TRas ganar los nuevos coches eléctricos se abre ahora nuevo escenario en la planta

El empleo, el nuevo caballo de batalla de Ford Almussafes

24/06/2022 - 

VALÈNCIA. "Será necesaria una significativa reestructuración en Almussafes". Así de tajante se mostró este miércoles el presidente de Ford Europa, Stuart Rowley, tras confirmar que Almussafes se imponía a Saarlouis en la competición interna que ambas han mantenido para lograr los nuevos coches eléctricos. Una inversión, todavía sin concretar, que asegura diez años de producción en la factoría y que, a su vez, da un respiro a toda la industria de la automoción valenciana, en vilo desde hace meses. 

Tras complejas negociaciones que se han prolongado cerca de medio año, la factoría valenciana ganaba la pugna interna que inició Ford y que ha mantenido a ambas plantas luchando sin descanso por asegurar su futuro. Una noticia que provocaba un gran alivio en el sector porque, de lo contrario, el horizonte más previsible hubiera sido un cierre lento y agónico. No obstante, transcurridas las primeras 48 horas de euforia, ahora llega un nuevo asalto que deberá afrontar la fábrica en los próximos tiempos: asegurar el máximo empleo posible. 

La multinacional ha sido clara en este sentido. Ya lo advirtió en el mes de mayo, cuando en una misiva a la plantilla afirmó que independientemente de cuál de las dos fuera la ganadora iba a haber recortes. "Es previsible que ambas factorías deban someterse a un redimensionamiento de su estructura actual", subrayó entonces Rowley. Un futurible que ahora es ya una rotunda afirmación, como apuntó este miércoles en su comparecencia para anunciar la ubicación elegida.

Así, el directivo dejó claro que se iba a tener que acometer una reestructuración que supondrá recortes en la plantilla valenciana, dado que la producción de vehículos eléctricos "requiere menos empleados que la fabricación de un modelo al uso", explicó. Los detalles del 'hachazo' se desconocen, dado que tampoco se ha concretado qué modelos se van a empezar a producir en la factoría valenciana a partir de 2025. Todo apunta a que serán de tamaño grande tipo Mustang o Explorer, pero no hay nada confirmado. Tampoco la inversión ni el volumen de trabajo que asumirá en tres años la planta, por lo que todavía es pronto para cuantificar el impacto en el empleo.

De hecho, Paco Segura, miembro de la junta directiva del Clúster de Automoción de la Comunitat Valenciana (AVIA) reconocía, en una entrevista con Plaza Radio, que la nueva motorización llevará menos componentes y, por tanto, eso afectará a los puestos de trabajo porque se simplificará la producción de los vehículos. Y ello también tendrá un efecto arrastre para la industria auxiliar del automóvil. De hecho, según el sector calcula que para la producción de eléctricos se precisa un 30% menos de mano de obra que para los de combustión o híbridos.


Eso sí, Segura subrayaba que habrá que esperar a conocer el número de unidades que fabricará la factoría antes de calibrar el posible impacto laboral. "Lo más importante en estos momentos es la cantidad de vehículos que se vayan a asignar en Valencia y a fabricar. Eso es clave. Hace años se fabricaban en Almussafes 400.000 coches y éramos una de las que más producía. Ahora dependerá de esas cuestiones", explicaba en la entrevista. 

Una de las mayores incertidumbres es el futuro de la planta de motores, en la que trabajan cerca de un millar de trabajadores, de los cerca de 6.000 en Almussafes. En estos momentos, se suministran 2.200 unidades diarias de los motores 2.0 y 2.3 Maverik EcoBoost y 2.0 GDI, que se envían a las plantas estadounidenses de Louisville (para el modelo Escape) y Flat Rock (Lincoln), la canadiense de Oakville (Edge), y para los modelos Mustang y Transit Connect de Valencia. En el último trimestre de este año está previsto lanzar el motor Duratec 2.5 litros para el Kuga PEHV (híbrido enchufable), por lo que su producción está garantizada para unos años. 

No obstante, Ford ya ha dejado claro que su hoja de ruta pasa por producir y vender en Europa exclusivamente vehículos eléctricos a partir de 2030. Y, aunque la mayoría de motores se venden al mercado norteamericano, paulatinamente la producción irá descendiendo. Desde Almussafes son conscientes que se inicia ahora una nueva batalla, aunque confían que parte de ese excedente de personal lo pueda asumir la gigafactoría de baterías de Volkswagen en Sagunt al tratarse de trabajadores formados y cualificados.

Menos modelos

Pero, además, en vehículos solo este año 2022 la factoría ha perdido el Mondeo y la producción de la Transit para el mercado europeo. Ya en 2023 y 2024 se despedirá del S-MAX y la Galaxy y la parte de la furgoneta que fabrica para EEUU, por lo que a partir de 2025 solo producirá el Kuga y los nuevos eléctricos, aún por especificar, pero se baraja que puedan ser dos. 

Y no solo eso, sino que el número de unidades fabricadas en la planta en los últimos años también ha ido a la baja de manera consecutiva: 417.002 coches en 2017; 381.000 en 2018; 345.600 vehículos en 2019; 235.400 en 2020; y 162.620 en 2021, su actividad más baja en nueve años. Todo ello ha sido consecuencia de los vaivenes en la planta que se han agudizado por la crisis sanitaria y en especial por la escasez de microchips. 

Una situación de la que son conscientes desde UGT. Aunque destacan el "alivio" que ha supuesto la noticia, reconocen que la nueva realidad conllevará "la adecuación de la fábrica y supondrá el inicio de una larga tarea por delante". "No podemos olvidar que en el plazo de poco más de un año fabricaremos únicamente el Kuga, por lo que que, con el acuerdo para la electrificación como referencia, habrá que negociar cómo y cuándo se lleva a cabo esa transformación, qué volumen de empleo se requerirá en un futuro y de qué manera se redimensionará la plantilla", admiten desde el sindicato mayoritario en la planta. Por tanto se abre ahora un nuevo tiempo para los cerca de 6.000 empleados de la fábrica valenciana de Ford.

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