VALÈNCIA. Con un documento casi aprobado de antemano, los ministros de economía y finanzas de la zona euro han acordado este viernes, a través del Eurogrupo, una línea de financiación de 240.000 millones de euros para hacer frente a la crisis del Covid-19, tanto para lo gastos directos como los indirectos derivados de la pandemia. Lo más importante es que todos los países son elegibles para tener acceso a este fondo y que no habrá exigencia de reformas estructurales ni supervisión directa de los hombres de negro, como ocurrió con la crisis financiera de 2008.
Durante la reunión del Eurogrupo, se aprobaron las líneas generales que condicionarán la financiación de la crisis del coronavirus a través del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), con una linea de financiación de 240.000 millones para todos los países que lo soliciten. En este sentido, el procedente del Eurogrupo, Mario Centeno, declaró que “hemos llegado a tiempo” para dar una respuesta a la pandemia a través del MEDE y confirmamos que todos los miembros de ESM cumplen con los criterios de elegibilidad para acceder a esta red de seguridad”.
Con el límite del 2 por ciento de su PIB, el dinero estará disponible el próximo mes de junio, a expensas de la aprobación por parte de algunos Parlamentos nacionales -como Holanda y Alemania- y e la Junta de Gobernadores del MEDE, este viernes o el siguiente.
Como se prevé en todos los instrumentos de MEDE, la estructura de precios bajo el “Apoyo a la crisis pandémica” comprenderá una tarifa base y una tarifa de compromiso, que reflejará el nivel del coste de financiación, así como las tarifas para cubrir los costes operativos y un margen. El margen cobrado por los préstamos desembolsados en virtud del instrumento será de 10 puntos básicos anuales, la tarifa de servicio inicial será de 25 puntos básicos y la tarifa de servicio anual será de 0,5 puntos básicos.
Esta línea de financiación estará disponible para los costes directos sanitarios y para los indirectos derivados de la pandemia, como exigía España desde el primer momento. El procedimiento será la solicitud por cada Estado a través de una plantilla formulario donde se detallará el destino de los fondos. Posteriormente, se realizará una supervisión del control de los gastos a través de un informe que reportarán los Estados.
En este sentido, el Eurogrupo recuerda que el único requisito para acceder a la línea de crédito será que los Estados miembros de la zona del euro que soliciten ayuda se comprometan a utilizar esta línea de crédito para apoyar la financiación nacional de los costes relacionados con la atención sanitaria, la cura y la prevención directa e indirecta debido a la crisis de Covid-19.
La principal diferencia con los instrumentos financieros que se activaron con la crisis del 2008 es que no habrá intervención directa de Bruselas a través de la troika o “los hombres de negro”, que periódicamente visitan in situ el país de destino con examen pormenorizado de toda la cuentas, según explicaron fuentes del Ministerio de Economía español. Además, tampoco exigirá ninguna condicionalidad en cuanto a la exigencia de recortes o reformas estructurales, como ocurrió con la crisis de 2008.
Este instrumento de facilitación de dinero será voluntario y a disposición de todos los países que lo soliciten, al ser declararos todos como elegibles. Su vencimiento será a 10 años y estará disponible durante doce meses, prorrogables por otros dos periodos de seis meses, en concreto, hasta el 31 de diciembre de 2022, fecha límite para las solicitudes de apoyo ante una crisis pandémica.
El procedimiento de solicitud no es ad hoc para cada país, sino que consistiría en una plantilla que cada Estado solicitante debe cumplimentar alegando las partidas a las que destinaría los fondos. También los criterios de elegibilidad son comunes para todos los países. Mientras que los gastos aplicables son de dos tipos: directos, en cuanto a gastos sanitarios, e indirectos, cualquier otro derivado de la pandemia. Además, cada país deberá justificar un gasto de hasta el 2 por ciento de su PIB, como cantidad máxima.
De otro lado, al no haber exigencias especiales para aplicar este instrumento de facilidad lo que se pretende es que esté disponible lo antes posible, en concreto para el próximo 1 de junio, dado el carácter de urgencia que requiere la pandemia.
Mario Centeno declaró que “el siguiente paso es la confirmación formal de nuestro acuerdo en la Junta de Gobernadores del MEDE, que esperaría que ocurriera mucho antes del 1 de junio. De acuerdo con nuestros planes actuales, la confirmación podría ser ya el 15 de mayo, sujeto a la finalización de los procedimientos nacionales”.
El Eurogrupo ha confirmado su respaldo a las tres redes de seguridad importantes para trabajadores, empresas y Estados soberanos, que asciende a un paquete por valor de 540.000 millones de euros, y pidieron su puesta en funcionamiento para el 1 de junio de 2020. También acordaron trabajar para establecer un Fondo de Recuperación con el encargo a la Comisión para que analice las necesidades exactas y que presente urgentemente una propuesta acorde con el desafío.