VALÈNCIA. La promotora valenciana Grupo Ática se alía con la familia Calabuig, propietaria de Aguas de Valencia, para desarrollar una importante actuación urbanística en Benicàssim. Se trata del Programa de Actuación Integrada (PAI) Pontazgo, en la zona norte del municipio, entre el mar y la vía del ferrocarril hasta el límite con Oropesa. Una superficie cercana de unos 240.000 metros cuadrados, donde prevén desarrollar unas 675 viviendas y un hotel.
Para poder acometer esta actuación, ambas compañías, a través de la sociedad Marcus Decimus Invest SL, participada al 50%, ha comprado los suelos al fondo Coral Homes, entidad en la que Lone Star tiene un 80% del capital y CaixaBank, un 20%. Un acuerdo que contempla la adquisición de parte de los terrenos, además de compartir las plusvalías de la operación, según explican a este diario fuentes de Grupo Ática.
De esta forma, la promotora valenciana y la división inmobiliaria de la familia propietaria de Aguas de Valencia retoman el desarrollo de un suelo cuyo Plan Parcial se aprobó en 2008, pero quedó paralizado con la quiebra del grupo del empresario valenciano Onofre Miguel que lo promovía entonces. El suelo acabó en manos de Coral Homes a través de CaixaBank, como pago de la deuda contraída de la compañía.
Sin embargo, con esta compra ambas firmas son propietarias del 60% del sector y cuentan, por tanto, con la condición de agente urbanizador para poder actuar en el sector, donde invertirán unos 20 millones de euros en su urbanización, según explican. Y es que, además del desarrollo residencial y terciario de las pastillas de suelo, también deberán acometer una serie de mejoras en el entorno del PAI pa mejorar sus conexiones y canalizaciones.
En concreto, se destinarán 5 millones de euros a obras de conexión con el hotel Voramar, colindante a la zona, la canalización del barranco y obras de mejora del colector. El resto del montante se destinará a las obras y el conjunto de la actuación urbanística.
El proyecto incluye la construcción de un hotel en una parcela de 10.000 metros cuadrados y con 15.000 de techo edificable. Además, comprende 6.424 m2 para viviendas unifamiliares, lo que, según explican, permitirá construir unas 25 unidades. Asimismo, existen dos solares con 26.556 m2 para uso residencial en bloque y en los que se prevé levantar 650 apartamentos en bloque. Por tanto, esta actuación sumará unas 675 nuevas viviendas a la oferta actual de viviendas del municipios costero de Castellón.
"Durante los últimos años ha habido una importante concentración nacional de suelos en torno a grandes propietarios como la banca, fondos de Inversión o grandes promotoras, pero es muy relevante para ese gran capital inmobiliario, disponer de promotores locales profesionales dispuestos a invertir, gestionar y comprometer sus empresas", resalta Vicente Llácer, Ceo de Grupo Ática. Por tanto, destaca la importancia y conveniencia de alianzas y generar sinergías entre grandes compañías y promotores locales, como en este caso, para "disponer, lo antes posible, de suelos aptos para su desarrollo inmobiliario".
Por el momento, la sociedad ya ha recibido el visto bueno a su informe de evaluación medio ambiental por parte del consistorio de Benicàssim y ahora en marzo la presentará su proyecto de urbanización definitivo. El calendario que manejan pasa por aprobar el proyecto definitivo a finales de este año 2021 para poder arrancar la reparcelación de los terrenos e iniciar las obras en dos años.