El consistorio lamenta que siguen faltando policías, bomberos, administrativos... y reclama que se retire la tasa de reposición
VALENCIA. ¿Está el Ayuntamiento de València al borde del colapso? “No diría que tanto, pero nos falta gente”, reconocía el concejal de Gobierno Interior, Sergi Campillo, este jueves, a la conclusión del pleno ordinario del consistorio. Las carencias de personal siguen siendo el principal lastre de un Ayuntamiento que se ve incapaz de atender a todas las demandas y exigencias del gobierno municipal.
Los datos que exhibió este jueves Campillo en el pleno hablan de un constante descenso de trabajadores a lo largo de esta década, una inercia negativa que ya ha tocado suelo. En 2010 la plantilla del Ayuntamiento de Valencia ascendía a 5.377 empleados públicos. Un lustro después, en 2015, era un 10% menor: 4.810. En 2016 la cifra descendía a 4.707. Ha sido este año cuando, por primera vez en siete, se ha roto la tendencia negativa. En la actualidad la cifra de empleados públicos asciende a 4.846. Campillo y el resto de los concejales que conforman el Govern de la Nau consideran que es insuficiente.
Hay una barrera que se quiere superar, la de los 5.000 empleados, pero para ello es preciso que se eliminen las trabas legales desde Madrid. De ahí que en el pleno ordinario de este jueves el concejal de Compromís le dijera a los representantes del PP que, si de verdad querían apoyar la creación de empleo público, se dirigieran a Cristóbal Montoro, el ministro de Hacienda, y le exigieran la supresión de la tasa de reposición.
A Campillo se le vio especialmente apasionado. Respondió con intensidad al concejal popular Félix Crespo, quien había criticado que no se doten plazas de Policía Local y Bomberos. Habló de que desde el PP tenían “cara política” por presentar una iniciativa “para pedir la convocatoria de nuevas plazas” de Policía Local y Bomberos cuando mientras estuvieron en el gobierno de la ciudad “pasaron nueve años sin convocar plazas”.
Igualmente, el responsable municipal señaló que el Ayuntamiento tiene “disponibilidad presupuestaria para convocar más plazas” de personal pero lamentó que no pueda hacerlo porque “el Gobierno central del PP lo impide” y acusó al PP de “aplicar la política de Estrumpir”, diciendo “mentiras”para que “alguna se crea”.
Montoro, como metonimia de las políticas de austeridad del Gobierno central, fue invocado en el hemiciclo valenciano, al tiempo que el concejal de Compromís hablaba de que habían heredado una “situación endemoniada”. Pero no fue un argumento que calara entre las filas de la oposición, especialmente en Ciudadanos, cuya concejala María Jiménez rechazó las menciones al pasado porque el Govern de la Nau es “ahora es el responsable”. “A día de hoy no se sabe nada de nuevas plazas de Policía Local ni si ha salido la lista de aspirantes. Al paso que vamos, al acabar el mandato en 2019 no habrá nuevos agentes”, vaticinó.
Una situación preocupante porque, advirtió, una media de 60 agentes de Policía Local pasan a segunda actividad cada año y se jubilan una media de doce. Por ello, según sus cálculos, desde que gobierna el equipo de Ribó se han perdido cerca de 200 policías en segunda actividad y 50 en jubilación. “En 2019, el 40% de los policías estarán en segunda actividad y no harán funciones de seguridad ciudadana”, agregó.
Crespo coincidió con Ciudadanos en criticar las carencias que generan las jubilaciones, hay 80 prevista por año, y el pase a segunda actividad. Por ello instó a suplirlas con un aumento de plantilla, acusando al gobierno local de hablar del pasado para extender “una cortina de humo” con la que tapar “su política negativa” en materia de personal.
Al final Campillo defendió una moción alternativa a la del PP, que fue secundada por el equipo de gobierno del Ayuntamiento de València, presidido por el alcalde Joan Ribó y conformado por Compromís, PSPV y València en Comú. En ella se reprobaba la“nefasta gestión” del anterior equipo de gobierno del PP en el Ayuntamiento, se requería al Gobierno central que se eliminase “la tasa de reposición” de efectivos, se insistía en solicitar una reforma del sistema de financiación local que permitiera más autonomía a los ayuntamientos (“no somos menores de edad”, dijo Campillo) y se incidía en su compromiso por recuperar “en la medida de las disponibilidades presupuestarias” la ocupación pública.