Fotos: KIKE TABENERVALÈNCIA. Cada vez son más las familias que lideran empresas valencianas las que deciden poner en marcha un family office para gestionar el patrimonio derivado de su negocio principal. En este camino, la familia Royo, fundadores de Royo Group International Bathroom (RGIB), ha decidido darle un giro a la estrategia de Invext, su vehículo para canalizar las inversiones alternativas a la compañía de baños.
Según explica Santiago Royo, CEO de Invext Corporation, siempre han hecho inversiones en paralelo pero, tras un tiempo, decidieron hacerlo de una manera más estructurada, con más análisis en la decisión de inversión y fortaleciendo la gestión. En 2015 decidieron vender las naves de la compañía para diversificar flujos de caja y entrar en la inversión en locales comerciales y oficinas.
"Entramos en empresas de lámparas, cerámica y revestimientos", recuerda Santiago Royo, quien explica que decidieron desinvertir y centrarse en inmobiliario al tener rentas y valoraciones más predecibles. Ahora, han decidido volver a entrar en nuevas compañías, pero a través de participaciones fondos, como la que tienen en R2, especializado en tecnológicas.
"Queremos potenciar más esta línea y lo haremos a través de fondos de inversión", señala. Su nueva estrategia es tener una cartera diversificada de activos, concretamente un 30% de private equity, un 30% en inmobiliario y un 30% en financiero. "Bajo ese prisma, hemos hecho una estrategia de cinco años para cumplir esas inversiones", señala. Para ello, han dividido estas participaciones en fondos tradicionales que invierten en empresas maduras y en fondos que participan en empresas exponenciales.
En el caso de inmobiliario, decidieron aportar sus inmuebles a una socimi con la misión de tener un patrimonio inmobiliario más diversificado. "Queremos jugar a lo grande, generar más valor, que tenga una salida a bolsa y tener más liquidez en el mercado", señala. A día de hoy participan en socimis como Inbest. No obstante, también hacen operaciones de compraventa para revalorizar activos. "Intentamos meter un inquilino, arreglar la licencia y si surge la oportunidad de vender lo vendemos", explica. "Se trata de buscar el valor añadido".
También se han adentrado en el ámbito financiero. "Dentro del equilibrio definimos que queríamos tener con liquidez cierto patrimonio. La posibilidad de hacer liquidez de un día para otro es importante. Si un negocio te va mal tienes otros tres y uno de ellos que es líquido. Puedes vender sin negociar con nadie y asumes la pérdida o la rentabilidad", apunta Royo.
