BRUSELAS. Mientras el Parlamento Europeo discutía el papel del Tribunal de Cuentas y la prevención sobre el fraude y corrupción que podría realizarse en tornos a los fondos europeos y, en especial, al importante montante del Plan de Recuperación y Resiliencia post pandemia, el Eurogrupo insistía en que los Estados miembros debían planear reformas estructurales para adaptarse a los nuevos planes económicos. Paschal Donohoe ha presidido un Eurogrupo marcado por la tercera ola de la covid-19 y por el empeoramiento de la economía ante los confinamientos parciales que se intensifican en toda la Unión Europea (UE). España ya prepara, en vista a estas reformas el “nuevo Estatuto de Trabajadores del siglo XXI”, en palabras de la vicepresidenta y ministra de economía española Nadia Calviño.
La reunión de ministros de economía y finanzas de la zona euro se ha centrado en los desequilibrios ea raíz de la crisis de la covid-19, insistiendo en los aspectos macroeconómicos y en qué medida la pandemia ha acentuado estas desigualdades. Respecto a los Planes nacionales de recuperación y resiliencia, los ministros intercambiaron impresiones sobre las prioridades acordadas en la Recomendación sobre la política económica de la zona del euro.
El comisario de Economía, Paolo Gentiloni insistió en estas reformas estructurales, que deben recoger las prioridades marcadas por los fondos en general durante esta legislatura hasta 2027. El Eurogrupo puso sobre la mesa la Recomendación de la Comisión al Consejo del pasado 18 de noviembre, donde se explica que la crisis de la covid-19 está aumentando las divergencias económicas entre los Estados miembros de la zona del euro.
Los factores que impulsan estas divergencias dependen de la intensidad y momento del choque inicial de la pandemia. También ha sido importante el impacto por el tamaño relativo y la importancia económica de los sectores más afectado, como el turismo y la hostelería). Estas diferencias impactan en la confianza de los inversores y en las perspectivas de crecimiento, debido a las disparidades regionales que ya existían antes pero que pueden agravarse. “A más largo plazo, la actual crisis de la covid-19 corre el riesgo de tener efectos negativos permanentes sobre el crecimiento potencial y las brechas de ingresos debido a un menor capital humano y físico. Eso podría traducirse en un crecimiento aún menor de la productividad laboral y de los ingresos”, recoge el documento de la Comisión.
En este sentido, la vicepresidenta y ministra de economía del Gobierno español, Nadia Calviño, señaló que ha sido un Eurogrupo macado por el aumento de los contagios de coronavirus en toda Europa. De otro lado, explicó que la extensión de la moratoria de los créditos hipotecarios y no hipotecarios, y el diálogo social forman parte de los 30 factores del Plan de reforma que debe presentarse en Europa, “de forma paralela al lanzamiento de todas las negociaciones en las mesas de diálogo social”. Y adelantó que hay disponibles “27.000 millones para ejecutar el plan de recuperación ya”, respecto a los fondos EU Next Generation y ReactEU.
No obstante, la ministra aseguró que “se irá financiando con el presupuesto nacional, en tanto no fluyen los fondos de los nuevos mecanismos europeos”. Y añadió que a finales de diciembre se cerró el proceso de ratificación de recursos propios, para aprobar los Reglamentos que regulen estos nuevos mecanismos financieros. En el primer trimestre, adelantó Calviño, “se finalizará el proceso formal de adopción de todos los textos legales para la financiación y esto es lo que marca el inicio de aplicación del plan”. Hay que recordar que este proceso, que debía estar terminado en enero, se retrasó por las reticencias de Hungría y Polonia para ratificar el acuerdo del Consejo de julio, por la vinculación de la recepción de los fondos al cumplimiento del Estado de Derecho.
Por su parte, explicó la ministra Calviño, “España ya ha enviado un primer borrador que permite tener la versión final del plan, adoptado por el Consejo de Ministros, lo antes posible”. Y explicó que “los primeros 70.000 millones de euros se recibirán en los dos pagos anuales del nuevo mecanismo de recuperación y resiliencia, distintos a los fondos habituales y al ReactEU”. Además, “la previsión para 2021 es diferente porque debe haber un pago de prefinanciación de 10.000 millones para España, en caso de que se apruebe el plan”, añadió la ministra.
El plan previsto, en la línea de las recomendaciones de la Comisión, contiene “un conjunto de 17 reformas que se trabajarán en la mesa de diálogo social y que se convertirán en el nuevo Estatuto de Trabajadores del siglo XXI”, comentó Calviño. Y añadió que “la UE nos guiará en este marco de consenso”. De otro lado, hay que tener en cuenta la Recomendación de política fiscal para 2022, que será el marco para los presupuestos siguientes y comenzará a debatirse en los Eurogrupo de primavera.
También el Consejo de Asuntos Generales se ha reunido para analizar las recomendaciones de la Comisión en torno a la pandemia. El comisario Valdis Dombrovskis hizo una llamada de alarma a los Estados ante la tercera ola de la pandemia. “Nos parece realmente preocupante la situación de salud pública en Europa. Hay que tener muy en cuenta las sucesivas mutaciones del virus”, manifestó. Por ello, insistido en que hay que “controlar las campañas de vacunación y la entrega conjunta de vacunas, que han sido un éxito rotundo para la Unión”.
En este sentido, el comisario anunció una comunicación de la Comisión a los Estados, previa al Consejo del jueves, para “debatir sobre los certificados de vacunación y sopesar en el ámbito internacional, como apoyar a nuestros vecinos". Dombrovskis estaba alertando sobre la necesidad de implantar un pasaporte covid-19, algo que ya anunció la presidenta Ursula von der Leyen hace unos días.
La Comisión, señaló el comisario, insiste en que “hay que mantener la coordinación y acelerar las campañas de vacunación, los tests y la secuenciación del genoma para evitar que haya diferencias y desfases entre países en el proceso de inmunización” de los ciudadanos europeos. Para ello, el Centro de Prevención y Control de enfermedades de la UE recibirá dos cifras dos veces a la semana, referidas al número de entregas de dosis de vacunas por parte de los fabricantes y el número de vacunas efectivamente realizadas a la ciudadania.
“Hay que analizar los datos de vacunación y despliegue de las vacunas en los Estados Miembros y adaptar sus sistemas nacionales de vacunación con bases de datos electrónicas para implantar los certificados de vacunación y garantizar la interoperabilidad europea en la certificación”, explicó el comisario. Y añadió que “la vacunación es una carrera de velocidad”. Además, insistió en que hay que invertir en nuevas plantas de fabricación de medicinas y material sanitario, “para superar los obstáculos en la cadena de suministros”.