VALÈNCIA. Viernes 28 de enero de 2011. Banco de Valencia (BVA) convoca a los periodistas en su sede central de Pintor Sorolla para informar de la evolución de de los resultados de 2010, que se tradujeron en un descenso del 49,1% hasta generar un beneficio neto de 67,1 millones de euros. Fue la última vez que BVA citó a los periodistas y, por tanto, la última que el histórico edificio de Pintor Sorolla acogía una presentación de resultados, dado que el 21 de noviembre de aquel año la entidad valenciana era intervenida. Un año después BVA era comprado por CaixaBank por un euro y unas garantías contra pérdidas para diez años.
Han tenido que pasar 2.461 días para que tan histórico edificio vuelva a acoger una presentación de resultados, que en esta ocasión corresponden a los de CaixaBank por aquello de que la entidad presidida por Jordi Gual decidió el pasado 6 de octubre trasladar su domicilio social a la capital del Turia. València se impuso a Madrid en una reñida votación en el consejo de la entidad catalana, tal y como contó este diario, en busca de buscar la tranquilidad que no encontraba en Cataluña a la vista de lo que está sucediendo con el Govern de Carles Puigdemont.
"Barajamos un beneficio neto para el tercer trimestre ligeramente por encima de los 500 millones de euros frente a los 332 millones del mismo periodo del pasado año. ¿Por qué tanta diferencia? Por la compra de la portuguesa BPI, lo que distorsiona la comparativa", advertían ayer desde una mesa de intermediación bursátil. "Además la publicación de resultados llega en un momento donde la cotización anda de capa caída en bolsa, por lo que habrá que estar muy pendientes no solo de los resultados sino de las previsiones de futuro", añaden.
Y no les falta razón porque CaixaBank (CXB) encadenó ayer la séptima caída consecutiva en bolsa cerrando en los 3,83 euros tras dejarse en el camino un 0,75% en el primer día de la semana y prácticamente un 6% en tan corto espacio de tiempo. Pero pese a ello el banco dirigido por Gonzalo Gortázar registra una subida de casi un 24% en lo que va de año -tomando el cierre de ayer-, lo que se traduce en una capitalización de 22.909 millones de euros. Todo ello con las posiciones cortas fijadas en el 0,49% desde el pasado 23 de junio, según la base de datos pública de la CNMV.
Previa a la publicación de resultados de esta mañana, CXB reunió ayer a su consejo de administración por primera vez en València que acordó distribuir un dividendo bruto de 0,07 euros por acción el próximo 2 de noviembre. Dicho dividendo fue aprobado a cuenta con cargo a los beneficios netos del ejercicio 2017, y la cantidad retenida, cuando proceda, será de conformidad con lo dispuesto por la normativa fiscal aplicable a la fecha del vencimiento.
Y horas antes de celebrar dicho consejo, Ximo Puig, presidente de la Generalitat Valenciana, recibió en el Palau a Jordi Gual, presidente de CaixaBank, y Xicu Costa, nuevo responsable de la territorial valenciana en sustitución de Bibiano Martínez. Puig agradeció la "confianza" de CXB en la CV, mientras Gual reiteró su compromiso de la entidad con esta tierra. A lo largo del encuentro ambos realizaron un balance óptimo de la evolución que está experimentando la economía valenciana, del liderazgo que mantiene en destacados sectores de la economía española y de su decidido impulso exterior.
El jefe del Consell se comprometió a "seguir garantizando un entorno de crecimiento y estabilidad para todos los actores económicos"; mientras el presidente de CaixaBank reiteró su "compromiso" con la Comunitat Valenciana, autonomía a la que definió como "un territorio prioritario con el que hemos mantenido una vinculación especial a lo largo de toda nuestra historia y que ahora se ha visto fortalecida con el traslado de nuestra sede".