El 'alma libre' de Badenas dispara el malestar en la ejecutiva de Vox

VALÈNCIA. Que Juanma Badenas va por libre –dentro de Vox– se comprobó desde el minuto uno en el que inició la campaña como candidato a la alcaldía de València. Su perfil público no es el habitual dentro de su partido y sus formas no han gustado demasiado a compañeros de filas ni a la cúpula nacional. 

El descontento trascendió especialmente cuando presionó para entrar en el Ayuntamiento como socio del PP de María José Catalá. En aquel momento, usó un tono más bien poco respetuoso hacia la alcaldesa de València para emitir sus críticas, lo que desencadenó diversos comentarios a la interna. Una de ellas ya fue en relación al Valencia CF. Algo que ha vuelto a provocar ahora el último cabreo de la lista acumulada que lleva la ejecutiva del partido. 

Después de que el pacto encallara entre tensiones, tuvo que ser directamente Montserrat Lluis –vicesecretaria nacional de Acción de Gobierno de Vox y persona de la total confianza de Santiago Abascal– la que interviniera en primera persona para que llegara a buen puerto. Lluis fue la interlocutora del PPCV en aquella ocasión y lo ha sido en muchas más desde entonces, tanto a nivel municipal como autonómico. 

Al episodio de los roces con el acuerdo de gobierno le siguieron otros en los que afloraron los reproches: el plantón al Rey Felipe VI durante la entrega de los Premios Jaime I por parte de Badenas y el resto de concejales voxistas, ciertas salidas de tono y, probablemente lo más relevante, el hecho de que algunas de las iniciativas que presenta en el Ayuntamiento sean sin conocimiento de la dirección nacional. 

El funcionamiento de Vox en el ámbito interno es rígido y no suele dejar opción a la fisura. Según explican fuentes del partido, existe una llamada comisión técnica que coordina las propuestas y posicionamientos que la formación lleva a cabo en cada institución de España en la que se encuentra. Esta comisión es a la que se dirigen, por ejemplo, los grupos parlamentarios o los municipales en todo lo concerniente a su acción política. El objetivo, indican, es coordinar. Pero se sobreentiende que la misión es también controlar que nada se escape al filtro de este órgano. 

Son muchos los que dudan de que determinadas mociones del segundo teniente de alcalde en la ciudad hayan superado el citado filtro de la comisión técnica, puesto que la dirección nacional de Vox no era conocedora de ellas, según comentan fuentes del partido. Y el último ejemplo ha sido el de la relacionada con el Valencia CF, que ha provocado un notable descontento en la cúpula nacional.

El texto, presentado de manera urgente en la Comisión de Urbanismo del Ayuntamiento, planteaba revocar los derechos urbanísticos concedidos al club. Ocurría el mismo día que el PP secundaba la moción presentada por PSPV y Compromís para desbloquear el Nou Mestalla. 

La moción de Vox iba acompañada de un hecho importante: en los metadatos figuraba que uno de sus autores era el abogado Pablo Delgado, tal como ha informado El Confidencial y ha podido comprobar este periódico. Cuando las tensiones de Badenas con Catalá se desataron el pasado otoño en relación con el Valencia CF, este periódico ya destacó que el posicionamiento del segundo teniente de alcalde fue calcado al que poco antes había trasladado Marea Valencianista, la plataforma capitaneada por el empresario Miguel Zorío y que cuenta con la asistencia jurídica del despacho de Delgado, donde trabaja el expresidente de la Generalitat Francisco Camps (al que también ha defendido en casi todas sus causas judiciales de las que ha salido indemne).

Badenas mantiene buena relación con todos ellos y este cúmulo de vínculos personales despertó desde entonces multitud de comentarios en los círculos políticos. Especialmente en los del PP, donde consideraban que Camps –que no mantiene la mejor de las sintonías con Catalá– estaba teniendo influencia directa en determinadas posiciones que Vox estaba adoptando en la ciudad, como la del Valencia CF. 

Zorío, posicionado contra Peter Lim, está litigando contra las obras del Nou Mestalla y pretende hacerse con la propiedad de la sociedad anónima deportiva.

Para todos, ahora se confirma materialmente esa teoría de la influencia directa en Badenas de este grupo de personas con intereses en el asunto. Lo que ha acrecentado a su vez el descontento en la cúpula nacional de Vox al considerar que existe un conflicto con su cargo público. 

El propio segundo teniente de alcalde admitió este jueves que lo asesoraba Delgado porque desde que tomó postura hace más de un año "en defensa de los intereses de los valencianos y del valencianismo" se le ofrecieron muchísimas personas, entre ellas él. "Es un gran profesional del Derecho y conoce en profundidad cómo han sido los  incumplimientos de Peter Lim", afirmó, para explicar que cuenta con sus servicios jurídicos.

Los rumores, como cada vez que se produce una polémica así, se disparan. Y los de estos días apuntan al deseo de la ejecutiva de que Badenas renuncie al acta. A ello se une que el pasado viernes hubo un conato de ruptura del pacto con el PP –también con motivo de la licencia del Nou Mestalla– que tuvo que ser desactivado, según algunas fuentes. 

El escenario de una dimisión, sin embargo, no resultaría nada sencillo puesto que todo aquel al que se pregunta por el asunto vaticina que, aunque Vox lo acabara expulsando, Badenas retendría el acta y en sus pasos le seguiría la concejal Cecilia Herrero, que es su pareja. Ambos pasarían al grupo mixto, algo que desataría una notable crisis en Vox, que se quedaría con dos ediles. A ello se une que, dependiendo del resultado, esta situación podría afectar a la aritmética de mayorías en el consistorio, donde el PP tiente 13 concejales y Vox cuatro, mientras en la oposición Compromís (nueve) y PSPV (siete) suman uno menos.

Por el momento, Badenas se limita a señalar que mantiene muy buena relación con su partido y no confirma que le hayan pedido el acta.