VALÈNCIA (VP). Gambea ha ampliado la colección de camisetas de fútbol Barris FC con el diseño de cinco nuevas camisetas inspiradas en los barrios más históricos de Valencia. Benimaclet, Campanar, Patraix, Russafa y El Carme se unen a la del Cabanyal, que inició el proyecto a finales de 2019. «Creo que las camisetas de fútbol son un escaparate perfecto para divulgar la historia y la cultura de una comunidad», comenta Pepe Dus, diseñador valenciano y socio fundador de Gambea.
Así, cada una de las camisetas de esta edición limitada tratan de captar la esencia de estos barrios emblemáticos de la ciudad de Valencia. La milenaria historia de El Carmen unida a la vanguardia del street art; los característicos azulejos modernistas y el carácter marinero del Cabañal; la huerta y los edificios emblemáticos de Benimaclet; la fachada del Mercat y los orígenes como jardín de recreo andalusí de Ruzafa; la Plaza de la Iglesia de Campanar, sus casas y sus devoción a su Virgen; la combinación entre tradición y modernidad que se vive en Patraix. En cada caso siempre cuidando los detalles, los colores y destacando aquellos aspectos que caracterizan a cada uno de los barrios elegidos y que los hacen perfectamente reconocibles en estas camisetas de fútbol.
Con esta colección, que se puede adquirir en la web de Gambea y en su pop up store del Centro Comercial Aqua, Gambea da un paso más en su propósito de transformar el fútbol en moda. «Para nosotros, el fútbol y la moda son perfectamente compatibles, y con ese fin lanzamos los productos que mejor encajen en esa filosofía».
Gambea amplia con esta colección su catálogo de complementos de moda relacionados con el fútbol. De hecho se ha convertido un referente en calcetines cuyos diseños evocan momentos míticos del fútbol español, como el gol de Iniesta del Mundial de 2010, o momentos significativos en las historia de los clubes de fútbol como Kempes celebrando un gol o Kiko haciendo el arquero tras marcar…
«Recrear algún gesto de un futbolista reconocible con puntadas de hilo en algodón y que el aficionado lo reconozca porque esa imagen está en la retina de la gente, no es fácil. El diseño tiene que ser reconocible. Esa es la dificultad y lo que buscamos». Y lo han conseguido porque ya han vendido más de 80.000 pares de calcetines desde que se pusieron en marcha en junio de 2019. Unos calcetines que además respaldan una labor social, ya que el 1% de sus ingresos anuales van a parar al movimiento Common Goal para ayudar a proyectos sociales que utilizan el fútbol como catalizador.