VALÈNCIA. Con la mirada puesta en la aprobación de los presupuestos municipales para el 2022, el equipo de gobierno de Xàtiva llevará al próximo pleno una propuesta para congelar los principales impuestos el próximo año. Sin embargo, la apuesta del ejecutivo local formado por el PSPV-PSOE y Ciudadanos, no ha logrado el acuerdo de los partidos de la oposición, Xàtiva Unida y el Partido Popular.
Así, el gobierno local apuesta por congelar las ordenanzas fiscales reguladoras de los tributos municipales, pese a registrarse un incremento "del 3,3% del IPC", tal como han señalado. Entre estas tasas se encuentra la más relevante para el consistorio en cuanto a la recaudación, el IBI, que representa una gran parte de los ingresos de la cuenta municipal, así como el impuesto de circulación, el precio de agua potable, el cementerio, el castillo, los museos o la Casa de Cultura, entre otros.
Por tanto, el equipo de gobierno opta por una senda continuista respecto a las ordenanzas fiscales de los últimos dos ejercicios fiscales, cuando los principales impuestos se mantuvieron. "Las previsiones económicas para 2022 son favorables y algunos impuestos de 2021 están superando las previsiones, por lo tanto entendemos que es el momento de congelar la presión fiscal, y no repercutir ni siquiera IPC", ha destacado el regidor de Hacienda, Ignacio Reig, quien considera que "esto hará que se produzca una rebaja fiscal real en Xàtiva".
El responsable de los presupuestos locales también ha señalado que "el incremento de las transferencias de la Generalitat Valenciana, el Plan de Inversiones de la Diputació de València y las convocatorias de subvenciones de los programas europeos Next Generation permitirán mantener el nivel de las inversiones y poder dedicar los recursos propios al mantenimiento de los servicios municipales".
Con todo, la propuesta del ejecutivo local también incluye algunas modificaciones como la eliminación de la bonificación en la tasa de recogida de basura que, hasta el momento, es del 10% con el objetivo, según han explicado, de "ajustar los ingresos por tasas al coste real de los servicios". Además, también apuestan por regular la bonificación del impuesto sobre el incremento de la plusvalía de terrenos para aquellos casos en los que el interesado no haya sido empadronado en la vivienda habitual en los dos últimos años por motivos externos a su voluntad.
Respecto a la tasa por el servicio de transporte del tren turístico, la administración local establecerá una única cuota de cuatro euros por persona desde cualquier de los puntos de parada del recorrido. Y, además, proponen una bonificación del 100% para los vehículos antiguos de colección de más de 25 años que formen parte de una colección debidamente justificada.
Otra de las modificaciones se producirán en la tasa por el suministro de agua potable, ya que incorporarán una cuota única de consumo por distribución y suministro de agua en el diseminado del Carraixet. "Se realizará un ajuste de las tarifas de los costes de suministro e instalación de los contadores de agua en función de sus calibres, puesto que están realizándose los trabajos para la potabilización del agua en el diseminado. No obstante, ese coste no repercutirá en los vecinos y vecinas de la zona, puesto que se trata de una inversión realizada por parte del ayuntamiento", han aclarado.
La propuesta que llevarán al próximo pleno, pese a que previsiblemente saldrá adelante con los votos de los partidos que conforman el gobierno local, no cuentan con el apoyo de los dos partidos de la oposición. Por su parte, desde Xàtiva Unida, aunque admiten estar de acuerdo con algunas modificaciones, no comparten la visión de mantener el mismo IBI que en los dos pasados ejercicios económicos. En este sentido, apuestan por estudiar cambios en el principal impuesto municipal para implementarlo por tramos dependiendo del uso de cada inmueble.
"Es necesario hacerlo más progresivo porque ahora paga igual quien tiene un piso pequeño, que quien tiene un gran local comercial", destaca Hèctor Cuenca, regidor de Xàtiva Unida. Además, aseguran que presentaron esta propuesta antes del verano, pero que todavía no han recibido ninguna respuesta por parte del ejecutivo local. Así, se decantan por que este tributo distinga, por ejemplo, entre los usos de primera vivienda, de segunda vivienda o de uso comercial, y se pague en función de este.
Asimismo, desde el principal partido de la oposición también defienden una reducción del valor: "hace unos años pagábamos el IBI al 0,57%, pero el primer año de legislatura, antes de la pandemia, se subió al 0,59%, alegando que estábamos en una situación económica. Ahora que la situación ya no es buena se está manteniendo y estamos pagando el mismo IBI que cuando teníamos una mejor perspectiva económica", señala el edil de Xàtiva Unida.
A ello se suma la petición, realizada en anteriores ejercicios, de revisión del valor catastral, ya que, según sostienen, "tiene una vigencia de 2005 y debería haberse revisado en 2015". Esto provoca, según la formación, “que se pague el IBI a niveles de la burbuja inmobiliaria, cuando eran más altos”.
Mientras que, desde el Partido Popular, abogan por una bajada generalizada de los impuestos: "es el momento de bajar los impuestos y ayudar a las familias y a las empresas, no nos convence que se congelen, hay que bajarlos para activar la economía local", defiende Marcos Sanchis, presidente del PP de Xàtiva. Ente otras cuestiones, los populares también han criticado la eliminación de bonificación en la tasa de recogida de basuras, así como la modificación en la tasa del agua en el Carraixet. "La propuesta que llevan al pleno significa que los vecinos del Carraixet pagaran un precio hasta cinco veces más alto que en el núcleo de Xàtiva", ha censurado Sanchis.