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ENTREVISTA A VICENTE LAFUENTE I PRESIDENTE DE LA PATRONAL DE EMPRESAS DEL METAL (FEMEVAL)

Lafuente: "¿Política industrial? En la Conselleria aún se están ubicando"

24/04/2016 - 

VALENCIA. Casi diez meses después del cambio de signo político en la Generalitat, Vicente Lafuente, líder de una de las organizaciones empresariales de más peso en Valencia, cree que ha llegado el momento de aumentar la exigencia sobre su gestión, particularmente en política industrial. El presidente de la federación de empresas del metal (Femeval), que recientemente ha ingresado en la ejecutiva de la CEOE, exige al Consell del mestizaje que anteponga la coordinación por encima de intereses de partido, específicamente en la Conselleria de Economía e Industria. En este ámbito, lamenta la ausencia de políticas y la falta de interlocución, al tiempo que urge a poner en marcha medidas que no necesariamente implican movilizar un gran presupuesto, como los incentivos para ganar tamaño empresarial o las inspecciones para garantizar la seguridad industrial.

En pleno proceso de redefinición de la patronal autonómica Cierval, de cuyo núcleo duro también forma parte, Lafuente manifiesta con contundencia su apuesta por una organización fuerte, en la que los sectores ganen peso a costa de las provincias. Consciente del recelo que ello despierta en las patronales de Castellón (CEC) y Alicante (Coepa), subraya que el proceso ha de completarse "sin imposiciones ni victimismos", pero sin dejar de reconocer el peso de la valenciana CEV. El presidente de Femeval también realiza una firme defensa del actual presidente de Cierval, José Vicente González, de quien destaca su esfuerzo por lograr una organización independiente del poder político.

-El sector del metal es uno de los termómetros mas claros de la economía valenciana. En su último informe de coyuntura detectaban "cierta incertidumbre en las expectativas", ¿existen motivos para preocuparse?

-Después de un buen 2015 con incrementos constantes en exportaciones (29%) o en producción industrial (13%), es verdad que desde diciembre notamos una ralentización.

-¿Y a qué lo atribuyen las empresas?

-Las que tienen tamaño para exportar, con el sector del automóvil como máximo exponente, evolucionan de forma positiva, pero las que más dependen de la demanda interna son las que más están sintiendo la caída. En España se están generando dudas y hay reparos para realizar inversiones o renovar bienes de equipo. Necesitamos ver seguridad en el camino para que las inversiones sean factibles. Los empresarios hemos aprendido mucho de optimización con la crisis; sabemos que hay que invertir, pero esperamos al momento idóneo para hacerlo.

-Parece que ahora sí que nos encaminamos hacia unas nuevas elecciones y ese clima se prolongará...

-El escenario político actual es totalmente novedoso. La clase política no es capaz de ponerse de acuerdo y lograr la gobernabilidad y eso, lógicamente, genera incertidumbre. Creo que la certidumbre tardará en volver, por lo que si no tenemos una dirección clara por parte de la clase política, los agentes sociales tendremos que ocupar el hueco que hemos perdido estos años y volver a ser el faro de la economía. Ya que los políticos no cumplen la misión que las urnas les han encomendado, tendremos que ser nosotros, en la medida de las posibilidades porque no podemos legislar, quienes pongamos encima de la mesa qué es lo que se necesita.

"nunca se ha tratado tan mal a las organizaciones empresariales como en la última legislatura"

-Dice que han perdido su hueco, ¿a qué se refiere?

-Venimos de una legislatura en la que incomprensiblemente el Gobierno ha visto la posibilidad de reforzarse debilitando a los agentes sociales. Es un error histórico, nunca se ha tratado tan mal a las organizaciones empresariales como en la última legislatura. En CEOE hemos comentado muchas veces que nunca se nos ha ninguneado tanto ni trabajado tan en contra de las propuestas de las organizaciones empresariales.

-¿Y a nivel autonómico?

