El presidente provincial del PP admite que con las medidas que están adoptando pueden pagar "justos por pecadores" pero recalca que la situación requiere actuaciones "extraordinarias"
VALENCIA. La operación Taula ha removido los cimientos del PP de la Comunitat Valenciana, especialmente en la división provincial y local de la formación popular. Ante las detenciones e imputaciones que se han sucedido en los últimos días, la mayoría de ellas vinculadas a la Diputación y al Ayuntamiento de Valencia, la dirección regional y las cúpulas provinciales han decidido dar un paso hacia adelante con la solicitud a Génova de autorización para celebrar cuanto antes un congreso extraordinario del partido.
Vicente Betoret (Vilamarxant, 1972), alcalde de su municipio durante 16 años y número dos del PP provincial durante una década, es el actual presidente de Valencia y uno de los dirigentes que está respaldando esta medida. Tras las pasadas elecciones autonómicas, ya convocó unas jornadas con la militancia para debatir sobre participación, primarias y listas abiertas. Ahora, se enfrenta a junto a Isabel Bonig, José Císcar y Javier Moliner, al reto de reconstruir el partido tras los últimos golpes recibidos.
-Son días difíciles para el PPCV. ¿Qué ambiente se respira en el partido y cómo lo está llevando usted?
-Es una situación de mucho estrés y tensión. Las noticias, casi siempre malas, se suceden más rápido incluso que nuestras propias reacciones. Pero es lo que hay y tenemos que afrontarlo.
-Una de las prioridades es recuperar el pulso con la militancia y la confianza del electorado. ¿Es el congreso la reacción y solución a los problemas del PP?
-Esto se hace para marcar un antes y un después. Decir hasta aquí hemos llegado y abordar un replanteamiento global pero, y esto es lo importante, de la mano de la militancia. Se pretende que todo el mundo participe y que todos den su opinión. En definitiva, mejorar en todos los aspectos que se pueda y cambiar lo que no funciona o funciona mal.
-Muchos altos cargos de Madrid se apresuran a decir que el PP de la Comunitat Valenciana necesita una regeneración. Con estas afirmaciones, se entiende que debería ser sencillo que permitieran ese cónclave de carácter extraordinario y que contuviera novedades en las formas y el contenido.
-Desde la distancia es muy fácil opinar pero al final los que tienen que opinar son los que están aquí, por eso hablamos de que debe haber una reconstrucción desde la base y abordarlo con un diálogo permanente con los afiliados.
-¿Sería una buena palanca de apoyo que esta participación se manifestara con el método 'un militante, un voto'?
-Es una opción y me parece fenomenal. Aunque también quiero hacer una reflexión: el sistema de compromisarios también tiene mucho de 'un militante, un voto'. Cabe recordar que, con este método, si hay 15 compromisarios en un municipio o un distrito, se vota y los 15 primeros son los que van al congreso. En cualquier caso, hay que estudiar la fórmula más adecuada: no vas a hacer un congreso con 150.000 compromisarios.
-Bueno, para eso está internet u otras fórmulas mixtas. Otro debate es la actualización real del censo y comprobar que hay realmente 150.000 afiliados...
-Aunque luego fueran 100.000 y quisieras hacerlo por internet, también tienes que ver cuántos manejan internet y tratar de garantizar que puedan participar los máximos posibles. La intención es que todos puedan expresar su opinión y buscar las mejores soluciones para ello.
-La fórmula del congreso extraordinario tiene sentido si es antes del cónclave nacional e incluso previamente a si se fueran a repetir las elecciones generales. ¿Qué fechas quiere el PPCV?
-Nosotros queremos que sea cuanto antes. Es verdad que hay una situación de incertidumbre respecto a si se va constituir un gobierno o no, con la posibilidad de que se abra un nuevo periodo electoral, lo que complicaría todo porque no parece muy aconsejable organizar un congreso en medio de esta situación. Tenemos que debatirlo aunque sí nos aseguraron desde Madrid que sería el primero congreso que se celebrara.
-Hay dirigentes del partido que advierten de que está todo muy revuelto para lanzarse ahora a un congreso extraordinario.
-Es muy difícil saber qué es lo más acertado y hay opiniones para todos los gustos. Hay personas que te dirán que ya teníamos que haberlo hecho, otros dirán que esperes al ordinario que no está tan lejos y otros que lo hagas incluso más tarde, a medio plazo. Es normal que cada uno tenga su opinión pero hemos decidido que lo mejor era hacerlo lo antes posible y es lo que hemos planteado a Génova, que ha sido receptiva a la propuesta. En definitiva, hemos optado por reaccionar.
-En lo que no está de acuerdo la dirección nacional es que haya debate sobre el cambio de marca o de siglas.
-La marca puede tener connotaciones para unos positivas y para otros negativas. Pero bueno, la marca ha servido hasta ahora: con ella se han conseguido siete millones de votos en diciembre y aquí se han logrado grandes cosas así que no será tan negativa. Lo que hay que intentar es contrarrestar las percepciones negativas que se asocien a la marca. Aunque todo se puede estudiar, no creo que sea la clave: si cambias la marca y no cambias las cosas, todo se quedaría en una operación de maquillaje.
-Ha elegido a Vicente Ferrer como secretario general provincial. ¿Por qué este fichaje? ¿Cree que se ajusta al perfil de regeneración? ¿Habrá más cambios?
