VALÈNCIA. Nunca antes el conjunto de las cajas rurales domiciliadas en algún punto de la Comunitat Valenciana había presentado un beneficio de 40,60 millones de euros como el del pasado año, según los datos que colgó ayer en su web la Unión Nacional de Cooperativas de Crédito (UNACC). Solo la de Albal redujo su beneficio, mientras que el resto lo aumentó y no solo eso sino que hasta ocho entidades ganaron más de un millón de euros.
Unos resultados que contrastan con los de 2020, cuando solo cinco cajas rurales valencianas lograron elevar sus cuentas, tal y como contó este diario hace hoy justo un año. Pero doce meses después las cosas han cambiado completamente ante la mejora de la crisis pandémica, si bien es cierto que se ha añadido otro capítulo de inestabilidad como es la invasión rusa sobre territorio ucraniano. Pero las cooperativas de crédito -autonómicas y nacionales- siguen por la senda alcista, captando no pocos clientes descontentos de sus entidades anteriores; o que directamente se habían marchado de su territorio.
Los números dan buena cuenta de que las cajas rurales se están erigiendo en grandes protagonistas de un sector financiero que trata a toda costa de reconvertirse, mientras sigue en su proceso de desapalancamiento donde los despidos y los cierres de sucursales están a la orden del día... y los que que quedan. Todo ello mientras el Banco Central Europeo (BCE) dejaba claro ayer que lo de subir los tipos en la Eurozona no será hasta dentro de un año. Ni que decir tiene que la banca pide cuanto antes que se endurezca la política monetaria pero habrá que esperar.
El conjunto de las 30 cooperativas de crédito repartidas por València, Alicante y Castellón presentó un beneficio de 40,60 millones de euros en 2021, es decir, un 26,82% más que el año año anterior. O lo que es lo mismo: 8,58 millones más que en 2020. En esta ocasión solo una -la de Albal- lo redujo concretamente en un 8,56%; mientras que hasta ocho -todas ellas fuera del Grupo Cooperativo Cajamar- presentaron ganancias superiores al millón de euros.
A saber: Caixa Popular con 13,24 millones (+32,01%), Central de Orihuela con 11,72 millones (+19,81%), San José de Almassora con 2,27 millones (+0,48%), L'Alcúdia con 2 millones exactos (+5,64%), Nuestra Señora de la Esperanza de Onda con 1,96 millones (+14,96%), San José de Alcora con 1,66 millones (+3,09%), Ruralnostra de Betxí con 1,24 millones (+127,51%) y Benicarló con 1,23 millones (+57,75%).
El beneficio conjunto de las trece al margen del mayor grupo cooperativo español, que en su mayoría pertenecen a la de la Asociación Española de Cajas Rurales (AECR) -salvo L'Vall San Isidro integrada en Solventia-, fue de 37,74 millones, un 23,75% más. Solo la referida de Albal lo bajó, siempre según los datos de la patronal presidida por Manuel Ruiz a la sazón presidente también de Caja Rural Central de Orihuela.
Por su parte, las 17 rurales de la Comunitat Valenciana que forman parte del Grupo Cooperativo Cajamar ganaron 2,87 millones de euros, es decir, un 88,21% más respecto a 2021. En valores absolutos el avance fue de 1,34 millones de euros donde el podio estuvo compuesto por la Católico Agraria de Vila-Real (+179.012 euros), Altea (161.535 euros) y Torrent (+157.852 euros).
En términos porcentuales hasta 12 de las 17 lograron duplicar su resultado destacando las de San Vicente Ferrer de La Vall d'Uixó (+155,40%), La Junquera de Xilxes (+145,56%) y Turís (+135,31%). Todas ellas integrados en el grupo de una Cajamar que catapultó su beneficio anual un 163% tras fortalecer su balance tras ganar 62,6 millones el pasado año.