-Hemos intentado demostrar que tenemos nuestro espacio y creo que, en general, hemos ganado muchísima credibilidad y logrado interlocución directa con la administración. Es verdad que a esta administración le está costando conseguir encajar, no vemos una administración monolítica. Al ser multipartidista les está costando bastante ponerse de acuerdo, pero tenemos que exigir que cumplan su función de servicio a la sociedad por encima de intereses partidistas.

-¿Cree que ha pasado ya tiempo suficiente para que el Consell se ajuste y poder exigirle algo más?

-Está claro que la coalición que gobierna la Comunitat lo hace con un enfoque totalmente distinto al que había, más social y menos económico. Después de tantos años con un mismo partido, hay que concederle más de cien días. Pero hay temas en los que nos gustaría ver más coordinación y avances.

-Usted pedía recientemente un mayor equilibrio entre el giro social y las medidas económicas...

-Todos queremos un sistema social fuerte, pero eso se sostiene con dinero y no se pueden tener buenos servicios sociales si la economía no funciona. Lo primero es potenciar la economía productiva sostenible y que el beneficio se aplique a temas sociales. Si no lo hacemos así, podemos olvidarnos de las políticas sociales.

-¿Cree que hay dos velocidades en el Consell?

-No trato con todas las conselleries, pero en la de Industria, que es con la que más trabajamos, sí percibimos que hay diferentes visiones. Por eso pedimos un esfuerzo de coordinación por encima de intereses de partido porque la sociedad lo necesita.

"Pedimos un esfuerzo de coordinación al Consell por encima de intereses de partido porque la sociedad lo necesita"

-¿Ve al Consell demasiado centrado todavía en reivindicar frente al Gobierno central en lugar de en desarrollar sus políticas?

-La situacion economómica que le ha venido sobrevenida al Consell hacen prácticamente imposible políticas que impliquen coste económico. De ahí que en estos meses toda la sociuedad valenciana se haya esforzado en reivindicar un modelo de financiación que sea lo más adecuado posible, pero la situación política a nivel nacional no está ayudando. Pese a ello, hay políticas que no tienen coste económico que se podrían haber aplicado para ir avanzando. Por ejemplo, en política industrial. Las empresas no pueden esperar tanto tiempo, pedimos esfuerzo y coordinación con los sectores para gestionar esas políticas con los escasos recursos disponibles.

-¿Como cuáles? En sus palabras se intuye que atribuye cierta parálisis a la Conselleria de Economía e Industria...

-Por ejemplo, los incentivos al incremento del tamaño medio de las empresas, un importante handicap. La Conselleria está intentando hacer las cosas bien, intentando cambiar las cosas, pero no pueden tardar tanto como está tardando. Es imprescindible que las empresas ganen tamaño porque el minifundismo empresarial no nos lleva a ninguna parte. Cuando decimos a las empresas que tienen que exportar, les estamos engañando, porque más de un 80% no pueden exportar en las condiciones actuales por su tamaño. Necesitamos que la administración cree el marco adecuado y eso muchas veces no cuesta dinero.

-Ese discurso no encaja demasiado con el de la estrategia de la Conselleria, que apuesta por lo pequeño...

-Por lo que tiene que apostar es por que la economía funcione para poder aplicar las políticas sociales que quieren. Si hay actividad económica, los trabajadores cobran y se recaudan impuestos.

-¿Y qué saben de la estrategia industrial del Consell?

-Sabemos que están trabajando con la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI), que quieren estructurar la red de institutos tecnológicos, pero poco más. Tampoco sabemos cómo se está trabajando la estrategia RIIS3 y eso es lo que más nos preocupa. En política industrial es básica la formación y el sistema se lo han cargado. Mientras empresas y trabajadores seguimos pagando todos los meses el 0,7% de nuestras nóminas, no sabemos en qué está empleando ese dinero el Estado.

-Pero la AVI es un proyecto de Presidencia, no de la Conselleria de Economía e Industria... 

-Sí, es un acierto por parte de presidencia haberla creado y haber puesto al frente a García Reche, el ideólogo en la creación de la red de institutos tecnológicos. Creo que la AVI es imprescindible, pero de forma coordinada para que no haya duplicidades. Y ahí Presidencia y la Conselleria tienen que hacer un esfuerzo.

