VALÈNCIA (EP). Los forenses han hallado restos de cannabis y cocaína en el análisis de orina practicado al hombre que falleció este mes de una parada cardiorespiratoria en la Ciudad de la Justicia de València cuando iba a ser juzgado por un delito de tráfico de drogas y al que le intentó reanimar con un desfibrilador pero el aparato falló.
Según ha podido saber Europa Press de fuentes conocedoras del informe, el análisis de orina determina restos de cocaína y cannabis en el fallecido, de 54 años. Se trata de un primer examen que ha llegado al Juzgado de Instrucción número 3 de València, encargado del procedimiento, y todavía se está a la espera de un análisis forense más completo a realizar en Barcelona.
Así mismo, queda pendiente el informe solicitado por parte de la Fiscalía a los forenses en el que pedía que se indicara si el fallo del desfibrilador en los juzgados pudo tener algún tipo de consecuencia o haber evitado el fallecimiento.
El hombre falleció el pasado 17 de octubre en los juzgados tras sufrir una parada cardiorrespiratoria. Le dio una indisposición en el momento en el que su abogado estaba negociando con las acusaciones una rebaja de la pena.
El suceso se registró en la sección primera de la Audiencia Provincial de Valencia, donde estaba previsto que se celebrase un juicio contra 14 personas por delitos contra la salud pública. Momentos antes de comenzar, acusaciones y defensas llegaron a un acuerdo y, cuando se estaba preparando el acta que lo certificase, la víctima sufrió una indisposición.
Mientras este acusado estaba siendo atendido por sanitarios, el presidente del tribunal preguntó a las partes si querían seguir con la celebración del juicio para dejar plasmada la conformidad. Así, la vista prosiguió con las otras 13 personas.
El hombre fue atendido inicialmente en el Instituto de Medicina Legal, lugar al que acudió por su propio pie por una crisis de ansiedad, y donde se le suministró un medicamento.
Seguidamente regresó al juicio y una vez allí, se desplomó. Fue atendidos por médicos que asistían a otro juicio y por facultativos del IML hasta que llegó una unidad del Servicio de Ayuda Médico Urgente (SAMU), cuyo equipo médico realizó la reanimación cardiopulmonar durante alrededor de 45 minutos, así como otras maniobras como la intubación. Pero ya no hubo respuesta.
Hasta la llegada del SAMU, se intentó utilizar el desfibrilador de la Ciudad de la Justicia en el acusado pero indicaba batería baja, con lo que no fue posible. Desde la Dirección General de Justicia se abrió una investigación al respecto y, por el momento, se ha podido comprobar que el aparato no tenía las pilas recomendadas por el fabricante ni contrato de mantenimiento desde 2016.
El último contrato de mantenimiento del aparato se firmó ese año, es decir, en 2016, momento en el que se fijó la próxima revisión en noviembre de 2019. En mayo de 2018 se alertó a la Dirección de Justicia de que se debía actualizar el mismo pero no se hizo al aprobarse un plan de mantenimiento de sedes judiciales por siete millones de euros.