A partir del 12 de julio y hasta el 16 de octubre, la Sala Parpalló rescata la vida efímera del cartel y ofrece una segunda oportunidad para ver aquellos que lucían orgullosos en la Plaza de Toros.
VALENCIA. Cuando los festejos taurinos no podían recibir más estocadas en la Comunitat Valenciana, el MuVIM reivindica el papel de la tauromaquia en el cartelismo valenciano. La exposición temporal es la muestra del arte gráfico que esta tradición ha dejado a su paso y los carteles han sido seleccionados entre el fondo de la Diputación provincial, quien custodia 3.000 obras de esta temática. Toros en la Pared quiere representar la vigencia de esta actividad en la población valenciana, por lo que también incluye la visión antitaurina con obras de los diseñadores Ortifus o Paco Bascuñán. El centro de la exposición está presidido por una escultura de Mariano Benlliure en homenaje al escultor.
Los 31 anuncios de espectáculos comparten la seducción del color y los guiños folclóricos. Entre las firmas destacan la de Enrique Pertegás, colaborador de la mítica revista satírica La Traca; la de Benlliure, autor del cartel de la corrida de fallas de 1968, 21 años después de su fallecimiento; o la de Carlos Ruano Llopis, el más representado en esta muestra que pasó más de veinte años realizando carteles taurinos en la ciudad. El alicantino se convirtió en el cartelista taurino más importante de España y el pintor de toros por excelencia. También destacan pintores contemporáneos como Javier Mariscal o Miquel Navarro. El sello inconfundible de Mariscal dejó su huella en la Plaza de Toros en el año 2000 y su presencia rompe con los diseños clásicos y tradicionales de esta selección. El cartel de Navarro fue creado para publicitar los espectáculos de la feria de julio de 1987, un año antes habría sido galardonado con el Premio Nacional de Artes Plásticas.
El protagonismo está en las imágenes, pero comparte espacio con folletines y entradas para los espectáculos. Todos los carteles son una narración de lo que ocurría en el coso valenciano, por lo que se le dedica también un espacio a este edificio con más de 150 años de existencia.
Al fondo de la exposición, tímidamente, se expone la obra de cinco artistas que participaron en la muestra Vivan los Toros, organizada y expuesta por la Universidad de Valencia en 2010. Ortifus, rey del humor gráfico y un habitual entre las tiras cómicas del Levante EMV, Belén Payá, Paco Bascuñán, Marc Taeger y Ajubel utilizan el lenguaje único y directo del cartel para hacer reflexionar al espectador. Son obras que representan la desaprobación de una controvertida fiesta nacional, pero también una intención de diálogo, lo que es notable al formar parte de esta muestra.
En la presentación de la exposición, su comisario, Ricard Triviño, y el director del organismo, Rafael Company, inciden en que el MuVIM es "un museo de las ideas" y en que se debe reconocer la lucha permanente entre los que defienden esta tradición como arte y los que la definen como salvajada. Es una colección que divulga la tauromaquia desde el respeto a los colectivos animalistas y ambos remarcan que es una muestra cultural que pretende ser independiente a la controversia política.
Triviño, ha reconocido que defiende el toreo como un hecho cultural, pero que el "amor es una cosa personal" y la exposición se ciñe al arte en papel. Las obras no generan debate sobre si son o no bienes culturales, pues manifiestan el talento de grandes ilustradores valencianos del siglo XX. No transgreden la ética ecologista, sino que exhiben y contextualizan una faceta importante de la historia española. La acción conjunta del MuVIM y el Museo Taurino de la ciudad, es quien ha permitido que una pequeña parte del Archivo General y Fotográfico de la Diputación provincial de Valencia vea la luz.