VALÈNCIA. El acuerdo de refinanciación del Grupo Obinesa -que contó con una abultada quita de más de 360 millones de euros que propició la toma de la compañía por parte de Atitlan- obtuvo el voto en contra de Banco Sabadell, la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) y Novo Banco. La principal entidad con la que Obinesa llegó al acuerdo fue el Banco Santander.
Así se desprende del auto dictado por el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Castellón, publicado este martes en el el Boletín Oficial del Estado (BOE). De acuerdo con la Ley Concursal, el titular del juzgado acuerda "extender los efectos del acuerdo de refinanciación a los acreedores no firmantes o disidentes", entre los que se encuentran las mencionadas entidades financieras.
Ello implica para las entidades -según agrega el auto- "aceptar la quita del resto de la deuda inicial grupo Obinesa conforme a lo previsto en la cláusula 12 del cuarto contrato marco".
No obstante, estas tienen todavía margen para impugnar la homologación: "Dentro de los quince días siguientes a la publicación, los acreedores de pasivos financieros afectados por la homologación judicial que no hubieran suscrito el acuerdo de homologación o que hubiesen mostrado su disconformidad al mismo podrán impugnarla", reza el texto.
El mencionado acuerdo, además de por el grupo Santander, fue suscrito por Abanca, Banco Popular, Bankinter, Bankia, Cajamar, Caixabank, BBVA, Unicaja Banco y Banco de Caja España de Inversiones Salamanca y Soria.
Como reveló Valencia Plaza, Atitlan, el grupo inversor gestionado por Roberto Centeno y Aritza Rodero adquirió una participación del 55% de Obinesa, una adquisición que fue condicionada a que se aplicara la mencionada quita de más de 360 millones de euros sobre la deuda del grupo de la firma de la familia Batalla.
Las entidades financieras que participaron en el acuerdo representaban el 95% del pasivo del grupo, del que forman parte la constructora Becsa y la azulejera Saloni.