La fabricación de vehículos en España cae el 6% hasta noviembre por los chips

VALÈNCIA (EFE). La producción de vehículos en España entre enero y noviembre sigue afectada por la falta de abastecimiento a las fábricas de microchips, lo que ha provocado que la fabricación se haya reducido un 5,8 % en comparación con el mismo mes de 2020, hasta las 1.950.729 unidades.

Ese porcentaje es tres puntos porcentuales superior a la caída del pasado mes de octubre, cuando la producción empezó a bajar un 2,5 % respecto a los diez primeros meses de 2020, según datos facilitados hoy por la patronal de fabricantes Anfac.

Solo en noviembre pasado la producción se desplomó un 28 % en tasa interanual, hasta las 193.449 unidades.

Según explica Anfac en su nota, la falta de semiconductores se ha ido agravando en los últimos trimestres y no se prevé que esta situación mejore hasta, al menos, mediados de 2022.

España no es un caso aislado, ya que la producción también ha descendido en el último trimestre en Alemania (46,7 %), Italia (31,7 %), Portugal (38,1 %), el Reino Unido (39,5 %) y España (36,1 %).

Cae la producción de todo tipo de vehículos

Por tipo de vehículo, durante el mes de noviembre, en comparación con el mismo mes de 2020, la fabricación de turismos y todoterrenos ha sufrido un importante retroceso del 27 %, con 155.724 unidades.

El desplome de la fabricación de vehículos comerciales e industriales ha sido mayor, del 31,6 %, hasta las 37.725 unidades.

La producción de vehículos electrificados cae por primera vez

El mes pasado la producción de vehículos de cero y bajas emisiones cayó el 18 %, hasta las 23.966 unidades (vehículos eléctricos, híbridos enchufables, híbridos convencionales, gas natural y GLP). En el caso de los híbridos enchufables fueron los más afectados con un descenso del 27,3 %

En el acumulado, los electrificados, híbridos y de gas mantienen su cuota de producción, del 11,6 %, hasta las 225.915 unidades.

Sin embargo, por primera vez, la fabricación del vehículo electrificado rompe su tendencia mensual de crecimiento por la crisis de microchips y se reduce un 30 % en noviembre, hasta 18.099 unidades y el 9,4 % del total de la producción. En los once primeros meses se acumulan 181.232 unidades fabricadas, un 50 % más en tasa interanual.

Los híbridos enchufables han sido los que más han crecido en producción en noviembre, hasta 1.202 unidades, el 104 % más, aunque solo representan el 0,6 % de la fabricación total, según Anfac.

Las exportaciones tampoco levantan cabeza

Por lo que respecta a las exportaciones, hasta el undécimo mes del año se han enviado fuera de nuestras fronteras 1.692.942 unidades, el 4,8 % menos que un año antes.

Solo en noviembre las ventas al exterior han bajado el 26,8 % en comparación con el mismo mes del año anterior, hasta las 169.197 unidades exportadas.

En este apartado, además de la falta de microchips, también han lastrado las exportaciones la menor demanda de los mercados europeos de vehículos españoles.

En el último mes, las ventas a Europa (suponen el 71 % del total) se han reducido el 26,7 %, lideradas por Alemania, Francia, Italia, el Reino Unido y Turquía; mientras que han aumentado el 42,1 % a África y han caído a América el 36,8 % -debido principalmente al fuerte descenso a EE. UU., del 76,3 %, que pasa de ocupar la décima posición de 2020 a la actual 29-, y el 19,2 % a Asia.

Bajan las exportaciones de todo tipo

Por tipo de vehículo, las exportaciones de turismos han bajado el 27 % en noviembre en tasa interanual, hasta las 136.637 unidades; y las de vehículos comerciales e industriales el 25,9 %, hasta las 32.560 unidades.

Para el director general de Anfac, José López-Tafall, la situación sigue sin mejorar para las plantas españolas, en un momento "clave" en el que Bruselas ha dado "luz verde" a los fondos para la transformación de la industria.

En su opinión, la "agilidad" del Gobierno para aplicarlos es "clave" para acelerar el cambio, aunque debe ir acompañada de "medidas 360º" que apoyen la recuperación, impulsen la demanda y la infraestructura de recarga y, en paralelo, mantengan la flexibilidad laboral que permite que las fábricas españolas estén mejor preparadas y sean más competitivas para "absorber el previsible ascenso de la demanda que seguirá a la escasez, así como para adjudicarse los nuevos modelos de futuro que han de llegar”.