GATA DE GORGOS. Es un clamor y ya han corrido suficientes ríos de tinta sobre el asunto, así que no vamos a saturar más con la burbuja de los festivales clónicos que hay a nivel estatal. Y cómo no, en la provincia de Alicante. Pero sí merece la pena detenerse en esos pequeños eventos que no son muy conocidos y que apuestan por salirse por la tangente, por romper con ese ideario de atraer a la máxima gente posible y ofrecer una alternativa diferente y atractiva; atractiva precisamente por tener personalidad propia y por supuesto por gozar de calidad. Es el caso del #FIGA, el Festivalet Independent de Gata, cuyo nombre, en valenciano, con humor y con señales de cercanía y un entorno cercano, no podría llamar más la atención.
Este festival(et) de Gata de Gorgos, al norte de la provincia, llega este año a la 11ª edición, una muestra de que ya había propuestas diferentes antes de la llegada de fenómenos que han llegado a la madurez como el Transtropicalia o el Aspesuena, hoy eventos de referencia de la música independiente en la provincia. Su entrada es gratuita y empieza el sábado 26 de agosto a las 20 horas. En él, como hacen también estos festivales, se da apoyo a los grupos de la zona, un ejemplo de cómo conjugar nombres que arrastran más con formaciones locales que tienen madera para despuntar. En ese sentido, en el FIGA de 2017 estarán por ejemplo Mox Nox, grupo de la Marina Alta, que debutaron en 2013 y que apuestan por el indie rock americano y que derivan en otros sonidos como el shoegaze. Y con un punto que los diferencia claramente de otras formaciones que tocan esos palos: el idioma. Cantan en valenciano, algo poco o nada habitual en el estilo, lo que les da un plus de personalidad.
Pero no serán los únicos del cartel que cantan en valenciano. También estarán Arthur Caravan, grupo alcoyano que tiene un sonido más acústico y orientado al folk, con letras de bastante arraigo popular al hablar de historias que podrán ser familiares a cualquiera de la zona. Una lírica para sentir arraigo por la terreta, pero que también pisa el pedal y se pone más pop-rock cuando toca, a veces con elegantes arreglos de viento. Junto a ellos también estarán otros que apuestan por el valenciano como lengua para darle un toque diferente a un pop-rock de corte independiente, ellos son Gener. Otra confirmación que muestra la importancia que la tierra tiene para el festival de Gata.
Después hay otros artistas de la comunidad aunque ya en castellano, lo que no significa que pierdan interés. Es el caso por ejemplo de los valencianos La Plata, una de las promesas que hemos conocido este año y que muestra de lo bien que suenan es que este mismo año tocaron en el Fuzville. Con un interesantísimo cruce entre estética oscura y post-punk, guitarras limpias que huelen a jangle y una melodía bastante pop, esta nueva formación es pura elegancia y sin duda una de las actuaciones obligatorias del evento. En su EP de debut, Un Atasco (Sonido Muchacho / Gran Sol), hay mucho jit por metro cuadrado. Más orientados al pop-rock mainstream aunque sin renunciar a las guitarras y al distorsión están Solar, cuarteto a mitad de camino entre Valencia y Alicante, que serán los encargados de inaugurar el festival.
Fuera de la Comunitat también hay tres nombres a destacar, y no menores precisamente. Desde Madrid llegan Los Wallas, un claro ejemplo de la fiebre garagera que ha invadido nuestro país en los últimos años. En su propuesta convergen el garage y el rock & roll con mucho olor a grupos como The Cynics o los Cramps. Unas influencias que sobran para saber que hay que estar allí para verles. Y subimos ahora a Catalunya porque de allí llegan Cala Vento, un cruce entre el punk y el power pop que este dúo aplica para beneplácito y sordera de los espectadores, porque gustan de soltar decibelios a tutiplén.
Y la gran recomendación de quien escribe para este Festivalet Independent de Gata, las también catalanas y mucho más jóvenes Mourn, a quien algunos conocerán por ser las hijas de The New Raemon. Aunque poco importa eso. Desde su primer disco sorprendieron por su actitud y frescura, algo casi inherente a los grupos jóvenes. Pero ellas son tan tan jóvenes que sorprende sobre todo la madurez de su sonido, claro deudor del rock americano noventero, pero también del poderío y la personalidad que rezumaba la Pj Harvey de aquellos años. Algunas de sus canciones, también cantadas en catalán, aunque apuestan por el inglés, ponen los pelos de punta. Olé por Mourn y su actitud, pero sobre todo, olé por la propuesta del festivalet, impulsado por la GataFanClub, la asociación musical de Gata de Gorgos.
Un cartel buenísimo, sin más.