-Vicente es una persona con amplia experiencia en el ámbito municipal, ha estado también en la Diputación, en el Congreso, en el Senado... conoce los pueblos y la ciudad. Creo que era necesario apostar por una persona que tuviera experiencia, con tablas, y que conociera la organización. Pienso que hará buen papel. En cuanto a otros cambios en la dirección provincial, todo se andará, aunque prefiero ir poco a poco.
-¿Hay un estado de psicosis colectiva en el PP con la operación Taula? ¿Teme verse apareciendo en algunas grabaciones?
-Al final tú no sabes lo que pueden haber dicho de ti o en qué tipo de conversación te pueden haber mencionado con algún comentario que pueda desprestigiarte. Si hay conversaciones grabadas durante 10 años ahí puede haber comentarios de todo el mundo. Pero bueno, yo tengo la conciencia absolutamente tranquila.
-Es innegable que usted ha tenido una carrera política en el PP próxima a Alfonso Rus. ¿Qué puede decirle a las personas del partido a las que esto les genere dudas?
-La verdad es que nunca he tenido un puesto en la Diputación y no sé lo que ha ocurrido allí. Es más, posiblemente habrá muchas personas que estaban en la institución que tampoco sabían si se estaban produciendo los presuntos delitos que se investigan.
-¿Qué ocurrirá con los concejales y asesores de Valencia investigados? ¿Qué medidas concretas se van a adoptar? ¿Debe dejar el Senado Rita Barberá? ¿Ha hablado con ella?
-Lo que ha planteado la presidenta regional, Isabel Bonig, es que dejen el acta si se mantienen como investigados tras declarar. Es posible que paguen justos por pecadores pero ante situaciones extraordinarias hay que aplicar medidas extraordinarias. En cuanto a Barberá, la verdad es que la última vez que hablé con ella fue antes de todo esto. Es su decisión.
-Hablemos de estos primeros meses de legislatura. ¿Qué puntos débiles está viendo en el actual Consell de PSPV y Compromís?
-Creo que plantean una gestión política, de titulares, pero no hay una gestión real. Si siguen aumentando los gastos pero no los ingresos se llegará a una situación de colapso.
"CUANDO GOBIERNAS, A VECES DEBES ELEGIR ENTRE CONSTIPARTE O MORIRTE. NOSOTROS ELEGIMOS CONSTIPARNOS, EL ACTUAL CONSELL Parece preferir lo segundo"
A nosotros nos tocó hacer esfuerzos importantísimos porque estábamos en una situación delicada: querer recuperar todo aquello de golpe y además sumar más cosas es una estrategia que, a lo mejor políticamente en el corto plazo puede tener un resultado, pero no se puede sostener. Cuando gobiernas, hay veces que tienes que elegir entre constiparte o morirte. Nosotros elegimos constiparnos... pero ellos, veremos la bola que están generando adónde llega.
-El PSPV busca meter en la rueda de los acuerdos también a Ciudadanos pero con el PP los debates siguen siendo tensos. ¿Dónde ve mayores puntos de conflicto?
-Es que hay cosas muy ideológicas en su manera de gobernar con las que no podemos estar de acuerdo. Por ejemplo, el modelo educativo: en contra de la concertada y demonizando a la escuela privada. Diciéndole a los padres qué tipo educación deben de recibir a sus hijos, en qué idioma, polemizando con la religión... cuando nosotros defendemos que en ello haya libertad.
-Usted ha sido muy agresivo en Les Corts con las políticas del conseller de Rafael Climent en relación a la creación de empleo y la economía. ¿Cuál es su preocupación?
-Están bloqueando cuestiones importantes como Puerto Mediterráneo o Alcoinnova... invocando un cambio de modelo productivo que llegará dentro de 20 años según el conseller. La gente necesita puestos de trabajo ahora y no puede estar hibernando como los osos 20 años hasta que haya cambiado el modelo productivo. El Estado de Bienestar se sustenta en la economía, en gente que trabaja y cotiza: si se arruina lo privado, lo público es lo siguiente en caer.
"EL ACTUAL CONSELL TIENE QUE ENTENDER QUE SI SE ARRUINA LO PRIVADO, LO PÚBLICO SERÁ LO SIGUIENTE EN CAER"
-¿Cómo ve las negociaciones entre Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, Albert Rivera..? ¿Habrá pacto? ¿Cómo puede afectar a la Comunitat?
-Veo un panorama muy complicado porque no le salen los números. Por ejemplo, aunque pacten, sacarán un presupuesto, lo tumbará el Senado, volverá al Congreso... en fin, lo veo todo un proyecto personalista de Pedro Sánchez. Y hasta que esto no se aclare, no nos engañemos, abordar la reforma del sistema de financiación que necesitan los valencianos es muy difícil porque se necesita mucha estabilidad.
-¿Cree que al PP le iría mejor si se repitieran las elecciones?
-Es difícil hacer pronósticos aunque las encuestas dicen que algo mejoraríamos. Por otro lado, sería malo para España y no lo queremos pero, estratégicamente, lo mejor para el PP sería que se constituyera este Gobierno entre PSOE, Podemos, Izquierda Unida... y se destapara esta gran mentira de todo lo que han contado. Mucha gente diría entonces: 'Estos son los que lo iban a arreglar todo'. Pero bueno, el precio a pagar por eso es demasiado alto, porque puede significar mandar otra vez al país a un abismo en un año.