Foto: REVITALIZEVALÈNCIA. La maternidad a partir de los 40 años es una realidad en España, y es que la cantidad de mujeres españolas que tiene hijos pasada esa edad se ha disparado en los últimos 8 años.
Según el informe Focus on Spanish Society, publicado por Funcas y basado en los datos recogidos por el INE, en 1993 solo el 1,8% de las mujeres eran madres pasados los 40. Sin embargo, en el primer semestre de 2023, casi el 10% lo han sido entre los 40-44 años, y más de un 1% de 45 años en adelante.
El aparato reproductor de la mujer no está fisiológicamente diseñado para ser madre en la madurez. La probabilidad de lograr un embarazo de forma natural a los 40 es solo de un 5% en cada ciclo menstrual. Además, no solo disminuye la posibilidad de gestación, sino que aumentan de forma considerable las opciones de aborto y de anomalías genéticas.
En España el 10% de los niños que nacen son gracias a la reproducción asistida, pero, incluso para la medicina reproductiva, esto supone un reto que no todas las clínicas tienen la capacidad de solucionar.
“La principal causa de infertilidad es la edad. Hemos instaurado en la sociedad la idea de que no pasa nada por esperar a los 40 años porque luego voy a una clínica de reproducción y me solucionan el problema. Embarazar a una mujer de 40 o 42 años con óvulos donados de una chica joven es fácil, lo difícil es lograr el embarazo a esas edades con los óvulos propios” comenta la Dra. Crespo, directora médica de la clínica de reproducción asistida Equipo Juana Crespo. La realidad, tal y como reconocen en este centro de medicina reproductiva de alta complejidad, es que resulta imprescindible conocimiento, tecnología, experiencia y amplitud de recursos para que la mujer consiga el embarazo con sus gametos.
Según la ”Encuesta Merck Fertilidad en España: Deseos y Realidad” el 52% de las mujeres entre 35 y 39 años aún tiene la maternidad como un proyecto vital a futuro, lo cual no solo complica el escenario para un primer hijo, sino que hace casi inviable tener más de uno.
En fertilidad, el tiempo es el recurso más valioso. Por ello, a la hora de escoger una clínica es muy importante valorar la experiencia en casos complicados, los especialistas y los resultados.
“Realizamos al año unos 4.000 ciclos de reproducción asistida. La edad media de nuestra paciente es de casi 39 años y, de todos esos ciclos, el 78% son de fecundación in vitro con óvulos propios. Esto unido a más de 35 años de profesión centrada en la alta complejidad, hacen que Equipo Juana Crespo sea el mayor centro especializado en maternidad a partir de los 40 años” aclara la Dra. Juana Crespo, directora médica.
Pero ¿qué alternativas tenemos en el presente para dar respuesta a ese gran grupo de mujeres que retrasaron la maternidad sin conocer sus consecuencias? En Equipo Juana Crespo lo tienen claro. “La ciencia y la investigación nos está permitiendo, poco a poco, ir ganando terreno a la edad y ya, las tasas de éxito que tenemos en FIV con óvulos propios en mujeres hasta 42 – 43 años son muy altas gracias al tratamiento de Revitalize Ovario y Útero o tecnologías como el Uteromapping”
En cuanto a la prevención, es el momento de concienciar a las mujeres que la fertilidad es caduca y que la planificación de la fertilidad es la gran baza, sobre todo de la mujer, para poder llevar a cabo un proyecto de vida completo sin tener que renunciar a su carrera profesional.
“Nuestras madres nos educaron para ser profesional, económica y sentimentalmente independientes. Este reto ya está conseguido, la misión de nuestra generación es educar a nuestras hijas y nietas a ser reproductivamente independientes y esto solo se logra planificando la fertilidad. Planificar, en todas las facetas de la vida, significa tener opciones”
En esto la doctora Crespo también es muy insistente. “Planificar la fertilidad es ponerte en manos de un buen especialista en fertilidad cuando aún se es fértil, es decir, alrededor de los 30 años y no más tarde de los 35, para trazar juntos un plan de futuro”.
El diagnóstico y el tratamiento es fundamental para no provocar daños renales permanentes
