísticas sectarias. En la CV el clima suave y un cierto talante liberal ayuda mucho para su estabilidad social.

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