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Desacuerdo en las ordenanzas fiscales de Xàtiva: aprobadas solo con el voto favorable del PSPV

Sus socios de gobierno, Ciudadanos, se han abstenido, mientras que Xàtiva Unida y PP han votado en contra

1/10/2020 - 

VALÈNCIA. Se ha dado luz verde a las ordenanzas fiscales del Ayuntamiento de Xàtiva para el próximo ejercicio. Eso sí, la falta de acuerdo entre los distintos grupos municipales es evidente. Las ordenanzas salieron adelante únicamente con el voto a favor del PSPV-PSOE que ostenta la alcaldía y cuenta con diez regidores en el consistorio. Mientras que sus socios de gobierno, Ciudadanos, que tienen dos regidores, se han abstenido. Por su parte, los partidos de la oposición, Xàtiva Unida y PP, con cinco y cuatro regidores respectivamente, han manifestado su voto en contra.

Se trata de unos impuestos, sin embargo, bastante continuistas respecto de los del año anterior. Las principales tasas como el IBI, el agua, los vehículos, los vados, o los terrenos, se han congelado. "Este año no ha habido grandes cambios en las ordenanzas fiscales, los impuestos importantes de los que dependen los ingresos del ayuntamiento se han mantenido", explica el regidor de Hacienda, el socialista Ignacio Reig. "Por lo tanto, mantenemos el nivel de ingresos para el próximo año y estamos trabajando en el presupuesto de 2021 con una previsión similar a la de 2020", añade.

Las ordenanzas para este año también prevén algunas rebajas como por ejemplo, una disminución del 25% en las sanciones de la ORA y una reducción del 50% en el impuesto de ocupación de las terrazas, para compensar las pérdidas en el sector ocasionadas por la Covid-19. "Las multas dela ORA han bajado de 80 a 60 euros, eso supone unos 90.000 euros menos", detalla Reig. Un coste similar al que supone la disminución de la tasa de las terrazas: entre 70.000 y 80.000 euros que dejará de ingresar el consistorio. "Nosotros hemos tenido que poner encima de la mesa las ordenanzas porque nadie ha querido asumir ningún coste de ningún tipo. En las bonificaciones, todos a favor, pero en las ordenanzas fiscales, no", censura el regidor de Hacienda.

Con todo, el grosso de la recaudación de los impuestos municipales de Xàtiva se realiza a través del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) y representa casi el 70% de estos "como en la mayoría de los ayuntamientos", recuerda Reig. Esta tasa, que actúa sobre el valor catastral de los inmuebles, también se ha mantenido en el 0,59%, igual que el año pasado, cuando ya subió del 0,57%. "Siempre hay polémica sobre la subida o la bajada de este coeficiente, porque un solo punto cambia bastante la recaudación", advierte. Precisamente, el IBI ha sido una de las cuestiones que ha propiciado el voto en contra de Xàtiva Unida: "Planteábamos una modificación en el IBI para implementar varios tramos, tanto por su uso como por su valor, que fuese acompañada de una revisión del valor catastral", señala Hèctor Cuenca, regidor de Xàtiva Unida.

El encargado de elaborar las cuentas municipales ha desligado la revisión catastral de las ordenanzas fiscales: "Se puede pedir una revisión, pero eso no tiene nada que ver con lo que hemos aprobado. De hecho, podemos salir perdiendo y que algunos lugares tengan un valor más alto", asegura Reig. "Y si se quiere grabar la actividad económica o la acumulación de capital, hay otros impuestos para hacerlo", argumenta. Cuenca, por su parte, difiere de esta argumentación y asegura que "el valor catastral en Xàtiva tiene una vigencia de 2005 y debería haberse revisado en 2015. Como no ha sido así, nos encontramos con que el IBI se aplica sobre unos valores catastral es de la época de la burbuja, estamos pagando un precio más alto que el valor real", explica.

Pese a las discusiones técnicas que giran alrededor del principal impuesto municipal, desde el grupo Xàtiva Unida recriminan una falta de diálogo como el motivo principal para su voto en contra. "No se nos ha tenido en cuenta", critican, a la vez que piden una mayor comunicación que incluya la negociación de las propuestas.

