Arrimadas en una visita al partido en València Foto KIKE TABERNERLas empresas de estudios sociales avanzan un claro trasvase de votos a Vox pero, a niveles más reducidos, se detecta un repunte de Ciudadanos que puede darle una última oportunidad
VALÈNCIA. Tras las debacles electorales de Madrid, Cataluña y Castilla y León (cada una en su medida), el destino de Ciudadanos parecía escrito, puesto que no se contaba con una gran resurrección en Andalucía. Pero, ahora, la enorme crisis que afronta el Partido Popular ha dejado en el aire un puñado de millones de votos y, aunque parece que Vox sería la formación más beneficiada, el partido 'naranja' puede recuperar un pequeño porcentaje que le permita sobrevivir. De momento, la encuesta de GAD3 para Abc le otorgaba este lunes tres diputados, que no son muchos pero son el triple que su sondeo previo a la guerra civil popular.
Pese a que sigue abierta la herida con el PP por cómo ha intentado aprovechar su propia crisis desde hace más de un año, Ciudadanos no quiere devolverle tal cual la moneda... pero eso no quiere decir que no vaya a vender su oferta al votante de centro derecha. "No nos lo planteemos como salir a pescar votos. La forma es algo que la gente valora, Si esto hace que Ciudadanos suba, fenomenal porque esta gente que no se siente representada por partidos que están en otras cosas, se sentirán representada", explicaba ese lunes la síndica Ruth Merino.
"Desearía que no pasaran estas cosas pero Ciudadanos puede hacer valer que somos diferentes y que hay un partido de centro, moderado, liberal y sensato. Es el único partido que es un voto útil frente a los extremos. Los que se están frotando las manos son los extremos, es Vox y el ‘sanchismo’. Hay mucha gente que no encuentra a quién votar y lo tiene en Ciudadanos. Muchísima gente quizás no lo sabe aún pero es de Ciudadanos", añadía Merino. Son, reforzaba para quien se lo está pensando, reivindicativos contra la corrupcion y los nacionalimos y un partido "transparente y regenerado".
En Ciudadanos tienen cuentas pendientes con los dos bandos de la guerra del PP, con Isabel Díaz Ayuso por haber adelantado las autonómicas madrileñas sin contar con ellos que eran sus socios y con la dirección nacional de Génova por haber puesto en marcha una indisimulada operación de captación. Y parece que, al menos en la Comunitat Valenciana, esto pesa más. "Estamos perplejos ante la situación lamentable y bochornosa a la que nos hacen asistir los políticos de la vieja política, que nos han demostrado que siguen utilizando las mismas tácticas pseudomafiosas que han usado tantas veces y que nosotros mismos hemos sufrido en nuestras carnes", apuntaba.
"Todo el mundo sabe que el señor Fran Hervías, que estaba con nosotros, tiene un despacho en Génova y que su labor, por los indicios que tenemos, parece ser, es captar a gente de Ciudadanos y muchos de ellos acaban siendo tránsfugas. La situación (en la Comunitat Valenciana) está ahí, hemos tenido unas fugas de gente que, con unas excusas bastante vagas, decidió irse en un momento muy concreto y que venía impulsado por este tipo de movimientos", añadió.
Merino admitió que algunos diputados y afiliados quieren, tras la espantada de Toni Cantó, que se acelere el proceso de primarias para elegir el cabeza de cartel electoral para las autonómicas de 2023 y reiteró su ofrecimiento. "Si el partido me da su confianza estaré encantada", afirmó tras defender que el proceso "tiene sus tiempos" y que aunque sus dirigentes saben de esa corriente de opinión "no es cuestión de precipitarse".
Eso sí, tampoco las aguas bajan especialmente tranquilas en el partido de Inés Arrimadas. Este lunes la corriente crítica 'Renovadiores' pidió a la líder en una carta abierta que sea "humilde y generosa" y dé un paso "un paso al lado y dimita para que se celebre una Asamblea de refundación del partido". Admiten los críticos que la polarización de la vida política les perjudica pero le achacan haber contribuido a ser uan formación cada vez más irrelevante por su "falta de credibilidad" y por fomentar "un funcionamiento interno poco democrático y sin rendición de cuentas".
Además, aseguran que desde su llegada a la presidencia el partido ha perdido dos tercios de sus afiliados y le achacan malas decisiones electorales que han hecho que Ciudadans se haya quedado sin diputados en Madrid (cuando tenía 30) con seis en Cataluña (donde tenía 36) y con uno en Castilla y León (habiendo perdido doce). “Y no podemos olvidar el bochornoso espectáculo de la moción de censura de Murcia”, concluían.
