CASTELLÓ (EFE). Con el levantamiento de barreras que se hace efectivo oficialmente con la entrada del nuevo año, la AP-7 entre Tarragona y Alicante pasa a ser gratuita después de 48 años de pago de peajes. Según ha podido saber Valencia Plaza, las barreras se levantarán a las 20 horas.
Una liberalización por parte del Ministerio de Fomento que no solo supone un ahorro para los vehículos particulares sino también para los transportistas y que ahora obliga a analizar la evolución futura de la demanda y planificar la movilidad, actuando para mejorar la conectividad de la AP-7 con los municipios que atraviesa.
Con una autopista totalmente gratuita, quedan trabajos pendientes como la retirada de las playas de peaje, que no impedirá la celebración de la nochevieja convocada en el área de San Antonio para festejar la liberalización de una autopista "más que amortizada", según la convocatoria de Fem Marina Alta en las redes sociales.
Los 367 kilómetros de la autopista entre Tarragona y Alicante se integrarán así en la red estatal de carreteras de alta capacidad gratuitas y se gestionará bajo los mismos criterios que el resto, según indicó a Efe el secretario general de Infraestructuras, Julián López.
La liberalización de la AP-7 "culmina una lucha de muchos valencianos" por estar casi cincuenta años pagando, según el diputado en el Congreso por Compromís, Joan Baldoví, que ha agradecido su labor a todos los que a lo largo de los años han concienciado a la sociedad y han presionados a los políticos para lograr una vía libre de peaje.
"Son casi 50 años pagando, y ha habido tres ampliaciones, dos propiciadas por grupos socialistas y otra por Aznar", ha recordado Baldoví en declaraciones a Efe.
Al pago por una infraestructura que "ya habíamos pagado, repagado y recontrapagado", se ha añadido el "maltrato" de los Presupuestos Generales del Estado a la Comunitat Valenciana y la infrafinanciación, según el diputado.
Ahora, según Baldoví, toca reivindicar todas las conexiones entre las ciudades y la AP-7 para hacer una autopista "aun más útil" a los valencianos y vertebradora.
Entre esas reivindicaciones está la creación de nuevos enlaces de conexión de la AP-7 con la N-332 y la N-340, y la mejora de la seguridad vial de los tramos que conectan los peajes con núcleos urbanos u otras carreteras, según especificaba un estudio de julio de 2018 elaborado por técnicos de la Conselleria de Obras Públicas y de los municipios por los que atraviesa la Autopista del Mediterráneo.
La gratuidad supondrá un importante ahorro para los transportistas que la Federación Valenciana de Empresarios del Transporte (FVET) ha cuantificado entre 2.000 y 2.500 euros por vehículo.
Además, conllevará un mayor uso de una vía mejor, de alta capacidad y más rápida para los transportistas que cubren rutas de proximidad entre Valencia, Alicante y Castellón y que hasta ahora evitaban utilizar esta vía para ahorrarse el peaje.
Menos importante será la denominación que se le dé para diferenciarla de la A-7, un cambio que se estudiará más adelante ya que ahora se mantendrá igual para evitar problemas en la cartelería pero que habrá que abordar porque no se pueden tener "dos A-7".