La nueva tasa de la poda: el origen de la abstención de Ciudadanos

Otro de los obstáculos para que estas ordenanzas fiscales contaran con un apoyo más amplio en el consistorio setabense ha sido una nueva tasa del servicio de poda que deberán pagar los vecinos de Bixquert, una urbanización de Xàtiva. Una cuestión que ha desatado acusaciones por parte de todos los partidos y que, finalmente, ha hecho que los socios de gobierno del PSPV, Ciudadanos, se decanten por la abstención.

Según cuenta el portavoz de los naranjas en el ayuntamiento, tras la prohibición de realizar quemas en terrenos agrícolas y particulares, se dio la opción a los vecinos de este diseminado de depositar los restos de las podas en una zona habilitada para ello. Sin embargo, parte de estos desperdicios se acumularon junto a los cubos de basura ordinarios. "Era un trabajo que no estaba previsto y desde el área de Medio Ambiente se comunicó que pondrían en marcha un servicio para recoger esa poda", cuenta Juan Giner, portavoz de Ciudadanos y regidor de Movilidad y Seguridad Ciudadana. "Pero no explicaron que ese servicio tenía un coste y que iba a repercutir a los vecinos, también a los que no lo hemos hecho", apunta Giner, que es uno de los vecinos afectados.

"Estamos colaborando con nuestros socios de gobierno, de hecho, las ordenanzas llevan propuestas nuestras también. Pero hubo una falta de información por parte del área de Medio Ambiente que a nosotros no nos pareció bien", sostiene el regidor de Movilidad y Seguridad Ciudadana. Concretamente, se trata de una tasa de 12,20 euros anuales por unidad fiscal que se sumaría a los impuestos que ya pagaban los vecinos de Bixquert, pese a que todavía quedaría lejos de los 40 euros que pagan los vecinos del núcleo urbano, quienes también cuentan con un mayor servicio. Desde Ciudadanos quitan importancia al importe en sí mismo, pero critican la falta de comunicación por parte del departamento encargado. "La forma de mostrar nuestro desacuerdo ha sido la abstención, sabiendo que las ordenanzas fiscales iban a salir adelante. Es un toque de atención para decirles que la próxima vez lo hagan bien", advierte.

El voto en contra de los populares recoge, a su vez, todos los desacuerdos expresados por los otros grupos municipales. Según explicó su portavoz, Maria José Pla, en la SER, han votado en contra por no tener en cuenta sus aportaciones, por quitar o rebajar bonificaciones y por aplicar una nueva tarifa en la recogida de basura a los vecinos de Bixquert con un "afán recaudatorio". Algunas de las propuestas del PP para estas ordenanzas eran, por ejemplo, un incremento de las bonificaciones a las familias monoparentales, una medida que el regidor de Hacienda considera "buena", pero que debería ir ligada al nivel de renta de estas familias.

El peso de la deuda municipal

Al desacuerdo en la aprobación de las ordenanzas fiscales, hay que sumarle la deuda municipal que acarrea el consistorio. "Estamos pagando la factura de Rus y tardaremos todavía muchos años en pagarla", subraya Reig. Hay que recordar que en 2015 el ayuntamiento contaba con una deuda de 25 millones de euros, prácticamente el total de su presupuesto anual. Esa deuda ha ido reduciéndose hasta situarse alrededor de los nueve millones de euros actualmente.

Sin embargo, en 2019 se enfrentaron al pago de 1,3 millones de euros por los sobre costes de la Ciutat de l’Esport, un hecho que según el propio regidor de Hacienda "nos destrozó el presupuesto". "Tuvimos que pedir un préstamo que nos ha generado un desequilibrio presupuestario. Por eso, este año aprobamos un plan de ajuste que debemos cumplir que no nos permite endeudarnos más de lo que amortizamos, y eso nos condiciona mucho", explica el regidor de Hacienda, quien lamenta haber tenido que "renunciar" a algunos proyectos e infraestructuras por este motivo.

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