El proyecto, que iniciará su discurso en torno al periodo republicano, plantea cambiar el contenido de las actividades cada cuatro meses
VALENCIA. La renovación del Museu Faller de València no es solo física, tras unos trabajos de remodelación de sus salas por valor de aproximadamente 59.000 euros, el museo también quiere reestructurar su actividad convirtiendo los casales falleros en “subsedes” del propio espacio expositivo, una descentralización que, en tanto que se resuelve su ampliación, llegará más pronto que tarde. Será este mismo otoño cuando el director del museo, Gil-Manuel Hernández, inicie un proyecto que, de igual manera, contempla la itinerancia de algunos de los ninots indultats expuestos en la sede de Monteolivete, así como la recepción temporal de algunas piezas conservadas por las propias comisiones falleras.
"La idea es que el museo vaya a los casales y que los casales vengan aquí. Por un lado, potenciar más visitas de comisiones fomentando las actividades, por ejemplo, para niños, pero al mismo tiempo que el museo salga. Llevar piezas ocasionalmente para eventos culturales, generar mesas redondas, visitas guiadas... la idea es que los casales se conviertan en una especie de subsedes para que el Museu Faller tenga tentáculos", explica Hernández. Estos nuevos discursos se generarán en periodos cuatrimestrales, centrando cada uno de ellos en un periodo histórico determinado. En este caso, será la República la temática central de la primera fase del proyecto, que se iniciará este mismo otoño.
"Parece que el mundo fallero va por un lado y el museo por otro, está muy aislado. La idea es conectarlo con la sociedad civil, que se dé cuenta de lo que tienen este museo", añade el director del Museu, encargado de confeccionar el primer plan museológico de su historia y, también, al frente de la institución cuando ha sido declarado oficialmente museo pues, aunque el nombre sí lo indicaba, administrativamente no estaba considerado como tal, lo que impedía a sus gestores acceder a algunas ayudas. "Es un museo de la ciudadanía, la idea es que no sea rígido, sino que sea territorio", asevera Hernández.
Aunque algunas de las piezas han sido trasladadas puntualmente al Centro del Carmen, sede del Consorcio de Museos de la Generalitat Valenciana, o al MuVIM, esta sería la primera vez que se trabaja en cesiones temporales a las comisiones. Pero los tentáculos del Museu no van solo dirigidos a los casales, también al resto de espacios similares en el territorio autonómico. De este modo, el de Valencia ha firmado recientemente un convenio con los museos de Gandia, Xàtiva y Cullera y el del Artista Fallero para sentar las bases constitución de la Red Valenciana de Museos Falleros
Esta red pretende que los museos no solo se consideren protagonistas de la conservación del patrimonio fallero, sino que también fomenten una actividad cultural que incremente la sensibilidad de las instituciones y de la ciudadanía con el patrimonio cultural festivo. El comunicado firmado refuerza la idea de un trabajo coordinado para que las Fallas mantengan su legado patrimonial con la mayor dignidad, profesionalidad y excelencia.
El fomento de las comunicaciones entre los cinco contenedores culturales se verá, además, en la propia programación de los mismos. Hace apenas unas semanas que el Museu Faller de València abrió de nuevo sus puertas tras una primera fase de remodelación y lo hacía con una importante novedad, la inauguración de una nueva sala destinada a acoger exposiciones temporales, el Espai Josep Alarte. Actualmente, y hasta diciembre, acoge la muestra Lorenzo: trazos, esbozos y carteles, que profundiza en la obra multifacética del artista fallero, rotulista, cartelista, dibujante y escultor Vicente Lorenzo. Pues bien, con unos meses todavía por delante para poder ser visitada, la exposición ya se prepara para viajar al resto de museos falleros, la primera muestra itinerante desde la creación de la red.