VALÈNCIA (EP). La Conselleria de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital aportará a los Institutos de Educación Secundaria (IES) y los centros concertados la climatización necesaria para la realización de las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU), que este año se realizarán en el mes de julio a causa de la pandemia por covid-19.
La comisión gestora de las PAU ha enviado este lunes la circular en la que especifica las normas de los exámenes de selectividad, que este año se celebran los días 7, 8 y 9de julio a causa de la crisis sanitaria.
Las pruebas, recuerda la Conselleria de Universidades, se realizarán en los 467 institutos y centros de Bachillerato de la Comunitat Valenciana. La Generalitat aportará la climatización de las aulas, dado que el retraso causado por la pandemia ha obligado a trasladar las pruebas al mes de julio, en el que se suelen registrar altas temperaturas.
En este sentido, la consellera del ramo, Carolina Pascual, ha destacado que "lo más importante es la seguridad sanitaria y que el alumnado pueda realizar los exámenes en las mejores circunstancias".
Así, resalta, en un comunicado, que el hecho de que las pruebas se realicen en los institutos "es una buena noticia para el alumnado porque puede someterse a los exámenes en un entorno conocido, lo cual les aportará seguridad en las actuales circunstancias, evitará las aglomeraciones y el transporte masivo de personas".
Pascual ha agradecido a universidades, centros educativos, profesorado y a las conselleries de Educación, Justicia y Sanidad "su colaboración y su disposición para garantizar el mejor de los escenarios".
De acuerdo a los protocolos de la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública, el alumnado ha de estar protegido con mascarilla antes de entrar en el centro educativo, donde debe presentarse 45 minutos antes de la realización de cada una de las pruebas. De esta manera, en cada centro deberá haber una única puerta de entrada de acceso, a pesar de que pueda haber puertas de emergencia preparadas para la salida de los y las estudiantes.
Para asegurar el correcto funcionamiento, habrá un miembro de las fuerzas de seguridad del Estado que controlará que todo se desarrolle con normalidad en el momento de la entrada en el centro. Se hará un simulacro de la recepción y reproducción de los exámenes en la semana del 22 al 26 de junio.
Además de este personal, en el centro habrá profesorado funcionario, que no será del mismo centro educativo, encargado de la vigilancia de las aulas donde se desarrollan los exámenes de las PAU. También habrá personal encargado de controlar el desarrollo de los exámenes de los y las estudiantes que tenga adaptaciones concedidas, en un aula destinada expresamente para este trabajo.
Al examinarse en su centro, pero con personal externo, todas las personas involucradas en las pruebas tendrán que llevar identificaciones de determinados colores para garantizar la seguridad y para que el alumnado sepa a quién dirigirse.
El coordinador o coordinadora de centro llevará una tarjeta de color rojo, las del resto de personal del centro color naranja y las de los y las vigilantes de las aulas, color amarillo. El alumnado de las PAU llevará una tarjeta de color azul y las personas miembros del tribunal portarán un identificador de color verde.
En cuanto al funcionamiento de las pruebas, el personal de vigilancia será el encargado de leer los nombres en la entrada del aula y de confirmar la identidad del o de la estudiante que tenga en su aula. La identificación se hará mediante la comprobación del DNI, que cada estudiante deberá dejar encima de la mesa.
Aunque habrá un listado total de estudiantes del centro que se presenta en las PAU, que será aportado por la Universidad, el o la responsable del centro deberá hacer listados para aulas, en función de la matrícula y las aulas disponibles. No obstante, cada estudiante contará con las medidas de protección necesarias para poder realizar las pruebas, ya que la Conselleria abastecerá de geles hidroalcohólicos y mascarillas en los centros.
Por lo que respecta a la limpieza, las aulas serán "sistematizadamente limpiadas y desinfectadas al inicio, durante y al final de cada jornada", subrayan desde la administración autonómica.
El alumnado será informado de que el uso de mascarillas en la comunidad debe considerarse solo como una medida complementaria y no reemplaza a las medidas preventivas establecidas de distanciamiento físico, etiqueta respiratoria, higiene de manos y evitar tocarse la cara, la nariz, los ojos y la boca.
Igualmente, la disposición del alumnado en las aulas deberá asegurar una distancia mínima de dos metros, con una mascarilla dispuesta en cada mesa, y la entrega y devolución de las pruebas escritas deberá organizarse de manera que se limite el contacto directo por parte del personal de la organización, con el objeto de cumplir con las medidas de protección individual.
Además, se conservarán los listados de control de presencia y ubicación de las personas asistentes en los distintos puntos de realización de las pruebas para poder efectuar, en su caso, el seguimiento epidemiológico de posibles casos asintomáticos que pudieran detectarse con posterioridad al desarrollo de los exámenes.
A este respecto, los centros de salud de los alrededores de los centros estarán avisados sobre la realización de las pruebas y para que, en caso de emergencia, se llame al 112.
Además de las medidas sanitarias, y como en anteriores ocasiones, se prestará especial atención al alumnado con diversidad funcional o necesidades específicas de apoyo educativo que pueda necesitar ciertas adaptaciones como acompañantes de apoyo, entre otras medidas.
Finalmente, los exámenes llegarán a los centros educativos mediante un proceso informático que estará regulado por un protocolo diseñado por la Dirección General de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de la Generalitat. Los exámenes deberán reproducirse en el mismo centro de Bachillerato y, tras las pruebas, serán custodiados hasta las universidades para su corrección.