El PSPV calca los estatutos de los socialistas de Euskadi para tener más autonomía frente a Ferraz

VALÈNCIA. El PSPV celebra este sábado una reunión del Comité Nacional del partido que debía servir, entre otras cuestiones, para sacar adelante una nueva redacción de los estatutos que ha levantado nuevas ampollas entre los socialistas valencianos y la cúpula estatal situada en la madrileña calle de Ferraz. Así, los seguidores más acérrimos de Pedro Sánchez y del secretario de Organización del PSOE, el valenciano José Luis Ábalos, ven en algunas de las modificaciones realizadas un intento por parte de Blanquerías de seguir los pasos de los socialistas catalanes o, cuanto menos, una redacción de corte 'separatista' respecto a Madrid. De la misma manera, tampoco agrada lo que consideran "excesos" dentro la capacidad de decisión de las estructuras provinciales del partido, cuyas competencias marca Ferraz.

A pocos sorprende que la dirección del PSPV haya redactado o introducido ciertas cláusulas para arañar autogobierno respecto a Madrid. Cabe recordar que las relaciones entre ambas cúpulas no han sido del todo fluidas en los últimos tiempos y vienen arrastrando rencillas desde anteriores procesos. Unos problemas que se basan, principalmente, en que en su día el líder del PSPV, Ximo Puig, ayudó a promover la caída de Sánchez y respaldó posteriormente a la andaluza Susana Díaz como sucesora. Así, y pese a que ambos líderes parecen haber mejorado en cierta medida su relación en los últimos tiempos, sus respectivos entornos siguen cuidando y defendiendo a capa y espada los espacios orgánicos de sus sectores.

En este sentido, la insistencia desde el entorno de Puig por defender la estructura comarcal y no la provincial que apadrina Ferraz o distintos tiras y afloja por cuestiones orgánicas relacionadas con los últimos procesos, han provocado que la convivencia -aunque siga adelante- no sea precisamente fácil.

En este caso, uno de los problemas surgidos por la nueva redacción de los estatutos viene marcado en el artículo 5 del documento: "El PSPV-PSOE estructura su organización en la Comunitat Valenciana, teniendo capacidad plena para decidir su funcionamiento, objetivos y programas para la Comunidad Autónoma, de acuerdo con los presentes Estatutos y las resoluciones de sus Congresos. Desde su propia capacidad de decisión articula su relación con el conjunto de los y las socialistas del Estado en el PSOE, constituyéndose en su organización territorial en el País Valenciano de acuerdo con los Estatutos del mismo y el Reglamento Federal de desarrollo de los Estatutos Federales".

Sin embargo, desde Blanquerías puntualizan que el enunciado es idéntico al que preside el artículo 3 de los estatutos del PSE-EE. Dos párrafos prácticamente idénticos, con la diferencia de que en el caso de los socialistas vascos estos estatutos aparecen en su página web aprobados y vigentes -celebraron además su congreso el 30 de septiembre del año pasado- mientras que la modificación del PSPV ha provocado malestar entre el 'abalismo' y, por consiguiente, en la dirección federal.

De la misma manera, otro punto de fricción es que en la nueva redacción de estatutos del PSPV se hable también de las estructuras provinciales y comarcales. De nuevo, fuentes próxima a la dirección de los socialistas valencianos subrayan que buena parte del contenido que se ha utilizado en el documento se idéntico al que en su día aprobaron en el PSE-EE sin que, a su juicio, se levantara polémica alguna. 

Aplazamiento de la votación

Pese a que desde el PSPV trataron de quitar hierro al asunto e insistieron en que no existía conflicto alguno, el debate sobre el documento -que todavía no se encontraba cerrado- siguió abierto a lo largo de la jornada de este viernes puesto que se encontraba sujeto a modificaciones. 

En este sentido, fuentes del partido consultadas por este diario subrayaron que la decisión tomada apuntaba finalmente al aplazamiento de esta nueva redacción estatutaria para ser presentada en un posterior comité que también incluyera los documentos provinciales y comarcales. Una prueba más de que no se había cerrado una postura común entre la dirección autonómica y la federal.