-Si quitamos la AVI, que es de Presidencia, ¿que está haciendo realmente la Conselleria en política industrial?

-Está intentando ubicarse, por eso creo que ya ha llegado el momento de poner negro sobre blanco todas las ideas que tenemos en asuntos como por ejemplo la seguridad industrial. Existe una normativa, pero no la sigue nadie porque no hay capacidad de inspección. La Conselleria debería potenciarla. Son ideas que transmitimos al principio de la legislatura y esperábamos que nos hubieran contestado algo.

-Y no les han contestado...

-Aún estamos esperando.

-¿Había algún compromiso para contestar?

-No. Y nosotros, sabiendo lo complejo que es el encaje, tampoco hemos querido agobiar con la situación, pero el tiempo va pasando...

-¿Qué opina de la forma en la que se ha tramitado la Ley de Participación Institucional?

-Hay ciertos trabajos que hacemos los agentes sociales y que deben tener un reconocimiento claro. Por ejemplo, la negociación de convenios. La Ley de Participación Institucional es un reconocimiento al papel de los agentes sociales. Pero como el dinero es público, ha de estar perfectamente justificado. Creo que es una medida acertada, que ha llegado a tiempo y que hay que gestionarla bien.

"si vamos a nuevas elecciones, los partidos que han cobrado y no han hecho su trabajo bien, deberían devolverlo"

-Se lo pregunto por las reticencias que ha planteado la actual Conselleria de Economia para desarrollar el reglamento y aplicarla...

-Me quedo con que se aprobó por una amplia mayoría. Y no debería ser una cuestión sólo a nivel autonómico, sino a nivel nacional, porque cumplimos un papel importante que se debe reconocer. Los partidos políticos cobran por el número de diputados que obtienen. Nosotros, con un trabajo debidamente justificado, deberíamos tener ese reconocimiento. Por ejemplo, ahora si vamos a nuevas elecciones, los partidos que han cobrado y no han hecho su trabajo bien, deberían devolverlo.

-¿Cómo ven desde la orilla de enfrente la renovación en el liderazgo de UGT y la consolidación de la federación del metal en la dirección del sindicato?

-UGT tiene sus propios mecanismos para elegir a la persona idónea. En este caso todo apunta a Ismael Sáez, con quien hemos tenido una relación muy directa porque hay muy buena relación. Es bueno tener sindicatos fuertes y bien estructurados. Están llevando un proceso interno bien madurado y creo que Ismael es la persona adecuada.

-¿Qué opina de la reapertura de Galmed Sagunto?

-Creo que las empresas acaban yendo donde hay actividad y negocio. Es una pena que una empresa como Thyssen Ros Casares haya atravesado esos problemas. Afortunadamente está habiendo demanda vinculada al sector del automóvil. Espero que resuelvan pronto sus diferencias. Es una buena noticia que reabra porque alrededor se va a volver a retomar actividad. Estaba convencido de que reabriría.

-La CEV hizo su propio estudio sobre las implicaciones que tendría una declaración de concurso de acreedores en Cierval, ¿qué recomendaba ese informe?

-La situación de Cierval es compleja porque es una organización que está compuesta por tres organizaciones provinciales, cada una con su gestión interna y nadie se mete en la gestión de los demás, como no puede ser de otra manera. Pero lo que es cierto es que el responsable final es Cierval y cualquier organización es corresponsable de lo que pase en las otras. Esto es ilógico. Como administrador de una empresa, puedes tener responsabilidades siempre que conozcas cuál está siendo la gestión. Éste es un handicap que nos ha llevado a resolver esta situación. En época de bonanza no lo hemos visto pero ahora, con la situación de Coepa, de la que esperamos que pueda salir, o la de Castellón, vemos que hay cosas que hay que cambiar porque el sistema no funciona.

-Usted estaba en el grupo de trabajo que Cierval puso en marcha hace más de un año para refundar la organización, ¿por qué ha tardado tanto tiempo en actuar Cierval?

