VALÈNCIA (EFE). La economía roza el aprobado con un 4,5 este año después del pesimismo instalado en el año de la pandemia y con unas expectativas más altas para dentro de un año y medio, según una encuesta realizada por el Colegio de Economistas de la Comunitat Valenciana.
El año pasado la economía valenciana y la nacional estaban en un suspenso con un promedio de 3,76 y 3,51, respectivamente, pero este 2021 han estado más cerca del aprobado registrando un promedio de respuestas entre el 4,50 y el 4,38, si bien conservan una visión pesimista del panorama económico y sitúan el paro como el principal problema.
Las previsiones para dentro de medio año ya superan el aprobado, registrando un 5,39 para la Comunitat y un 5,17 para el país, según los resultados de la encuesta "Los Economistas Opinan. Junio 2021", presentada este martes por el presidente del Consejo Valenciano de Economistas, Francisco Menargues, el decano de Valencia, Juan José Enríquez, y el de Castellón, Jaime Querol.
Para el 63 % de los economistas el mayor problema de la economía de la Comunitat es el desempleo, y un 53,6 % piensa que el segundo problema más común es la evolución de la inadecuada dimensión y estructura de las empresas valencianas, aunque este porcentaje ha disminuido en 9 puntos porcentuales respecto al informe del año anterior.
Entre los principales sectores valencianos, los que han obtenido una visión positiva sobre su evolución han sido la industria y la construcción, y los resultados apuntan a una pronta recuperación, mientras que el turismo sigue siendo el que peor previsión de futuro presenta, junto al comercio.
Sobre las medidas adoptadas para paliar la crisis económica, una de las mejores valoradas son los ajustes generalizados de gastos públicos con 3,39 puntos sobre 5, así como el ajuste severo en el número de representantes públicos y de asesores en todos los niveles de la Administración (3,95), la unificación de procedimientos de CCAA en competencias transferidas y del ajuste de plantilla de los funcionarios a medio plazo con movilidad funcional, ambas medidas con 3,48 puntos.
Por el contrario, la subida generalizada de impuestos genera un rotundo rechazo, con 1,07 puntos sobre 5, y Menargues ha afirmado que hay que poner "en cuarentena" la afirmación de que España tiene una presión fiscal menor que otros países europeos porque, aunque es cierto que en términos absolutos puede parecer así, si se cuenta solo el volumen de los impuestos que se recaudan en función del PIB total, se debe tener en cuenta cuál es el salario medio de los españoles.
Con este indicador, la presión fiscal relativa de España es una de las más altas de los países de Europa, ha explicado.
Según Enríquez, la tributación en la Comunidad de Madrid es inferior a la valenciana pero en el caso del IRPF, con tramos más bajos, su tributación media es un 50 % superior, y si se compara la renta es un 30 % superior.
"Nos encontramos con que Madrid tiene mucha mayor presión fiscal, pero hay que tener en cuenta que la renta per cápita es muy superior a la valenciana con tipos más bajos, que permiten recaudar mucho más", ha manifestado.
Sobre las medidas económicas adoptadas por el Gobierno, la implantación de peajes en las carreteras es considerada negativa para casi un 50 % de los encuestados, en tanto que un 33 % lo califica de doble imposición "inadmisible", por el pago de impuestos del automóvil y del carburantes, y un 27 % opina que el pago de uso de peajes debería financiarse con cargo a presupuestos públicos.
La alternativa más votada que se daba en la encuesta es no implantar ningún nuevo peaje, opción por la que se decanta el 65 % de los encuestados.
