Johnny Depp: "El día que fui Donald Trump"

VALENCIA.- Todo empieza con un guiño a La verdadera historia del cine (1995), el famoso mockumentary de Peter Jackson y Costa Botes. Pero el que sale es el director Ron Howard (Apollo XII, Inferno, Wilow) contando cómo consiguió recuperar en vhs la única copia existente de El arte de la negociación, una película basada en el best seller de autoayuda empresarial (y con mimbres autobiográficos) del magnate y peligro para la Humanidad Donald Trump.

Por supuesto, todo es broma. Se trata de un falso documental rodado por Jeremy Konner para la web satírica Fun or Die y basado en el libro del multimillonario candidato, interpretado en esta ocasión por un Johnny Depp que si no te lo dicen ni te enteras de que es él (de hecho, Variety pide un Grammy para él). La excusa sirve para hacer un divertido retrato del famoso magnate hecho a sí mismo (con el dinero que heredó de su padre) y sus pinitos en el mundo de la especulación urbanística con ayuda de la mafia.

Comienza El arte de la negociación con un chaval que sale huyendo tras robar un ejemplar del libro y, por casualidad, se esconde en el despacho de Trump. Este aprovecha para contarle todo lo que tiene que saber para triunfar en el mundo de los negocios. La historia se divide en seis capítulos, salpimentados por los consejos de la Trumpbaraja. Juntos, reúnen toda la sabiduría necesaria para llegar a lo más alto del mundo de los negocios partiendo, precisamente, de lo más alto del mundo de los negocios. Una histoiral escrita en serio pero que, en manos del exeditor de The Onion Joe Randazzo, se ha convertido en oro.

Por supuesto, el público americano (o los que hayan seguido las informaciones sobre el aspirante a presidente de EEUU) disfrutará más al conocer de antemano el intento de Trump de hacerse con el Taj Majal, un hotel entonces en manos de su rival e inventor del concurso La ruleta de la fortuna Merv Griffin. Los que estén menos familiarizados con el personaje, seguramente ignorarán quiénes fueron el alcalde de Nueva York Ed Kock (interpretado por Henry Winkler, muy conocido en su país por la serie Happy Days), el abogado Roy Cohn (mano de derecha del senador Joseph McCarthy, homosexual homófobo y judío antisemita), Der Scutt (uno de los arquitectos americanos más importantes del siglo XX y responsable de la Torre Trump) o Jerry Scharger, abogado y uno de las manos derechas del multimillonario (una gran interpretación de Alfred Molina, todo hay que decirlo). Da igual, el documental da suficientes claves para poder navegar sin problema por la historia.

El arte de la negociación es un pequeño repaso de Trump, y de su ascenso a la fama utilizando estrategias tan extrañas como enfrentarse en los tribunales a la Liga de Futbol profesional (NFL). Perdió dinero, y mucho, pero fue su trampolín para darse a conocer al gran público. No es de extrañar que coincida con su abogado cuando dice “demandar a alguien es lo más bonito que un ser humano puede hacerle a otro”. De hecho, hay que decir que el magnate amenazó con querellarse con el verdadero autor del libro, Tony Schwartz, por haber contribuido al guión. El arte imita a la vida o al revés, nunca lo sé.

Uno de los grandes alicientes de El arte de la negociación es su humor zafio y subido de tono (se ha emitido en Internet, no en la televisión) que permite hacer más cruda la sátira y, a la vez, completar un mejor retrato de un tipo que, por mucho que digan algunos, no es lo mismo que Hillary Clinton, y no es que esta sea Madame Curie. Humor, eso sí, muy inteligente, con aire ochentero y algún cameo de lo más divertido, que consigue un excelente retrato del misógino, racista, clasista y egocéntrico que podríamos tenernos que comer los próximos cuatro años. Y, pese a todos, para algunos como Esquire se queda corta porque dicen que Trump es tal parodia en sí mismo que ha dejado obsoleto el propio concepto de parodia.

El arte de la negociación (Donald Trump's The Art of the Deal: The Movie)se proyecta hoy dentro del festival La Cabina, a las 22 horas, en la Filmoteca Valenciana.