-Porque en un principio pensamos que era sólo un tema económico, de Coepa o de la CEC que no podían pagar. Y de repente apareció la Ley de Participación Institucional, que iba a cambiar el escenario a nivel económico, por lo que planteamos que hasta que no estuviera claramente definido este tema parábamos el cambio estructural. Ahora hemos visto que no es sólo un tema económico, sino también de responsabilidades y con el riesgo de liquidación de una organización, que esperemos que no ocurra. Es lo que nos lleva a explorar las posibilidades de dar un cambio a la organización.

"Necesitamos una Cierval fuerte y en el proceso no nos valen ni imposiciones ni victimismos"

-Cierval reformará sus estatutos para dar más peso a los sectores porque dos de las tres organizaciones fundadoras no pueden sostenerla, ¿le convence la solución acordada?

-Debemos hacer una reflexión importante de lo que son las organizaciones empresariales. Las organizaciones sectoriales negociamos los convenios y damos los servicios a las empresas, pero necesitamos organizaciones cúpulas fuertes que nos defiendan y sean independientes económica y políticamente. En la situación en la que estamos no podemos ejercer el papel que necesitan las empresas. Cierval está en una situación muy difícil por problemas sobrevenidos. Los empresarios tenemos claro que necesitamos una organización autonómica fuerte. La que hay no nos vale y tenemos que cambiarla, desde el consenso con todos y proponiendo ideas para hacerla sostenible.

Una de las ideas sobre la mesa es que, si las provinciales no pueden económicamente ayudar, ver cómo se cambian los estatutos para poder coordinar estas organizaciones provinciales con los sectores y darle sostenibilidad económica a la organización que necesitamos. No tiene por qué haber una guerra de esto porque la reforma de los estatutos precisa de una mayoría de cerca de tres cuartas partes. No nos valen ni imposiciones de nadie ni victimismos. Tenemos que poner debate encima de la mesa.

-¿Cree que con lo que se ha planteado será suficiente?

-En Valencia está perfectamente claro el tema de las empresas directamente asociadas. Las federaciones provinciales aglutinan a federaciones y asociaciones, pero en Valencia puede haber empresas directamente asociadas siempre y cuando estén asociadas a su federación sectorial. En la CEV hemos conseguido una estructuración clarísima de lo que deben ser las organizaciones empresariales y eso nos da fortaleza. Hay que hacer un esfuerzo entre todos para integrar a las federaciones sectoriales, a las territoriales y a las empresas directamente asociadas para hacer un proyecto que sea sostenible económicamente porque lo que tenemos hasta ahora no lo es. 

-¿Qué peso debe tener Valencia en la patronal autonómica en el futuro?

-No me gusta el victimismo que está surgiendo sobre si Valencia quiere absorber a Castellón o a Alicante. Valencia quiere una organización autonómica fuerte y cederá en lo que tenga que ceder, pero lo que tampoco quiere es que se deje de reconocer es el papel motor que está teniendo Valencia a nivel económico y de trabajo. Todos somos necesarios y Valencia no está ni contra Castellón ni contra Alicante, sino a favor de las empresas y de una organización que represente a las empresas.

-Sobre ese victimismo, el presidente de Cierval aseguró esta semana que se está haciendo una labor pedagógica para convencer a la CEC y Coepa de los cambios, pero las dos organizaciones siguen muy reticentes, ¿cree que se podrán vencer las resistencias?

-Quiero romper una lanza a favor del presidente de Cierval porque se le está criticando mucho, pero no debemos olvidar que le encargamos que pilotara Cierval desde la independencia económica y política y no se le ha facilitado el trabajo en absoluto. Ha intentando coordinar, pero cuando hay un momento en el que no puede, su responsabilidad es hacer un proyecto sostenible. Tenemos que ayudarle entre todos a sacarlo adelante. Lógicamente no va a haber unanimidad, pero debemos hacer el esfuerzo de ceder todos para conseguir mayorías amplias. Desconozco a quién está visitando, pero lo que está haciendo el presidente de Cierval es digno de elogio porque está intentando crear una organización que cumpla los objetivos que se le encargaron. 

