MADRID (EP). El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Sebastián Albella, ha anunciado que el organismo someterá a consulta pública el próximo mes de enero la modificación del código de buen gobierno de 2015, que contemplará cambios en las recomendaciones sobre la diversidad de género en los consejos y sobre la información que las cotizadas deben proporcionar respecto a los motivos de los ceses y dimisiones, las cantidades que abonan por los pactos de no competencia postcontractual o la detección de prácticas irregulares, entre otros.
Durante el evento de celebración del décimo aniversario de Emisores Españoles, patrocinado por KPMG y BME, Albella ha recordado que el organismo pretende modificar algunas recomendaciones que han generado problemas de adaptación, así como otras que deben adaptarse a las modificaciones legales. Aunque Albella ha asegurado que la intención de la CNMV es "no alterar mucho el código", al considerar que la estabilidad normativa "es un valor en sí mismo y hay que dejar que las recomendaciones que producen las instancias reguladoras produzcan su efecto y se constaten los resultados de su aplicación", ha reconocido que la modificación será, finalmente, "algo más amplia de lo previsto".
El presidente de la CNMV ha avanzado que la revisión del código modificará la recomendación de que los consejos de administración de las cotizadas cuenten con un porcentaje del 30% de mujeres en 2020. "Estamos llegando a 2020 y es obvio que esa recomendación hay que modificarla", ha explicado Albella, quien ha preferido no revelar en qué sentido se realizará el cambio.
La CNMV, que desde hace dos años publica un informe específico sobre la composición de los consejos de administración en términos de diversidad de género y la presencia de altas directivas en las sociedades, ha detectado que la situación es "especialmente relevante" en el caso de las consejeras ejecutivas y las altas directivas. En este sentido, el organismo quiere incluir expresamente en su recomendación que las políticas de promoción de la diversidad, incluida la de género, incluyan medidas o actuaciones dirigidas a incrementar el número de altas directivas en las compañías.
Otras modificaciones que quiere introducir la CNMV en el código de buen gobierno se refieren a la información que las sociedades deben aportar sobre los motivos de las dimisiones y ceses de los consejeros, así como sobre las cantidades que las empresas abonan en virtud de pactos de no competencia postcontractual, una cuestión que "ha dado lugar a bastantes dudas y vacilaciones", ha reconocido Albella.
El presidente de la CNMV ha comunicado que también propondrá algunas modificaciones en relación a las prácticas irregulares y los casos de corrupción en las compañías cotizadas, una preocupación sobre la que el organismo se pronunció el pasado mes de noviembre, cuando llamó la atención sobre el impacto que tienen estos casos en la imagen y reputación del mercado de valores.
"Las cotizadas deben hacer un esfuerzo para evitar este tipo de situaciones y establecer mecanismos de control interno", ha resaltado Albella, quien también ha aludido a la importancia de la comisión de auditoría en la vigilancia de este tipo de situaciones. Asimismo, el presidente del organismo supervisor ha insistido en que las sociedades deben informar sobre estos riesgos en sus informes anuales de gobierno corporativo y en los estados de información no financiera tan pronto como se detecten, y no únicamente cuando los escándalos "saltan" a los medios de comunicación.
Durante su intervención, Sebastián Albella ha recalcado que no tiene previsto modificar la recomendación sobre el interés social de las empresas cotizadas, una cuestión que está en el punto de mira desde que el pasado mes de agosto una asociación americana emitió un comunicado en el que afirmó que el primer objetivo no debía ser la creación de valor, sino procurar el interés de empleados, proveedores, clientes y otros grupos de interés. En su opinión, el principal objetivo de una compañía cotizada debe ser la creación de valor y el mantenimiento de un negocio rentable y sostenido a largo plazo, sin desmerecer los otros aspectos pero situándolos en "un nivel inferior".
Entre los motivos, ha alegado a la rendición de cuentas y la medición de la actuación de los consejos y los gestores, pues la creación de valor es "un criterio claro" y tienen que ser los políticos los encargados de orientar las políticas sociales. Otra de las propuestas será modificar el ámbito de aplicación del código de buen gobierno para que incluya a "sociedades españolas cotizadas en cualquier mercado regulado con sede en la UE", recogiendo así a las empresas que coticen fuera de España.
Por otro lado, Albella ha defendido que, en un momento como el actual, marcado por el Brexit, es importante realizar esfuerzos para que el mercado de valores español tenga una masa crítica, por lo que aboga por la pluralidad de centros financieros relevantes en la Unión del Mercado de Capitales, en lugar de la concepción centralizadora, la cual considera "un poco simple".
"Estamos tratando de defender una concepción que se basa en la idea de unos mercados de capitales europeos en los que haya una pluralidad de centros financieros relevantes con auténtica masa crítica. No estamos hablando de contar con 28 centros financieros con masa crítica en Europa, que no tendría ningún sentido pero que por lo menos haya cinco o seis", ha señalado Albella, quien ha sostenido que uno de ellos debería estar en España.