-Insisto, ¿cree que se podrá alcanzar un acuerdo amplio con los actores actuales?

-No sé con quién está hablando y no puedo contestar, pero todos debemos darnos cuenta de que hay que salvar a la organización porque eso es bueno para las empresas de Valencia, Alicante y Castellón. Intentar crear diferencias por temas territoriales es un error histórico, las empresas tienen los mismos problemas, sean de Vinaroz, de Torrent o de Orihuela es exactamente el mismo.

-¿Cree que es más un problema de personas, de resistencias personales?

-No voy a echar la culpa a nadie de lo que hay ahora. El sistema ha funcionado durante muchos años pero después de 40 años y lo que ha cambiado la economía, lo que toca como empresarios es que nos planteemos qué es lo que debemos cambiar.

-Antonio Garamendi, presidente de Confemetal y vicepresidente de CEOE, dijo recientemente que no conocía los problemas judiciales de la patronal de Castellón, ¿echa en falta más sensibilidad de la CEOE con los temas de la Comunitat?

-En absoluto, conocen perfectamente la realidad de las empresas, pero lógicamente es que son temas muy locales y puntuales y es de entender que hay temas locales a los que no llegan.

"Desconozco la gestión de los fondos de formación, pero hay una presunción de inocencia que la CEC está intentando demostrar"

-La CEOE tiene un código ético muy claro respecto a las personas investigadas, ¿Considera que la investigación que existe por presunto fraude en el dinero de la formación contra la cúpula de la patronal de Castellón justifica su dimisión?

-No soy juez y no debo juzgar a nadie. Es más, me mojo y digo que Pepe Roca, por quien siento un aprecio especial, ha defendido a las empresas a su manera todo lo que ha podido. Desconozco la gestión de los fondos de formación, pero hay una presunción de inocencia que la CEC está intentando demostrar. Habrá que darle sus plazos y sus tiempos para que lo haga. Me consta que Pepe Roca, que es de quien hablamos en concreto, no está al cien por cien del día a día de la organización porque hay ciertos temas que los desarrollan los técnicos. Lo que pedimos es que se resuelva pronto. Vivimos una época de caza de brujas en la que quemamos a la gente mucho antes de lo que toca en muchos casos. Es un tema perfectamente acotado que está en investigación. En caso de que no lo hayan hecho bien, será el juez el que pida responsabilidades, así como sus asociados, pero no nosotros.

-Se ha referido expresamente a Pepe Roca, ¿opina lo mismo del secretario general, Rafael Montero?

-La relación la tengo con el presidente, no sé la gestión que ha hecho el secretario de ese tema. Insisto, presunción de inocencia y que los jueces decidan. 

-Recientemente se concretó su entrada en el comité ejecutivo de la patronal nacional CEOE, ¿de qué forma se beneficia la Comunitat de esa mayor representación?

-Mi entrada es como vicepresidente de Confemetal y persona de confianza de Antonio Garamendi, pero sobre todo es un indicativo de la buena labor colectiva que se está haciendo en Femeval, ya que ahora mismo tenemos casi la máxima representación institucional allí donde estamos: Cierval, CEOE, la Cámara de Valencia...

-A nivel personal, en las penúltimas elecciones a la CEV se postuló para la presidencia, ¿mantiene sus aspiraciones para dar el salto a otro nivel de representación en Valencia o la Comunitat? 

-Soy una persona que vive el día a día y ahora soy responsable de las empresas del metal y no me planteo nada diferente a donde estoy, mi dosis de vanidad la tengo suficientemente cubierta. No sé lo que haré en el futuro, pero hoy por hoy continúo disfrutando con el proyecto de Femeval.

-Usted también está en la Cámara, que tiene una relación algo distinta con la administración por su estatus jurídico, ¿detecta mayor interés de la actual administración por influir o controlar la Cámara?

-No, la Cámara, pese a ser un ente tutelado por la administración, tiene suficiente grado de autonomía. La cámara está en un periodo de readaptación duro pero interesante. Creo que son absolutamente complementarias con las organizaciones empresariales y la relación con la administración es la correcta.

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